lunes, 29 de junio de 2015

Entrevista y carta al Ministro de Salud, de compañeros de Paren de Fumigarnos Santa Fe en el Ministerio de Salud de a Nación.


Campaña Paren de fumigarnos

Crónica y sintesis de la entrevista en el Ministerio de Salud de la Nación, 22 de Junio 2015.

Por el término de una hora nos recibieron la Dra Andrea Carbone, Subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación en Salud, funcionaria del equipo del Ministro Daniel Gollán y el Dr. Pedro Ariel Kremer (refirió ser santafesino) Director Nacional de relaciones internacionales del Ministerio de Salud de la Nación (MSN). Carbone dijo viajar una vez por mes a Ginebra a las reuniones de la OMS.
Después de exponer nosotros 3, Edu, Roberto y Tere, charla en que la interiorizamos de lo que hicimos por varios años, pasamos a puntualizar nuestras demandas, que llevamos escritas y dejamos a la Dra Carbone para que el ministro pueda incorporarlo en la agenda principalmente en las próximas reuniones del Consejo Federal de Salud (CoFeSa).


1) Se solicito la sistematización de una base de datos que sea accesible vía internet de los casos de enfermedades sospechadas de estar causadas por la exposición a agroquímicos, en particular de cáncer y anomalías congénitas, registrados en todos los hospitales y servicios públicos de salud del País. Se llevó un formulario realizado anteriormente por el área de genética del MSN que coordina el Registro Nacional de Anomalias Congenita (ReNAC) llamado “Informe estadístico Hospitalario” que se aconseja vinculantemente para que Santa Fe lo aplique para ser llenado por el médico actuante en todas las maternidades de nuestra provincia. Dicho formulario que corresponde al bebe nacido presenta la opción si sus padres estuvieron expuestos expuesto a “Agroquimicos”. De paso también se solicito que aconseje a dicha provincia a incorporar la opción en el instructivo actual (se adjunta para recordar) que hoy lleva a cabo el Registro de Cáncer de la provincia de Santa Fe (ReCaSFe)
2) Se pidió un resumen de Listado y actuaciones con copias de análisis epidemiologicos de todas las denuncias llevadas a cabo hasta la actualidad, y que por protocolo tiene la Comisión Nacional de Investigación de Agroquimicos (CNIA).
3) Tomaron nota de nuestro pedido en orden a comunicarlo en reunión próxima de la CNIA (no pudieron decir que día es la próxima reunión). Como así también figuren algún representante de los vecinos fumigados.
4) Que se promuevan desde este Ministerio la legislación y/o las normativas conducentes a poner en práctica un adecuado y claro etiquetado de los alimentos elaborados con ingredientes provenientes de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) a fin de que la población pueda elegir y decidir sus formas de alimentarse. Le mencionamos que de dicho ministerio depende el Instituto Nacional del Alimento (INAL) que deben monitorear los alimentos que contienen trangénicos y restos de pesticidas, e informar al pueblo.
5) Se pidió que los encargados de trabajar dentro del MSN no tengan conflictos de intereses vinculados a las empresas agrobiotecnológicas (Anotaron el nombre de Augusto Piazza (Asesor de CASAFE) quien desde la CNIA se publicó un modulo de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Sobre esto se dejó bien planteado que no pueden cumplirse las BPA porque si bien el fumigador puede aplicarlo a la letra, los vecinos fumigados no. La Dra. Carbone nos dijo “qué alternativas hay a eso” le exigimos más control en las aplicaciones y que dicho ministerio saque una guía periurbanas de aplicaciones de pesticidas con indicadores de protección y prevención de la salud (le recordamos que el primer informe que llevó a cabo en 2009 la CNIA en la localidad de la Leonesa-Chaco, sobre recomendaciones de aplicación de los venenos).
6) Se pidió que evalúen prontamente la prohibición de glifosato y sus formulaciones en general (se le comento las presentaciones que se hicieron en el SENASA, entre otros lugares. Su respuesta es que eso lo tienen que “negociar” con el resto de los ministerios.
