jueves, 30 de enero de 2014

Presentación del libro "ENVENENADOS"


 “Envenenados” es la primera investigación periodística sobre los efectos nocivos de los agroquímicos que se usan en Argentina. En la obra del escritor y periodista Patricio Eleisegui aborda el caso del basavilbasense Fabián Tomasi

A partir de la segunda mitad de la década del 90, y con evidente anuencia gubernamental, los principales actores de la escena agraria de la Argentina consolidan el uso de métodos y herramientas que cambiarán para siempre la matriz productiva del país.
El libro ya está disponible en las principales librerías del país.

Entran en escena desarrollos novedosos como las semillas transgénicas y, en simultáneo, se masifica la implementación de técnicas y métodos de explotación como la siembra directa y la aplicación de todo tipo de plaguicidas.

Pero este cambio no será gratuito. El avance de los nuevos cultivos y sus respectivos sistemas de producción comenzarán a impactar de lleno en la realidad sanitaria de cientos de poblaciones situadas en las zonas agrarias más fecundas de la Argentina.

A la par del incremento en los volúmenes de ganancias que registrarán desde los actores privados hasta el Estado, en los núcleos urbanos ubicados en torno a los cultivos se elevará de forma dramática las tasas de enfermos de cáncer, los abortos espontáneos, y las malformaciones, entre otros males.

Publicada por editorial Wu Wei, “Envenenados” es una investigación desarrollada por el escritor y periodista Patricio Eleisegui que aborda el inicio y la evolución de la estructura productiva que se afianzó en los años 90, y detalla cómo se fue dando el cambio en la matriz y la forma en que sus efectos negativos forman parte de nuestro día a día.

A lo largo de sus 240 páginas, el trabajo de Eleisegui repasa el proceso histórico que culminó en el uso indiscriminado de semillas modificadas genéticamente y pesticidas de diversa índole.

Además, Eleisegui revisa el ADN de las principales empresas beneficiadas por el vigente modelo de producción.

Por último, el libro reúne testimonios de especialistas y afectados que dan cuenta, sin ahorrar detalles, qué es lo que está sucediendo fuera de Capital Federal. Y cómo la toxicidad de los plaguicidas que hoy se vierten en el campo llega a la mesa familiar.
 