7) Se solicitó la sistematización de una base de datos -accesible vía internet- de los intoxicados, (tanto de forma aguda como crónica), por la exposición a agroquímicos en la provincia de Santa Fe. Se mencionó la problemática de los registros de intoxicados por pesticidas informados por nuestra provincia con anterioridad que son la mitad comparados con similares de otras provincias fumigadas como Cordoba y Bs As. Por ello se planteó que por falla de la aplicación del formulario C2 de denuncia médica, la provincia en 2012 crea la Sala de Situación de la provincia de Santa Fe (SaSiPro) que hace que cada médico informe digitalmente desde las 362 localidades santafesinas. Dicho programa digital se enmarca en el cumplimiento provincial de la resolución 276/2010 del MSN que creo los protocolos médicos. En base a eso pedimos que se lo financie ya que muchas comunas no tienen ni computadora ni personal para cargar la ficha completa para enviar a Epidemiologia del Ministerio de Salud provincial y ahí ser registrado por el MSN para su estadística a nivel país. La consecuencia de estas carencias es el subregistro de intoxicados.
En las grandes localidades de la nación, los que se encargan de registrar las estadísticas de intoxicados son los Centros de Investigación y Asesoramientos Toxicologicos (CIATs) como ejemplo en Rosario tenemos al centro privado de Toxicología, Asesoramiento y Servicio (TAS). También tenemos los Laboratorios de Análisis Clínicos toxicológicos (LATs) que comúnmente se encuentran centralizados en los hospitales públicos que deberían ser controlados por los ministerios de Salud. El TAS aparece en todos los marbetes de pesticidas como: “llame al TAS las 24 hs.” Además dicho organismo capacita como especialidad médica a gran parte de los toxicólogos de nuestro país y el Laboratorio de Análisis Clínico Toxicológicos (LATs) se centraliza con personal que integran la misma dirección del TAS en el Hospital Provincial. Al respecto les recordamos que en Rosario el CIATs de Toxicologia, Asesoramiento y Servicios (TAS) está financiado por la Cámara de Sanidad vegetal y Fertilizantes (CaSaFe).
Por lo cual repetimos que no queremos esa perversidad para silenciar las estadística de, por lo menos, la mitad más fumigada que es la zona sur provincial santafesina.
Dejamos saludos al ministro y nuestras direcciones electrónicas.
POR CAMPAÑA PAREN DE FUMIGARNOS DE SANTA FE
Roberto Pozzo - rpozzo@intec.unl.edu.ar -
Teresa Suarez - tsuarez@fibertel.com.ar -
Eduardo Rossi - edumartin74@hotmail.com -

Carta entregada a la Dra Carbone y por su intermedio, al Ministro de Salud de la Nación.
Santa Fe, 22 de Junio, de 2015
Dra. Andrea Cecilia CARBONE
Subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación del Ministerio de Salud de la Nación
De nuestra mayor consideración
Nos dirigimos a Ud y por su intermedio al Sr. Ministro de Salud de la Nación Dr Daniel Gollan, a fin de manifestarle nuestra preocupación, por los graves efectos nocivos que sobre la salud y el ambiente de nuestros pueblos, causan las prácticas de producción agroindustrial predominantes en una extensa región de nuestro país que abarca varias provincias: Santa Fe, Córdoba, Entre Rios, Chaco, Buenos Aires, Salta, Santiago del Estero, por solo nombrar algunas.
Nuestro deber de ciudadanos comprometidos con el presente y el futuro de nuestro país nos ha impulsado a manifestarle nuestra inquietud en forma personal y a hacerle entrega del presente documento, para llamar su atención y la del Sr Ministro, sobre este grave problema de salud pública cuyas consecuencias padece todo el país pero en particular, los habitantes de pueblos localizados en las áreas de producción antes mencionadas. Lo hacemos en la esperanza de que estos aportes ayuden a que el accionar que esté a vuestro alcance contribuya a que se tomen las medidas legislativas, ejecutivas y judiciales que sean necesarias para suministrar un ambiente sano a dichos pobladores, en especial a los niños, que se ven comprometidos en su desarrollo futuro.
A través del Movimiento “Paren de Fumigarnos”, formamos parte de un amplio colectivo de personas y organizaciones de la sociedad civil que trabaja y lucha desde hace diez años por el cuidado del ambiente, del cual formamos parte; ya que el planeta es “nuestra casa”. Este colectivo se propone un cambio cultural hacia la sostenibilidad ambiental, social y económica de los procesos productivos que permitan la satisfacción de las necesidades de las personas de todos los sectores sociales, tanto en el presente como en el futuro.
En las últimas décadas los sistemas productivos agrícolas han sufrido en el mundo, y también en nuestro país, un cambio trascendente, persiguiendo el objetivo primario de aumentar la cantidad de superficie y tonelaje cosechados. El actual modelo basado en el monocultivo de grano de generación biotecnológica llamado transgénico u organismos genéticamente manipulados (OGM), conlleva la utilización de cantidades crecientes de plaguicidas (herbicidas, insecticidas, fungicidas, etc.), que están afectando seriamente la salud de la población que convive con estos cultivos. Una vez liberados al ambiente, estos plaguicidas contaminan los ríos, las capas freáticas, el aire, la tierra, las huertas, los corrales, deteriorando así por vías diversas la calidad de vida y la salud de las poblaciones inmersas en el entorno afectado.