miércoles, 29 de enero de 2014

Productores chilenos estafados por semillera internacional


José Pizarro Montoya, 38 años, agricultor sin tierra, y ex productor de transgénicos en la temporada 2009-2010 en Melipilla (RM), es el primer chileno y quizás el único latinoamericano que le ha ganado una demanda a Monsanto/ANASAC por incumplimiento de contrato. El intentó revelar su caso en el seminario sobre transgénicos organizado en Casa Piedra el 22 de enero de 2014 por el cuestionado ministro de Agricultura Luis Mayol. Allí panelistas internacionales y nacionales predicaban las bondades de los cultivos genéticamente modificados. Pizarro sólo quería intervenir para decir que no le recomendaba a ningún campesino trabajar para Monsanto cultivando transgénicos de exportación, porque podía terminar arruinado igual que él, además de dañar la tierra. En Chile hay aproximadamente 30.000 hectáreas de semilleros de maíz, soya y raps transgénicos de exportación, comercializados por las transnacionales Monsanto, Pioneer y socios chilenos agrupados en ANPROS, la Asociación Nacional de Productores de Semillas. La campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile impulsa una moratoria a la posible expansión de estos cultivos al mercado interno y una estricta fiscalización a los semilleros. En septiembre de 2013, María Elena Rozas coordinadora de la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile y Lucía Sepúlveda conocieron la experiencia de Pizarro y pudieron observar de primera fuente los resultados de las malas prácticas ambientales y comerciales de Monsanto/ANASAC en Chile. “El agricultor no sabía exactamente qué sembraba, no tenía idea de qué era una semilla transgénica; en el contrato figura un nombre de fantasía: maíz Mon49. En el cultivo tenía que usar obligadamente y en forma intensiva, más de diez plaguicidas dañinos para la salud y el ambiente. El contrato que firmó lo obligaba a recurrir sólo a la Cámara de Comercio, no podía querellarse en tribunales. El nos explicó que muchos productores también han tenido problemas con Monsanto, pero no acuden a la Cámara porque es muy caro”, señala María Elena Rozas.
La sentencia contra Monsanto
La sentencia favorable a Pizarro en el juicio de rol 1385-11 caratulado como Agrícola Pizarro Ltda. con Agrícola Nacional S.A.C, fue dictada por el juez árbitro de la Cámara de Comercio, Francisco Gazmuri Schleyer. La Corte de Apelaciones de Santiago la confirmó en septiembre de 2013, rechazando el recurso de casación y queja presentado por la empresa. Pero durante los cuatro meses posteriores la demandada se negó a cumplir el fallo. Por esa razón el agricultor no dio a conocer previamente su caso. Sólo a fines de diciembre de 2013, Pizarro recibió los 37 millones de pesos que la Cámara le ordenó pagar al afectado, sin embargo esa suma no alcanza a cubrir los daños ocasionados. Los documentos del SAG de Declaración de Semilleros OVM incorporados en la demanda, identifican la solicitud de certificación como de ANASAC Chile (Monsanto) y fueron cuestionados por Pizarro, que acusa complicidad con la empresa.
En el proceso fue decisivo el peritaje del INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria), elaborado por el ingeniero agrónomo Gabriel Saavedra del Real sobre lo ocurrido. También fue determinante la comparecencia de Levi Manzur, académico de la Universidad Católica de Valparaíso y destacado genetista de Los Andes, cuyas conclusiones fueron en el mismo sentido de la denuncia del demandante.
Pérdidas millonarias
Pizarro perdió su casa, su máquina fumigadora, un tractor, y su camioneta. Lo abandonó su pareja y quedó a brazos cruzados. Debía 90 millones de pesos al Banco Santander (por acumulación de intereses) luego de cultivar en Melipilla maíz transgénico de Monsanto para ANASAC. María Elena Rozas comenta: “Lo ocurrido a este productor puede servir de ejemplo para centenares de pequeños productores agrícolas encandilados por promesas de grandes ganancias y trato justo, por parte de las empresas exportadoras de semillas transgénicas. Pero eso ocurre sólo al principio. La gran mayoría de los estafados no denuncia y se hace dependiente de lo que le ofrezca la empresa, que es cada vez menos. Y no hay muchas alternativas en el campo, no hay políticas públicas ni incentivos que favorezcan efectivamente la producción agroecológica; eso es lo que debemos cambiar”.
Pizarro proviene de una familia de agricultores de Los Andes (Región de Valparaíso), y por años trabajó con su hermano como hortalicero. Para sembrar transgénicos arrendó en Melipilla 33,07 hectáreas, que forman parte del fundo Rumay del empresario Manuel Ariztía (de la industria de Pollos Ariztía), para producir maíz transgénico para ANASAC (Monsanto). El “gran negocio” de los transgénicos ha sido para Pizarro prácticamente el fin de su vida como agricultor.
Nos explica: “Yo ahora soy un estudioso de los transgénicos, aprendo a través de Internet, y además he averiguado sobre Monsanto y su prontuario criminal.” Cuando tomó conciencia de lo que le había ocurrido, se dirigió a la Agrupación Ecologista de Aconcagua, organización de Los Andes que forma parte de nuestra campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile, estableciendo así contacto con RAP-AL Chile para dar a conocer su caso y denunciar a Monsanto.
Hoy José Pizarro está en la lista negra de la transnacional, y a su vez, para el agricultor, Monsanto pasó a la categoría de empresa corrupta, abusadora y depredadora. “Yo he visto que con el maíz transgénico había ratones muertos a la vera del camino, después que se comían los choclos”, denuncia.
Indicaciones erradas para la siembra
En dos temporadas anteriores Pizarro había obtenido grandes ganancias con el maíz transgénico y la empresa lo consideraba un excelente productor. Nunca antes él se preguntó qué riesgos ambientales o comerciales podía correr tratando con Monsanto. “El año 2009 ellos quisieron hacer un experimento conmigo. Eran 12 agricultores los que estábamos sembrando en Chile ese tipo de maíz y sólo a dos nos hicieron sembrar hileras de hembras (de semilla transgénica) y machos (de semilla híbrida) en proporción 4:1; los otros productores sembraron en proporción 4:2. El SAG estaba a cargo de fiscalizar y en mi opinión es cómplice de la empresa, porque en sus informes anotó que yo había sembrado 4:2, lo que estaba a la vista que no era así. Según sus informes, pareciera que yo hubiera sembrado con las mismas instrucciones que les dieron a los demás productores. Pero no, yo sembré a ciegas, hacía lo que ordenaba la empresa, ni me fijaba en lo que escribía el certificador del SAG porque el contrato me obligaba a seguir estrictamente sus instrucciones.”
Quemar con Roundup el maíz del vecino
Entre las instrucciones del SAG está asegurarse que no haya maíz criollo cerca, porque podría cruzarse con el cultivo transgénico y afectar su multiplicación. SAG vigila que no se perjudique la siembra de transgénicos, pero al productor convencional de esa especie no lo protege nadie. Siguiendo las recomendaciones de Monsanto, Pizarro pidió a un vecino que había plantado maíz, que lo sacara. Pero se trataba de una persona mayor, que no aceptó porque quería tener sus propios choclos para humitas en el verano. El productor informó a la empresa y el agrónomo Francisco Araya Vargas, le ordenó “Tírale Roundup” (el herbicida que mata cualquier planta que no sea transgénica). Pizarro prefirió cortar de noche las panojas del maíz del vecino para que no pudieran dar polen y multiplicarse. Lo cuenta con vergüenza.
Costos del juicio
ANASAC Chile /Monsanto a través de su gerente Rodrigo Malagüeño, aseguró en el juicio que ningún multiplicador de maíz transgénico los había demandado anteriormente. En general sólo las grandes empresas pueden ir a arbitraje a través de la Cámara de Comercio. Pizarro, que no estaba dispuesto a arruinarse en silencio, se arriesgó. “De partida tuve que pagar $700.000 para que me atendieran y luego $4.400.000 para financiar al juez. Puse una demanda por $218.000.000 y el juez finalmente falló en mi favor pero sólo saqué $37.000.000 que es muchísimo menos de todo lo que he perdido.”
Explica Pizarro: “Yo no recibí instrucciones adecuadas para la siembra y por eso la producción fue mala y por consiguiente la liquidación también. El precio se calcula sobre la base de la producción del mismo maíz por otros multiplicadores de la región del Maule, pero ellos recibieron instrucciones diferentes a las que me dieron a mí, y por eso produjeron mucho más que yo. Yo coseché 106.780 kg de maíz pero la producción real, seleccionada en la procesadora de Lo Espejo de acuerdo a los estándares requeridos por Monsanto, fue sólo de 38.509 kg”
La sentencia estableció que la empresa “incumplió una obligación de hacer, consistente en prestar los servicios de supervisión técnica de la siembra en forma diligente y dando estricto cumplimiento a las instrucciones del fabricante de la semilla Monsanto, cayendo en incumplimiento contractual negligente”.
La captación de productores rurales
A Pizarro lo buscó Monsanto. Llegaron hasta el predio donde él cultivaba hortalizas en Melipilla y le dijeron que por satélite lo habían ubicado porque el lugar se prestaba para cultivo de maíz transgénico pues no había otro maíz convencional cerca. El primer año (2008) le regalaron la semilla transgénica y el Roundup. Pizarro sólo tuvo que comprar abonos e insecticidas. Incluso le pagaron el arriendo del predio. El sólo debía cuidar el cultivo. Le ofrecieron pagarle tres millones de pesos por hectárea. En 2009 también le dieron la semilla “pero el veneno lo compré yo. Estuve dos días sembrando y a pesar que yo tenía máquinas la empresa me obligó a sembrar con las de ellos, que son más nuevas, eso fue un gasto enorme”, explica el productor rural. Ese mismo año Mosanto compró la división de maíz y soya de ANASAC. Los productores recibieron una nota diciendo que en adelante, debían seguir las instrucciones de ANASAC Chile, es decir de Monsanto, el nuevo dueño. Pero para los efectos comerciales y legales, curiosamente Pizarro debió entenderse con ANASAC SA, cuyo gerente es Rodrigo Malagüeño, una estrategia para no figurar abiertamente en la querella.
Incumplimiento de contrato
El arbitraje de la Cámara de Comercio estableció que ANASAC/Monsanto incumplió su obligación “consistente en prestar los servicios de supervisión técnica de la siembra en forma diligente y dando estricto cumplimiento a las instrucciones del fabricante de la semilla Monsanto”, incurriendo en incumplimiento contractual negligente. La Corte de Apelaciones de Santiago confirmó este fallo y no existen más instancias para este tipo de arbitraje. La sentencia de la Corte, firmada por Pilar Aguayo, Carlos Carrillo y la abogado integrante Claudia Schmat, también condenó a ANASAC a pagar los costos de la apelación.