Los efectos de los agroquímicos sobre la salud humana pueden ser “Agudos” y/o “Crónicos”. Los primeros se manifiestan a corto plazo, con efectos neuro comportamentales, gastrointestinales, respiratorios, musculares y de la piel. Las intoxicaciones agudas también pueden causar la muerte en el curso de semanas. Los segundos se hacen evidentes luego de un largo período de tiempo. Los efectos crónicos provocan problemas de desarrollo y la reproducción, disrupción endocrina, problemas neurocomportamentales, efectos carcinogénicos e inmunológicos.
Desde hace varios años se alerta por la presencia inusual de un número asombrosamente elevado de habitantes que presentan enfermedades malignas, cánceres principalmente, y también una llamativamente excesiva aparición de malformaciones congénitas en recién nacidos, abortos espontáneos y trastornos de la fertilidad.
Dentro de los daños a la salud humana que se evidencian a raíz de la aplicación de estos productos podemos citar el informe del 1º Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados de Octubre de 2010 (http://www.reduas.fcm.unc.edu.ar/informeencuentromedicospu…/) que ratifican con estudios científicos lo anteriormente descripto. Participaron del encuentro más de 160 investigadores y docentes de seis universidades nacionales. En dicho encuentro se elaboró un documento en el que puede leerse: “Afectaciones a la salud por la exposición a agrotóxicos (del documento “Declaración de Caroya”) tales como:
-reducción de la edad media y talla de crecimiento en pueblos fumigados por
desnutrición y descenso de las defensas naturales,
-malformaciones congénitas,
-mutagénesis,
-pérdidas de embarazo,
-depresión y suicidios,
-afecciones al sistema nervioso central y otras patologías neurológicas,
-invalidez, espina bífida, lupus, leucemia y otros tipos de cáncer,
-cloracné y otras afecciones cutáneas,
-asma, alergias y otras afecciones respiratorias y pulmonares,
-esterilidad e impotencia masculina,
-disrupción hormonal y otros trastornos hormonales,
-disminución del desarrollo en la infancia,
-síndrome febril prolongado sin foco,
-mayor vulnerabilidad infantil a contaminantes,
-anemia, esclerosis múltiple, e isquemia cerebral.”
Es necesario detenerse en particular en la exposición de los niños. El Programa de Naciones Unidas para el Ambiente, PNUMA en su informe del año 2004 “Intoxicación por plaguicidas en niños. Información para la gestión y la acción”, describe que los niños son a menudo más vulnerables que los adultos a los efectos de los plaguicidas como resultado de varios factores de riesgo. Esto abarca su tamaño más pequeño; mayor exposición por medio de los alimentos, suelo, agua y aire; diferente metabolismo, rápido crecimiento y desarrollo de sus sistemas orgánicos. Debido a que los niños están en mayor riesgo necesitan más protección. Se necesita estar más alerta acerca de los riesgos, especialmente con los plaguicidas más tóxicos ya que los efectos adversos en los niños son completamente prevenibles.
Coinciden con el informe de la PNUMA, las conclusiones del trabajo “AGROQUIMICOS: IMPACTO DE LA INTOXICACION SUBCLINICA EN PEDIATRIA” de la Medica Dra Cecilia López Peluso ex Jefa de Residentes del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez” realizado en el marco de la Carrera de Especialización de Pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en el cual se detallan los impactos de los agrotóxicos en los niños.
La Dra. López Peluso señala que “definitivamente los niños conforman el grupo de mayor vulnerabilidad frente a la exposición a los agroquímicos, tanto para intoxicaciones agudas como subagudas y crónicas. El grupo de mayor riesgo son los menores de 6 años (57% de las intoxicaciones agudas reportadas en Estados Unidos), y aquellos con algún tipo de retraso en la maduración. La mayor vulnerabilidad de los niños está dada por varios factores: El comportamiento y actividades particulares y únicas de los niños, el mayor contacto con la naturaleza a través del juego, y la actividad “manoboca repetitiva” sin las precauciones de lavado de manos rutinario, así como en hábito de pica, los ubica en una situación de mayor riesgo con respecto a los adultos, con mayor exposición a los pesticidas presentes en el aire, suelo y agua. Sus órganos respiratorios están más cerca del suelo, donde los residuos tóxicos suelen acumularse. Los residuos de pesticidas aerosolizados pueden depositarse sobre superficies como juguetes y muebles hasta 36 hrs posteriores a la aplicación original.”