José Pizarro concluye señalando: “Sólo quiero que otros campesinos no tengan que pasar por lo que yo viví. Yo nunca más voy a sembrar transgénicos”.
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fuente:
http://www.periodismosanador.blogspot.com/

lunes, 27 de enero de 2014

El cambio climático hará estragos en la agricultura

Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/climatico-estragos-agricultura-Banco-Mundial_0_1073292990.html

El cambio climático hará estragos en la agricultura, prevé el Banco Mundial

Los cultivos tardan mucho en adaptarse a nuevas condiciones, dijo el banco a ministros del mundo reunidos en Berlín

Por BLOOMBERG


El cambio climático causará estragos en la agricultura, y las autoridades y los investigadores no son plenamente conscientes de la importancia que esto tiene para los alimentos, según el Banco Mundial.
La tierra se calentará 2 grados Celsius “durante nuestra vida”, dijo Rachel Kyte, vicepresidenta del Banco Mundial para cambio climático, en una reunión de ministros de agricultura del mundo el fin de semana pasado en Berlín.
El clima extremo ya comenzó a afectar los precios de los alimentos. En estos últimos tres años, el jugo de naranja, el maíz, el trigo, la harina de soja y el azúcar fueron cinco de los commodities más volátiles, según datos de Bloomberg.
“Ya está habiendo un daño y una destrucción significativos”, dijo Kyte. “No es un mundo benigno y levemente más cálido. Será un calentamiento volátil del planeta, con un impacto impredecible”.
La adaptación de la agricultura para resistir en un mundo con un clima diferente y recursos en disminución no está ocurriendo con suficiente rapidez, según Achim Steiner, director del Programa para el Medio Ambiente de la ONU.
El mundo corre peligro de sufrir “cambios cataclísmicos” causados por las olas de calor extremas, las subas del nivel del mar y la reducción de los stocks de alimentos, en tanto las temperaturas se encaminan hacia un aumento de 4 grados Celsius para 2100, dijo el Banco Mundial en noviembre de 2012.
“Todo eso requerirá liderazgo político”, dijo Gordon Conway, profesor de desarrollo internacional en el Imperial College de Londres. “Necesitamos más ministros de agricultura seguros de sí mismos que salgan al frente a decir qué necesitan, que hablen con su presidente o su primer ministro”.
El cambio climático a largo plazo podría tener efectos “potencialmente desastrosos” en la producción de alimentos en el período de 2050 a 2100, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Fracasos de cosechas como la de Rusia en 2010 tal vez se tornen más comunes en la medida que el cambio climático genere un clima más extremo con estrés de calor y sequía, según un estudio fechado ese año que fue dirigido por la Universidad de Leeds, Reino Unido.
“Si analizamos globalmente la climatología, vemos el calentamiento de las temperaturas y el impacto, por ejemplo, zonas de calor extremo en África Subsahariana”, dijo Kyte. “La comunidad agrícola todavía no ha tomado conciencia de su plena significación”.
El hambre en el mundo se agravará cuando el cambio climático afecte la producción de granos y altere los ingresos, pronosticó la organización de beneficencia Oxfam en septiembre. El número de personas en riesgo de hambre podría aumentar entre 10% y 20% para 2050 al disminuir las calorías diarias per cápita disponibles en todo el mundo, dijo Oxfam.
Puede que en algunas regiones el cambio climático signifique trasladar los árboles de café “unos metros montaña arriba, pero en otros hablamos de un cambio total de lo que puede cultivarse en cada lugar, y no creo que hayamos empezado a tenerlo en cuenta”, dijo Kyte.
El cambio climático provocará probablemente desplazamientos geográficos y una reducción de los rangos de desarrollo apropiados para muchos cultivos, según el Kew Royal Botanic Gardens del Reino Unido.
Sobre la base de modelos de cambio climático, la produción de trigo en India y Pakistan caerá 17% y 38% para el 2020 por el estrés de temperatura, estima el Centro Internacional para la Mejora del Maíz y del Trigo. El centro está trabajando para desarrollar un trigo tolerante al calor para el sur de Asia.
El cambio climático redujo los rendimientos del trigo entre 1980 y 2008, un período en el cual la producción fue un 5,5% menor que lo que hubiera sido sin alteraciones en la temperatura y lluvias, constató un estudio estadounidense de 2011 publicado Science .
Las olas de calor y llluvias extremas de la última década probablemente estén vinculadas con el calentamiento planetario, según un estudio de 2012 del instituto climatológico de Potsdam.
La década pasada incluyó el verano más cálido en Europa en por lo menos 500 años, en el 2003; y en el 2010 Rusia tuvo su verano más caluroso en siglos y hubo lluvias record en Pakistan y Australia, según el estudio de Potsdam, publicado en la revista Nature Climate Change . Japón y algunos estados de EE.UU. registraron récords históricos de lluvias en 2011.
Los climas extremos podrían obligar a la producción agrícola a apartarse de la “extremada especialización”; agricultores que ya no tengan certeza sobre la lluvia de privmavera para determinado cultivo sembrarían cuatro o cinco cosas distintas, según Hermann Lotze- Campen, investigador del Potsdam.


 

Algunos inconvenientes del shale gas y la megaminería


 

Dakota del Norte, las vacas pierden sus colas

La explotación de gas y petróleo de esquisto en los Estados Unidos causa un daño ambiental significativo. En Dakota del Norte, las autoridades miran hacia otro lado.
por Maxime Robin , agosto 2013
ESTUDIO
Granja Sra. Jacki Schilke es el único hogar que treinta y cinco kilómetros de distancia. Este agricultor alrededor de Williston siempre ha negado que las empresas que perforan su tierra, pero varias instalaciones petroleras lindan con sus pastos. Desde 2011, algunos de sus vacas sufren de una extraña enfermedad: pierden peso, ya veces pierden su cola. Por ello pide a las autoridades de Dakota del Norte para evaluar su propiedad. Se distribuye a la escena, los inspectores no encontraron nada anormal.
Mrs. Schilke luego contacte a un experto independiente de Detroit, quien en una muestra de aire tomada sobre la finca, revela varias sustancias: benceno, metano, cloroformo, butano, propano, tolueno y xileno - todos comúnmente asociado con el extracción de petróleo por fracturación hidráulica o fracking. pozos también están en sus cantidades significativas detectadas de sulfatos, estroncio y cromo.Conexiones nerviosas se descubren en su cerebro y en su sangre, huellas de varios metales pesados. En total, perdió cinco vacas, dos perros, varios pollos y una parte de su salud.
Varios testimonios similares a su punto culminante la dificultad de Dakota del Norte para proteger su tierra, entonces un auge petrolero no termina ébaudir de los medios de comunicación. Desde 2011, de hecho, las mismas imágenes se convierten en bucle: torres de perforación que salpican la vasta pradera, enormes colas de camiones, campamentos de trabajadores alojados en un apuro en caravanas etc. El costo ambiental de esta carrera, sin embargo, sigue siendo un misterio. El gobierno local no sabe la cantidad de aceite y se extendió sobre la superficie de la pradera químicos accidentalmente o por negligencia, accidente de trabajo y los informes de que las empresas cumplan con ellos mismos a menudo son falsificados. A todo esto una razón: este pequeño estado agrario, la capital política, Bismarck, no exceda de sesenta mil habitantes, es un refugio político y judicial para las empresas (...)
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DECLARACIÓN CONTRA LA MEGAMENTIRA

Marcha N° 43 en Bariloche contra el saqueo y la contaminación.

 

Las mentiras alrededor de la megaminería son muchas, y eso llevó a la Asamblea de Vecinxs de Bariloche a exponer algunas ante la opinión pública y en la calle. Por esa razón, la marcha 43 fue “la marcha contra la mentira”. A pesar del frío una vecina dijo: “nada nos va a parar, les vamos a gastar las calles a marchas hasta que nos devuelvan la ley anticianuro”. La marcha se detuvo en cada esquina para repartir volantes con la declaración de la Asamblea de Vecinxs  de  Bariloche contra la mentira de la megaminería. Además en cada parada se leía alguna de las mentiras y esto atrajo  la atención de mucha gente que paseaba por el centro cívico de Bariloche.

Es importante comprender que la megaminería la imponen no solo las corporaciones con mucho dinero, sino también un poder político cómplice y algunos medios que buscan confundir la información.

Para esta marcha sobre la mentira nos basamos en fragmentos del libro “15 mitos y realidades  de la minería transnacional en Argentina”, de Svampa y Viale.

Aquí la declaración:

Desde la Asamblea de Vecinxs de Bariloche

contra la megaminería


Declaramos:

 Que no somos fundamentalistas contra todo tipo de minería, sino contra la megaminería a gran escala.

La minería metalífera hidrotóxica a gran escala, a la cual nos oponemos, es muy diferente de la minería tradicional, implica voladuras de montañas y alto consumo de agua con químicos altamente peligrosos para el consumo humano. Hay diferentes tipos de minería: la sal de mesa, el azufre, la cal, el cemento, la arena y el ripio, las piedritas para el gato, entre otros.

También es diferente la minería del hierro, la cual no requiere tóxicos ni voladuras de montañas,

de


 la del oro, material suntuario para cuya extracción hay que pulverizar la roca y usar cianuro.


Esta metodología de acusar a quienes nos oponemos a estos emprendimientos, es solo la punta del iceberg, ya que también hay amedrentamientos, amenazas, represiones, abuso del poder judicial para criminalizar a la gente y difamación de funcionarios armando campañas mediáticas.