En la provincia de Chaco un informe mostró aspectos reveladores. Cuando se analizó la incidencia de cánceres infantiles en el pueblo más agredido con agrotóxicos (La Leonesa), y se lo comparó con pueblos cercanos medianamente fumigados (Las Palmas), y poco fumigados (Puerto Bermejo), los resultados reforzaron el vínculo con un mayor grado de exposición a plaguicidas.
En otra provincia argentina, Misiones, el Centro Latinoamericano de Registro de Malformaciones Congénitas (ECLAM) informa que la Provincia tiene una tasa de 0,1 en 1000 nacidos vivos con defecto de cierre del tubo neural; mientras que el Dr. Demaio registra en el Hospital Provincial de Pediatría 7,2/1000, (70 veces más), tasa que aumenta año a año. Su equipo geo referenció el origen de las familias y todos provienen de zonas fuertemente fumigadas.
En la provincia de Córdoba un estudio realizado por la genetista Gladys Trombotto mostró que los bebés nacidos con malformaciones congénitas severas en la Maternidad Nacional de Córdoba aumentaron entre dos y tres veces entre 1971 y 2003. El incremento se vincularía a la exposición a agroquímicos, ya que el estudio descartó que las malformaciones estuvieran relacionadas con otro tipo de antecedentes biológicos y médicos de las madres. Otro equipo de investigación del Departamento de Ciencias Naturales, de la Universidad Nacional de Rio Cuarto (UNRC) dirigido por la Dra. Delia Aiassa, docente investigadora de dicho Departamento en la Facultad de Ciencias Exactas, Físico–Químicas y Naturales, demostró que las personas que tienen contacto directo con pesticidas tienen un daño aumentado en su material genético, en relación a aquellas personas que tienen otras actividades.
Una reciente investigación de campo en la localidad cordobesa de Monte Maíz, llevada a cabo por un equipo de docentes y estudiantes de la Fac. de Medicina de la Universidad nacional de Córdoba (UNC) dirigido por el Dr. Medardo Ávila Vázquez, mostró que enfermedades como cáncer, hipotiroidismo, abortos espontáneos, malformaciones en nacimientos y varias otras tienen un índice de ocurrencia varias veces superior comparado con la medias nacionales y con poblaciones menos expuestas a las fumigaciones. Investigaciones similares llevadas a cabo por una cátedra de la Fac. de Medicina de la universidad de Rosario (UNR) dirigido por el Dr. Damián Verzeñasi encontró similares resultados en varios pueblos cercanos a zonas fumigadas en la Provincia de Santa Fe
También en la Universidad de Córdoba se realizó un estudio de casos controles en 134 mujeres que fueron sometidas a intervenciones quirúrgicas por lesiones mamarias en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. (Angulo Lucena et al. 2001). El estudio identificó los niveles del pesticida Aldrín en grasa mamaria como el factor más significativo en lesiones malignas, estableciendo una relación causal entre este plaguicida y el cáncer de mama. Investigaciones locales demuestran la vinculación entre las aplicaciones de pequeñas dosis de herbicidas catalogados como Clase IV (levemente tóxicos), entre ellos el Glifosato, y la generación de múltiples malformaciones en vertebrados. La investigación del equipo del Dr. Carrasco del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA es tan sólo una entre tantas de las que se vienen realizando en nuestro país y que advierten sobre la particular incidencia de los agroquímicos sobre toda la vida y, en especial, por analogía, sobre aquellas especies que son compatibles con la nuestra. (www.pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/tx1001749).
No sólo los médicos e investigadores de nuestro País denuncian la alarmante situación.. Estudios de laboratorio y de campo, realizado por Universidades han demostrado en todo el mundo el carácter contaminante –en distinto grado de los agroquímicos. En Francia, en la Universidad de Caen, un equipo encabezado por el Dr. Gilles Eric Seralini halló que dosis muy bajas (10 y 100 veces más bajas que las dosis utilizadas por los trabajadores agrícolas de glifosato) resultaban tóxicas para las células de embriones humanos, al igual que para las células fetales y placentales. También encontró que la síntesis de las hormonas estaba perturbada con el Roundup y que esto se amplificaba con la formulación del producto. “Aun en dosis diluidas mil veces, los herbicidas Roundup estimulan la muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción, además de distintos tipos de cánceres”, afirmó Seralini.