Que la minería NO es un motor de desarrollo que impulsa la economía nacional

Las megamineras, originarias de países con estrictas leyes ambientales, vienen a la Argentina solo para llevarse la materia prima, aquí no queda nada, o mejor dicho queda la destrucción y la contaminación de nuestros suelos y nuestros recursos naturales.

Además es necesario tener en cuenta los consumos de estos megaproyectos:

Bajo la Alumbrera, Pascua Lama, y Agua Rica gastarían 395MW y la central nuclear Atucha 1 produce 357MW. No solo eso, sino que, además de estar conectadas a la red nacional de suministro, estas empresas están subsidiadas y libres de impuesto. (datos CEMoP , Centro de Estudios Económicos y Monitoreos de las Políticas Públicas).

Bajo la Alumbrera en Catamarca consume el equivalente al 80,2% del total consumido por toda la provincia de Tucumán. Para producir esa electricidad la Central de El Bracho, en Tucumán, quema unos 8,74 millones de metros cúbicos de gas natural por mes.

La Alumbrera consume y contamina 100 millones de litros diarios de agua.

La electricidad para producir 50 gramos de oro es el consumo anual de un hogar.
Es falso que la minería genera empleo y crecimiento económico local.
            Mienten sobre la cantidad de puestos de trabajo a crear, la mano de obra local sirve solamente para la instalación de la mina, y luego los puestos mejor pagados son cubiertos por personal calificado que viene de otros lugares.

Por ejemplo según el Censo Nacional del 2001 la cantidad de empleadxs en el sector minería durante este periodo fue de apenas 0,8% del total de ocupados de la Provincia de Catamarca.

Es una brutal mentira que la minería se instala en zonas postergadas, que crea un círculo virtuoso, que genera desarrollo y que eleva el nivel de vida de la población
            Ninguno de los países especializados en la provisión de materias primas, ha superado la pobreza y el subdesarrollo gracias a la gran minería transnacional.

Ejemplo: en la Argentina el caso de Catamarca ilustra esta situación. Tras 15 años de explotación de Bajo la Alumbrera, el primer emprendimiento megaminero radicado en el país, el paisaje socioeconómico de la provincia no ha cambiado favorablemente, sino todo lo contrario: se evidencia la intensificación de preocupantes indicadores sociales con niveles de pobreza e indigencia, de desempleo y subempleo, de los más altos del país.
No es verdad, ni se acerca, que la megaminería puede ser limpia, que no contamina el ambiente y se puede hacer sin riesgos ambientales. Mienten al decir que hay  una solución técnica para cada problema ambiental.

            La Megaminería produce una grave e irreversible destrucción de los ecosistemas; contaminación de las fuentes de agua; la magnitud y peligrosidad de los insumos y efluentes; una profunda afectación a la flora, la fauna, el habitat y el paisaje local; y la consecuente pérdida de biodiversidad. Este tipo de actividad minera contribuye con el 20% al cambio climático global. Por otro lado, la megaminería se ha convertido en una importante fuente de conflictos por el agua, ya que el uso minero ha desplazado no sólo a las actividades agrícolas, sino también llega a poner en riesgo la disponibilidad de agua para el propio consumo humano básico.

Es mentira que las empresas transnacionales se comportan con responsabilidad social empresarial, robusteciendo el tejido socioeconómico de la zona. 

            Las empresas abusan del término responsabilidad social empresaria para generar un círculo de dependencia: hacen donaciones a las comunidades afectadas, para escuelas y hospitales, por ejemplo, generan vínculos universidades públicas y privadas ofreciéndoles convenios y subsidios. Esta modalidad empresarial es un recurso que refuerza la dependencia de las poblaciones y aumenta su control sobre la misma. En definitiva, la Responsabilidad Social Empresaria es un modelo inventado por y para grandes empresas con el objetivo de defender sus intereses frente a la opinión pública. La Educación y la Salud son obligaciones del Estado y nunca de las empresas contaminantes.

Por lo tanto:

Estas son sólo algunas de las mentiras que llevan adelante empresas, funcionarios cómplices, medios y sectores “interesados” de la megaminería. Por eso cabe destacar la cantidad de luchas llevadas a cabo por organizaciones campesino- indígenas, asambleas y diferentes movimientos socioambientales en toda América Latina, que nos recuerdan que: EL EXTRACTIVISMO NO ES UN DESTINO, ES UNA OPCIÓN POLÍTICA Y CIVILIZATORIA QUE ASUMEN LOS DIFERENTES GOBIERNOS.

Por esta razón la Asamblea de Bariloche, como sujeto político, se pone firme en la demarcación de los límites: de este lado estamos quienes sostenemos una posición de defensa del agua y el territorio, del otro lado las corporaciones del saqueo y la contaminación.

Afirmamos una vez más, que NO es NO. Todxs somos Territorio.
 
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El gas de esquisto, la gran estafa*
 
 
 
Energía barata contra contaminación prolongada: En los Estados- Unidos, el dilema relativo a la explotación del gas y petróleo de esquisto no le ha quitado el sueño ni a los industriales ni a los poderes públicos. En menos de una década, estos nuevos recursos habrían orientado a los Estados – Unidos, hacia el crecimiento, dopado el empleo y restablecido la competitividad. ¿Y si esta “revolución” no fuese más que una burbuja especulativa a punto de estallar?
 
Por Nafeez Mosaddeq Ahmed **
Versión al español de Sergio Avalos
 
Si damos crédito a los títulos de la prensa norteamericana que predicen un auge económico debido a la “revolución” del gas y del petróleo de esquisto, el país vivirá una suerte de “fiebre del oro negro”. El reporte “Perspectivas Energéticas Mundiales 2012” de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) anuncia, en efecto, que para 2017, los Estados Unidos le quitará a Arabia Saudita el lugar de primer productor mundial de petróleo y accederá a la “casi autosuficiencia” en materia energética. Según la AIE, el alza programada de la producción de hidrocarburos, pasaría de ochenta y cuatro millones de barriles diarios en 2011 a noventa y siete millones en 2035. Esta alza provendría “completamente, de los gases naturales líquidos y de los recursos no convencionales” (esencialmente el gas y el aceite de esquisto), mientras que la explotación convencional comenzaría a declinar a partir de... 2013.
 
Extraídos por fractura hidráulica (inyección a presión de una mezcla de agua, de arena y de detergentes industriales, destinada a fisurar la roca para liberar el gas), gracias a la técnica de la perforación horizontal (lo que permite explorar de manera más amplia la capa geológica escogida), estos recursos sólo se obtienen pagando como precio una contaminación masiva del medio ambiente. Pero su explotación en los Estados – Unidos ha implicado la creación de varios cientos de miles de empleos y ofrece la ventaja de proponer una energía abundante y barata. Según el reporte de 2013 “Las perspectivas energéticas: una mirada hacia 2040” publicado por el grupo Exxon Mobil, los estadounidenses se convertirían en exportadores netos de hidrocarburos a partir de 2025 gracias al gas de esquisto, en un contexto de fuerte crecimiento de la demanda mundial de gas.
 
¿Y si la “revolución de los gases de esquisto” en lugar de fortalecer a una economía mundial convaleciente, estuviese inflando una burbuja especulativa a punto de estallar? La fragilidad de la recuperación así como las experiencias recientes deberían incitar a la prudencia frente a semejante apasionamiento. La economía española, por ejemplo, en un tiempo tan floreciente – cuarta economía de la zona euro en 2008 – , se cae a pedazos a partir del momento en que la burbuja inmobiliaria, a la que ciegamente se enganchaba, estalló sin prevenir. La clase política aprendió poco de la crisis de 2008; y ahora está a punto de repetir los mismos errores en el sector de las energías fósiles.
 
Una investigación del New York Times de junio de 2011 revelaba ya algunas fisuras en la construcción mediático industrial del “boom” del gas de esquisto, difundiendo las dudas de diversos observadores – geólogos, abogados, analistas de mercados – en cuanto al impacto de lo anunciado por las compañías petroleras. Se sospecha que “sobreestimaron de manera deliberada e incluso ilegal, el rendimiento de sus explotaciones y el volumen de sus yacimientos”.1La extracción del gas a partir de los esquistos del subsuelo, decía el cotidiano, podría resultar menos fácil y más costosa de lo que pretenden las compañías, como lo indican las centenas de correos electrónicos y de documentos intercambiados por los industriales sobre el tema, así como los análisis de datos recogidos en varios miles de pozos.”
 
A principios de 2012, dos consultores estadounidenses tocaron la alarma en la Petroleum Review, la principal revista de la industria petrolera británica. Al cuestionarse acerca de la “fiabilidad y la durabilidad de los yacimientos estadounidenses de gas de esquisto”, hacen notar que las previsiones de los industriales coinciden con las nuevas reglas de la Securities and Exchange Commission (SEC), organismo federal de control de los mercados financieros. Dichas reglas, adoptadas en 2009 autorizan en efecto, a las compañías, a cifrar sus reservas como bien les parezca, sin que haya verificación alguna por parte de una autoridad independiente.2
 
Para los industriales, la sobreestimación de los yacimientos de gas de esquisto, les permite hacer pasar a un segundo plano los riesgos relacionados con su explotación. Ahora bien, la fractura hidráulica no sólo tiene efectos dañinos sobre el medio ambiente: también plantea un problema estrictamente económico dado que genera una producción de una duración de vida muy corta. En la revista Nature, un ex-consejero científico del gobierno británico, David King, subraya que el rendimiento de un pozo de gas de esquisto declina en un 60 a 90% al cabo de su primer año de explotación.3
 
Una caída de rendimiento tan brutal hace obviamente ilusorio todo objetivo de rentabilidad. Tan pronto como una perforación se agota, los operadores deben perforar rápidamente otros para mantener su nivel producción y pagar sus deudas. Cuando la coyuntura es favorable, semejante clavado puede crear un espejismo durante algunos años. Es así como una actividad económica enclenque, la producción de los pozos de gas de esquisto – atónica a largo plazo pero fulgurante en breve – provocó una descenso espectacular de los precios del gas natural en los Estados – Unidos, los cuales pasaron de 7 a 8 dólares por millón de BTU (British Thermal Unit) en 2008, a menos de 3 dólares en 2012.
 
Los especialistas en inversiones financieras no son tontos. “La economía de la fractura es una economía destructiva, advierte el periodista Wolf Richter en el Business Insider.4 La extracción se devora el capital a una velocidad impresionante dejando a las empresas con una montaña de deudas cuando la producción se derrumba. Para evitar que ese derrumbe afecte sus ingresos, las compañías deben sacar más y más compensando los pozos secos con otros que se secarán mañana. Desafortunadamente un esquema semejante, tarde o temprano, se estrella en el muro de la realidad.”
 