En 2002, un equipo científico conducido por Roberto Belle del National Center for Scientific Research (CNRS), estación biológica científica en Roscoff, Francia, demostró que el Roundup activa una de las etapas clave de la división celular que potencialmente pueden conducir al cáncer. El equipo demostró en la revista Toxicological Science (diciembre de 2004) un daño en un 'punto de control’ del ADN afectado por el Roundup. Bellé afirmó que la aspersión aérea de este químico es “una locura”..... “El glifosato formulado es el que provoca las primeras etapas de la canceri-zación.”
Otro estudio, publicado en abril de 2005 por la Universidad de Pittsburgh, EEUU, sugiere que el Roundup es un peligro para otras formas de vida no vegetales. El biólogo Rick Relyea encontró que el Roundup es extremadamente mortal para los anfibios. En lo que se considera uno de los estudios más completos sobre los efectos de los pesticidas en organismos no vegetales en un escenario natural, Relyea encontró que el Roundup causó una declinación de 70 por ciento en la biodiversidad anfibia y una caída de 86 por ciento en la masa total de renacuajos. Los renacuajos de la rana leopardo y los renacuajos grises de la rana del árbol resultaron casi eliminados. En un análisis de estudios realizados entre los años 1990 y 2003 efectuado por Sanborn et al. (2004) se resumen los efectos de los plaguicidas en la salud humana; dichos efectos a la salud son categorizados en dos grandes grupos: cáncer y no cáncer. Respecto al grupo cáncer, analizan la presencia de cáncer en cerebro, mamario, colonrectal, páncreas, riñón, pulmones, próstata, estómago, leucemia, ovarios, testicular, entre otros, encontrándose una relación entre el uso de plaguicidas y estas enfermedades. Genotoxicidad, inmunotoxicidad, y susceptibilidad genética fueron otros de los aspectos considerados en el análisis de Sanborn. De acuerdo con este análisis, se encontró una asociación positiva entre la exposición a plaguicidas y aberraciones cromosómicas.
Un informe de Stella Benítez Leite et al. (2009), muestra asociación entre la exposición a plaguicidas y malformaciones congénitas en neonatos nacidos en Hospital Regional de Encarnación, Paraguay. El dato más relevante fue encontrar la asociación de vivir cerca y a menos de 1km de los campos fumigados tenían un mayor riesgo de tener hijos malformados.
En un estudio realizado en Francia por Baldi et al. (2003), se obtuvieron resultados que sugieren que la exposición a plaguicidas está relacionado con la presencia de enfermedades neurodegenerativas tales como Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. Si bien no es factible asociar estos problemas a un determinado tipo de plaguicida, destacan que dada la procedencia de las personas sometidas al estudio, el uso de fungicidas en zonas agrícolas puede ser una de las causas de estas enfermedades.
Solo recientemente se han estudiado los efectos de los plaguicidas en las respuestas inmunes, con lo que ahora se sabe de los cambios importantes que se pueden presentar en el sistema inmune después de la ingestión de plaguicidas. Se sabe que muchos plaguicidas químicos causan daño o supresión del sistema inmune, lo cual ha permitido enfocar estudios hacia la inmunotoxicidad inducida por plaguicidas (Benerjee 1999). En ese sentido, se ha encontrado que los plaguicidas suprimen la respuesta inmune mediadora tanto a nivel humoral como celular. En un reciente informe, la Defensoría del Pueblo de la Nación afirmó que los agroquímicos tienen directa vinculación con las discapacidades, aseverando que las malformaciones, los padecimientos neurológicos y otras dolencias ligadas al uso indebido de estos productos son la vía hacia la discapacidad de niños, niñas, jóvenes o adultos. Ante esta situación, el organismo reclama la implementación del Principio Precautorio demandando “una urgente atención precautoria y preventiva para evitar el riesgo de daño a una población desfavorecida, o bien para impedir el curso del perjuicio” y a que el Ministerio de Salud tome medidas preventivas y eficaces.
En el punto nº 21 de la demanda entablada por Ecuador contra Colombia por causa de las aspersiones realizadas por este último en la frontera común con formulados de glifosato por ante la Corte Internacional de La Haya (2008) puede leerse que “algunos estudios toxicológicos recientes también sugieren que el glifosato presenta riesgos muy reales determinado que produce efectos adversos en todas las categorías de pruebas toxicológicas estándar. Estas pruebas incluyen toxicidad a mediano plazo (lesiones en las glándulas salivales), toxicidad a largo plazo (inflamación de la mucosa gástrica), daños genéticos (en las células de la sangre humana), efectos sobre la reproducción (reducción en el conteo de espermatozoides en ratas; mayor frecuencia de esperma anormal en conejos) y su poder cancerígeno (elevada frecuencia de tumores de hígado en ratas macho y cáncer a la tiroides en ratas hembra).