Arthur Berman, geólogo que trabajó para Amoco (antes de que ésta se fusionase con British Petroleum), se dice sorprendido por el ritmo “increíblemente elevado” con que se secan los pozos. Y evoca el caso del campo de Eagle Ford en Texas – “la madre de todos los campos de aceite de esquisto” – indicando que “el descenso anual de la producción rebasa el 42%”. Para asegurar resultados estables, las compañías van a tener que perforar “casi mil pozos suplementarios cada año en el mismo campo. Es decir, un gasto de 10 a 12 billones de dólares por año... Si sumamos todo, se llega a un monto semejante al del salvamento de la banca en 2008. ¿De dónde van a sacar ese dinero?5
 
La burbuja de la industria gasera ya tuvo consecuencias en algunas de las más poderosas compañías petroleras del planeta. En junio pasado, el Director General de Exxon Mobil, Rex Tillerson, se quejaba amargamente explicando que el descenso de los precios del gas natural en Estados – Unidos era, en efecto una suerte para los consumidores, pero una maldición para su compañía, la cual ha sido víctima de una baja drástica de sus ingresos. Mientras que, ante sus accionistas, ExxonMobil pretendía aun no haber perdido ni un centavo a causa del gas, el discurso del Sr. Tillerson ante el Council on Foreign Relations (CFR), uno de los think tanks más influyentes del país, era casi para llorar: “Estamos perdiendo hasta la camisa. Ya no ganamos dinero. Todas las cifras están en rojo6
 
Casi al mismo tiempo, la compañía gasera británica BG Group se veía obligada a una “depreciación de sus activos en el gas natural norteamericano de 1,3 billones de dólares” sinónimo de un “descenso sensible de sus beneficios intermediarios.”7 El 1º de noviembre de 2012 después de que la compañía petrolera Royal Dutch Shell hubiese acumulado tres trimestres de resultados mediocres , con un descenso acumulado de 24 % en el año, el servicio de información del índice bursátil Dow Jones reportó la funesta noticia y se alarmó del “perjuicio” causado al conjunto del sector bursátil por este apasionamiento por el gas de esquisto.
 
*Publicado originalmente en el periódico mensual francés Le Monde Diplomatique, marzo, 2013, p. 20
** Politólogo, Director del Instituto para la Investigación en Políticas y Desarollo de Brighton, GB
1« Insiders sound an alarm amid a natural gas rush », The New York Times, 25 de junio de 2011
2Ruud Weijermars y Crispian McCredie, « Inflating US shale gas reserves », Petroleum Review, Londres, enero 2012
3James Murray y David King « Climate policy : Oil's tipping point has passed », Nature, nº 481, Londres, 26 de enero de 2012
4Wolf Richter « Dirt cheap natural gas is tearing up the very industry that's producing it » Businnes Insider, Portland 5 de junio de 2012
5« Shale gas will be the next bubble to pop. An interview with Arthur Berman » Oilprice, 12 de noviembre de 2012, http://oilprice.com
6« Exxon : « Losing our shirts » on natural gas » The Wall Street Journal, New York, 27 de junio de 2012
7« US shale gas glut cuts BG Group profits » Financial Times, Londres 26 de julio de 2012
 
 

viernes, 24 de enero de 2014

Santa Fé avanza hacia la producción grande en escala pequeña

Fuente y artículo completo: http://www.lacapital.com.ar/campo/Agricultura-familiar-la-madre-de-la-soberania-y-seguridad-alimentarias-20140107-0059.html

Agricultura familiar, la madre de la soberanía y seguridad alimentarias

"La agricultura familiar cumple un importante papel en las economías regionales, a la vez que favorece la sustentabilidad social, económica y productiva. Incluye al 66 por ciento de los productores argentinos y produce más de la mitad de los alimentos que se consumen en el país. En este sector, la unidad productiva y familiar está integrada, la familia aporta los medios de trabajo y los medios de producción. Hacia adentro, se transmiten las prácticas.
En su alcance, la agricultura familiar llega a áreas urbanas y periurbanas. Por ello, a la hora de pensar las políticas de seguridad alimentaria que los gobiernos vienen implementando..."
 
"Soberanía alimentaria. El concepto de soberanía alimentaria nace del movimiento campesino en la cumbre mundial de la alimentación de la FAO, en el año 1996. Desde entonces, se conoce como el derecho que tienen todos los pueblos para poder definir sus políticas agrícolas y de alimentos, sin ningún dumping. Se trata de poder elegir lo que comen y de qué manera lo quieren producir.
En su concepción, se pretende como una prioridad en las políticas de comercio de un país. Incluye, además, el concepto de seguridad alimentaria en tanto existe realmente soberanía alimentaria cuando toda persona, en todo momento, tiene acceso a alimentos inocua y suficientemente."
 
"Se apunta a lograr una alimentación segura y saludable, un consumo responsable y rico en calidad, basados en valores de la economía social y el comercio justo."

miércoles, 22 de enero de 2014

Grave denuncia por fumigaciones en Bandera


YO, FUMIGADO.

 

La realidad indica que tengo que dejar de hacerme preguntas cuyas respuestas ya conozco. Tampoco insistir en descripciones y diagnósticos infértiles. Es decir, basta de persistir en mostrar quienes, con qué y cómo me están envenenando. Créanme, en la Ciudad de Bandera (Santiago del Estero) lo sabemos muy bien y desde hace más de 20 años. ¿Y….?

He evolucionado en la adversidad: “mis” muertos jóvenes (muertos para siempre, ¿entendés?), me han enseñado que a falta de Estadísticas Epidemiológicas de Incidencia en el Hospital Público puedo tener dimensión del daño visitando los domingos  elocuentes lápidas mortuorias. Los cementerios hablan fuerte y claro. No los pueden callar. ¡Y….?

“Que la policía no actúe en circunstancias como las relatadas estoicamente por los compañeros de Hersilia no significa que no hayan sido “instruidos”, sino que “alguien no quiere que actúe”. Desde los mandos políticos “baja la orden” y, ante “la orden” los burócratas, Jueces y deliberantes se someten infectando con pus hediondo nuestra apaleada Democracia. Entonces emerge lo que con mucha rabia llamo “IMPUNIDAD PREVIA DE ORÍGEN POLÍTICO”. Los sojeros delinquen de cualquier manera posible porque saben que no van a ser “controlados” y, mucho menos, castigados. ¿Y…?