Aunque, evidentemente, no se han realizado experimentos en seres humanos, los estudios realizados a personas expuestas al glifosato (generalmente agricultores, niños de escuelas rurales, vecinos cercanos a los silos, etc.) indican una asociación con un mayor riesgo de abortos, nacimientos prematuros y linfoma no Hodgkin. La toxicidad del glifosato es especialmente grave cuando se lo inhala, como sería el caso en exposiciones al vapor que provocan las aspersiones aéreas.” (http://www.serpajamericalatina.org/secretaria…/…/demanda.pdf) recogiendo conclusiones de la Comisión Científica Ecuatoriana (2007) (http://www.uasb.edu.ec/…/revista…/documentos/aspersiones.pdf) en la frontera entre ambos países. Nadie se encuentra a salvo toda vez que los pesticidas sufren un proceso de vaporización que los termina dispersando en el aire y luego en las nubes, de donde literalmente llueve sobre todas las personas. Esto ya fue verificado en un estudio de 2007 del U.S. Geological Survey y reforzado por un estudio del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA) de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde se encontró principalmente glifosato y atrazina.
Un problema creciente en la agricultura implementada en nuestro país –y a nivel global deviene de la aparición de “plagas” que, como se ha dicho anteriormente, van adquiriendo las resistencias que se producen debido al uso de plaguicidas químicos. Esto significa que las mismas cantidades, concentraciones y formulados van perdiendo eficacia –entendida ésta como la capacidad de eliminar organismos vivos frente a la supervivencia de ejemplares que cuentan con mayor capacidad innata de soportar la agresión, requiriendo para su eliminación el aumento de aquéllas. En el mundo ya se han detectado más de 300 malezas resistentes a herbicidas a productos potenciando el inconveniente. Esto da como consecuencia que se usen productos cada vez más tóxicos y en dosis mayores. Así vemos como diariamente se cursan autorizaciones para usar eventos transgénicos resistentes a glufosinato, 24 D, Triazinas, Isoxaflutole, etc. Sin mayor esfuerzo se advierte que el incremento en concentraciones y toxicidades, independientemente del análisis de su viabilidad en el tiempo, va acompañado del empeoramiento de las condiciones ambientales y sanitarias.
Por último pero no por ello menos importante, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de recategorizar recientemente al Glifosato como “probablemente cancerígeno”, terminando por dar la razón a insistentes reclamos y presentaciones científicas y de organizaciones ambientalistas y después de resistirse por más de 20 años, respondiendo al lobby de Monsanto y otras multinacionales promotoras y beneficiarias del modelo agroindustrial basado en los OGM.
El discurso que defiende el monocultivo extensivo con el uso de pesticidas ignora y oculta entre muchas otras cosas que:
• La soja y otros transgénicos compiten destructivamente con otros cultivos; desplazan, entre otras, a la actividad tambera, las pasturas y los cultivos de algodón, con sus respectivas cadenas de valor.
• Se destruye la capacidad de producir alimentos sanos y diversos en el campo argentino. Los cultivos transgénicos en superficies que ocupan hasta el borde mismo de las poblaciones donde vive la gente, impiden que en esos territorios se cultive para abastecer a esas mismas poblaciones, con alimentos sanos y de precios más accesibles.
• Privilegia la demanda del mercado internacional, dificultando la satisfacción de la demanda del mercado interno, con la consiguiente presión sobre los precios internos de los alimentos.
• Se destruye la autonomía de los productores agrarios, haciéndolos dependientes de un sistema que los degrada a ellos y a su ambiente.
• Los agroquímicos aplicados generan enfermedades que incluso causan la muerte entre los trabajadores rurales, la población del campo, de los pueblos y de las ciudades afectadas por las aplicaciones.
• Los riesgos y los daños que producen los agroquímicos que este sistema productivo necesariamente debe utilizar en forma masiva, que serán cada vez mayores ya que las resistencias generadas por las plagas requieren del uso de productos cada vez más tóxicos y los nuevos eventos transgénicos resistentes también a ellos; como es el caso del herbicida 2, 4, D.
• Las alteraciones y riesgos de daños irreversibles de los cultivos transgénicos en la biodiversidad y la evolución biológica.