El Honorable (ja…) Concejo Deliberante de la Ciudad de Bandera (SE) no sesiona, está cerrado (¡¡¡CERRADO!!!! ¿entendés?) desde hace 3 (TRES) años. Poco importa porque sus Normas Regulatorias (si las hubiere) carecerían intencionalmente de MECANISMOS DE APLICACIÓN. Tal como en Leyes provinciales/Nacionales. Nos desangramos en “renuentes legislativos” tratando de obtener una Ordenanza/Ley que no tendrá “ninguna utilidad pública”. ¿Y….?

 

Mi realidad “ fumigada”, ¿importa?

¿Soy testimonio de un problema ambiental que “preocupa”, o víctima de una estrategia económica extractiva, deshumanizada y discriminatoria que “urge hacer cesar inmediatamente”?

 

No escuché una sola palabra de los presidenciables. No importa lo que haya más abajo, ni cuánto vociferen o prometan en las campañas ya que aceptaron estar invalidados como simples “acataordenes” y “levantamanos” de Ministerios/Deliberantes venalmente automatizados, algunos, orondos “ANALFABETOS FUNCIONALES”. ¡¡¡ANALFABETOS!!! ¿entendés?

Fíjate en lo patético de “encomillar” prácticamente todas las frases de este escrito porque nada es lo que parece, ni lo que debiera: las normas son falsas, cuando no “convenientemente malas” u obsoletas; Ordenanza y Leyes impracticables por falta intencional de presupuestos. Solo burócratas y “más burócratas defectuosos” puestos al servicio de corporaciones que crecen en la medida en que somos ineficientes en la protesta (con honrosa excepción de Córdoba y demás).

El ubicuo Agronomito Ettienof, representante oficial del lobby sojero desde hace más de DIEZ AÑOS, sigue asolando colegios primarios y secundarios y cuanta sede lo cobije pagado para desinformar a nuestros hijos inermes. Hasta el momento no he tenido el valor cívico de partirle la cabeza con una edición en acero inoxidable de la Constitución Nacional. ¡Maldito mercenario mentiroso”!

 

Y mi agobio y enfermedad crece por la magnitud del desastre, por su cronicidad y multiplicación propia de fenómenos apocalípticos. El Norte (ese “otro” mundo) “no entiende” como mi gobierno intenta autorizar la Soja transgénica GM 444Ø6 - DAS - 6 (Dow AgroSciences Argentina SA) tolerante a los herbicidas 2,4 - D, Glifosato y Glufosinato de Amonio en desesperado intento por controlar “supermalezas” que “reaccionan y se defienden” mucho mejor que nosotros.

Temo que mientras horadan nuestras paupérrimas defensas institucionales, en Santiago del Estero, en mi ciudad de Bandera ya estén utilizando “clandestinamente” este engendro criminal (como desde siempre se hizo con el 2,4-D y ciertos carbamatos y fosforados prohibidos en franca sinergia y bajo condiciones ilegales de comercialización y aplicación).

 

Entonces compañeros:

¿Cómo hago para seguir viviendo en Bandera?

¿Alguien tiene clara idea del acoso permanente, de lo que significa esconderse “diariamente” en la última habitación de la casa escapando del ominoso veneno?

¿Y a las pocas horas sufrir la vejación de ser saludado “amistosamente” por quien me fumigó; ver como baja ufano de la emblemática Toyota que lo mantuvo lejos y a salvo?

¿Alguien sabe qué siento al ver a estos asesinos verdes sentados a la diestra del Intendente, Obispo, Juez o periodistas simétricos?

¿Qué siento al escucharlos en la “única radio” promocionando prácticas responsables y nuevos venenos que terminarán con el hambre del mundo, toda vez que admiten que detrás de la soja hay “un  mundo con hambre”?.

-Yo, fumigado, ¿voy a seguir mendigando solidaridad en ámbitos hostiles y corruptos?

-Yo, fumigado, ¿voy a seguir denunciando lo que pasa en Bandera cuando “todos ya lo saben”?

-Yo, fumigado, ¿voy a seguir permitiendo que el hospital “público” oculte la verdadera causa de muerte de mis muertos?

-Yo, fumigado, ¿voy a seguir permitiendo que Agronomitos “pagos por todo concepto” “falsifiquen con sus firmas” Recetas Agronómicas que esconden mezclas altamente sinérgicas y letales con 36/38°, vientos de 40 km/h, a ¡¡¡200 metros de mis mamaderas!!! y luego disfruten “cristianamente” la Misa dominical sentados junto al pueblo que envenenan y ante una iglesia en perpetuo silencio?

-Me hacen, lo que me hacen y… ¿Yo que hago? -además de quejarme y señalar con el dedo a funcionarios modelados en plástica-arcilla, y tratar de “convivir en paz” con mi verdugo?

-Me hacen lo que me hacen y yo debo cuidar mi lenguaje para no herir la avaricia, calumniar la delincuencia o desenmascarar “asesinos verdes” disfrazados de mariposa.

-Me hacen lo que me hacen y yo debo respetar a los Jueces que me traicionan, a los corruptos que evaden sus ganancias, o a Instituciones venales que permiten el genocidio argentinísimo.

-Me hacen lo que me hacen y yo debo apoyar a una casta gobernante que cambia pueblos ancestrales, genuinos, por urbes violentas corrompidas por el vicio y  colonizada por subsidios.

-Me hacen lo que me hacen y yo estoy obligado a agachar la cabeza… y votar “lo que hay”, que en los años de vida que llevo ¡¡¡jamás me representó!!!.

Alguien dijo: Se puede vivir en Democracia; Se puede concentrar la riqueza en pocas manos. Pero no se pueden las dos cosas.
 
Victor Krieger Fabbroni [victordisc@hotmail.com]