• Los daños y riesgos de los alimentos que contengan insumos provenientes de cultivos transgénicos, y la falta de información al consumidor de los riesgos asociados.
• La destrucción de nuestros ecosistemas y la erosión de la biodiversidad, afectando los procesos ecológicos esenciales, el ciclo del agua, de los nutrientes, del dióxido de carbono, el flujo energético y las cadenas tróficas, sin los cuales no es posible la vida que conocemos y su evolución.
• Al igual que en otros países, el monocultivo genera un sistema ineficiente y/o corrupto en los organismos de control y certificación de agroquímicos y de agroalimentos, aprobando productos que no deberían ser permitidos y envían al mercado alimentos que no son sanos, presionados precisamente por el sistema empresario que los produce.
• Pretenden reemplazar el equilibrio biológico que limita naturalmente las plagas animales y vegetales con pesticidas. Esto genera la aparición de plagas resistentes a esos pesticidas, obligando a la aplicación de cada vez mayor cantidad de productos cada vez más tóxicos.
• El sistema de producción agrícola dominante y su cadena de valor es el principal generador de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, el principal responsable del cambio climático de origen antrópico; genera entre el 44 y el 57 % de las emisiones globales de estos gases.
El sistema transgénico de producción agrícola no tiene en cuenta la sostenibilidad ambiental y social; es decir, el ambiente y la gente es algo que no le incumbe, salvo que los empresarios se vean forzados a ello. Creen que los impactos negativos de la tecnología serán resueltos con nueva tecnología, que generará nuevos problemas ambientales supuestamente resueltos con más tecnología, y así al infinito.
Por otra parte, el llamado “capitalismo salvaje” no hace sino volver más fuertes a los fuertes, más débiles a los débiles y más excluidos a los excluidos. Es en el actual sistema de producción agroindustrial intensivo donde más se nota:
• Se concentra el ingreso en poquísimas personas, dejando a muchos en la pobreza y en la indigencia, con la sola alternativa de recibir un subsidio estatal.
• El desplazamiento de las personas desde el campo y las pequeñas poblaciones hacia los asentamientos marginales de las grandes ciudades, degradando su calidad de vida y agravando los desequilibrios poblacionales y ambientales.
El argumento de las empresas que venden estos productos es que sin ellos no sería posible realizar la producción agrícola en la escala necesaria para paliar el hambre del mundo. Esta afirmación es discutible, pero resulta una vileza sugerir que hay que elegir entre sufrir los efectos en la salud y el ambiente de las sustancias tóxicas o padecer hambrunas.
Del mismo modo, el argumento que el monocultivo con semillas transgénicas, (en particular la soja) es funcional a la economía del país por los recursos en divisas que estas “commodities” proporcionan, es igualmente, al menos, cuestionable ya que no se contabilizan en el “debe” los cuantiosos recursos que deben destinarse a salud pública por el incremento de enfermedades producidas por la exposición a agrotóxicos; y a atender necesidades primarias de las poblaciones marginales que rodean a las grandes ciudades, producto de décadas de olas migratorias generadas por el desplazamiento de las poblaciones campesinas, prescindibles en el modelo agropecuario extensivo vigente. Tampoco se tienen en cuenta las divisas que salen del país por la compra de ingentes cantidades de agroquímicos y/o fertilizantes de manufactura o de insumos extranjeros, amén del alto consumo de combustibles fósiles empleados en la producción de dichos cultivos.
El sistema transgénico no alimenta a los que tienen hambre en el mundo, tampoco a nuestro pueblo. Alimenta al ganado chino y europeo para satisfacer las demandas de carne de sus clases medias y altas y en los últimos años algunos motores a combustión interna, principalmente de automóviles de transporte particular.
Nosotros creemos que existen soluciones dentro del ámbito de la Agroecología que pueden extenderse hasta cubrir las necesidades humanas. Una de las técnicas agroecológicas más estudiadas, pero no la única, es la agricultura biointensiva, que puede producir el alimento para una dieta vegetariana para una persona durante todo el año en menos de 400 m2. Lo que implica que en las casi 20 millones de hectáreas de soja transgénica se podría producir para alimentar a 500 millones de personas; con alimentación sana, sin transgénicos ni agroquímicos, cuidando la sostenibilidad ambiental y la salud de la población asociada y la de los trabajadores, con autonomía tecnológica de los productores, y sobre todo preservando la soberanía alimentaria del pueblo argentino. Con el agregado de que la demanda internacional y el valor agregado de esos alimentos es mucho mayor que la de la producción transgénica.
Con una “externalidad” positiva muy valiosa de los sistemas agroecológicos de producción de alimentos, su desarrollo generalizado podría participar en la limitación del efecto invernadero a través de la fijación de hasta las 2/3 partes del exceso de dióxido de carbono en la atmósfera, a través de los procesos que incrementan la materia orgánica en los suelos cultivados.
Muchas familias eligen la agricultura familiar como forma de vida; su principal impedimento es hoy el sistema transgénico de producción, principalmente sojero; no son limitaciones tecnológicas ni de mercado, aunque todavía es necesario mejorar el acceso de estos productores a una comercialización justa. A pesar de esas limitaciones, son las granjas y huertas familiares las que continúan produciendo, al menos por ahora, hasta el 70% de los alimentos que llegan a la mesa de los argentinos, según informes oficiales.
Esos sistemas productivos privilegian la sostenibilidad de la capacidad productiva de los ecosistemas en general y del suelo en particular, así como también la sostenibilidad de la sociedad donde están insertos, porque forma parte y depende de ellos. Son sistemas productivos a los que les interesa la gente y el ambiente, mucho más que la rentabilidad del capital. Todas las ventajas que tienen para la sostenibilidad social y ambiental, son desventajas para el capital dominante; por eso son mucho más compatibles con organizaciones sociales que distribuyen el poder y el ingreso. Y requieren de todo nuestro apoyo y nuestra promoción.
Podríamos agregar varias páginas en cada ítem, sin embargo, creemos que lo aquí expuesto es más que suficiente para solicitar que el accionar de ese Ministerio marque el inicio de un camino en una política que debería ser de Estado, para proteger nuestra salud, no se generen desigualdades y se consiga llevar alimentos a todo el que lo necesite.
QUÉ SOLICITAMOS:
En función de los considerandos precedentes, es que nos permitimos solicitar a este Ministerio lo siguiente:
1) La sistematización de una base de datos que sea accesible vía internet de los casos de enfermedades sospechadas de estar causadas por la exposición a agroquímicos, en particular de cáncer y anomalías congénitas, registrados en todos los hospitales y servicios públicos de salud del País.
2) Listado y actuaciones de todas las denuncias llevadas a cabo hasta la actualidad, y que por protocolo tiene la CNIA (Comisión Nacional de Investigación de Agroquimicos)
3) Acciones de apoyo activo por parte de ese Ministerio, a la presentación por vía administrativa ante el SENASA de Diferentes ONGs y cátedras de Universidades de distintas provincias, conforme lo establece el Punto 3 del Capítulo 18 de la resolución SENASA 350/1999, solicitando disponga el procedimiento de Análisis de Riesgo de todos los registros con el principio activo” Glifosato” junto con el pedido de una medida cautelar administrativa en la que se dispongan restricciones en el uso y aplicación del glifosato, en los siguientes términos:
1) La prohibición de las aplicaciones aéreas de todos los registros que lleven como principio activo el glifosato.
2) La prohibición de las aplicaciones terrestres de todos los registros que lleven el principio activo del glifosato a una distancia inferior a los 5000 mts de las zonas urbanas de los municipios, asentamientos poblaciones, escuelas rurales, huertas, centros apícolas, ríos, arroyos, lagunas, cursos y espejos de agua, como así de pozos de extracción de agua para consumo humano. (Se acompaña copia de dicha presentación).
4) Que se promuevan desde este MInisterio la legislación y/o las normativas conducentes a poner en práctica un adecuado y claro etiquetado de los alimentos elaborados con ingredientes provenientes de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) a fin de que la población pueda elegir y decidir su formas de alimentarse
Sin más saludamos cordialmente a Ud. y por su intermedio al S . Ministro Gollán quedando a vuestra disposición y apostando a que éste sea el comienzo de un diálogo fecundo, aportando nuestra colaboración en todo lo que redunde en favor de la salud y de un ambiente cada vez más libre de contaminantes para todos los habitantes del País.
POR CAMPAÑA PAREN DE FUMIGARNOS DE SANTA FE
Roberto Pozzo rpozzo@intec.unl.edu.ar
Teresa Suarez tsuarez@fibertel.com.ar
Eduardo Rossi edumartin74@hotmail.com

martes, 23 de junio de 2015

Carta a la Comisión de Agricultura que se enviará el jueves próximo

          Buenos Aires, Jueves 25 Junio  2015


Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería
Diputado Nacional Luis Basterra

Honorable Cámara de Diputados de la Nación
Vicepresidente 1º de la Comisión de Agricultura y Ganadería
Diputado Nacional Juan Casañas


Ref: Proyecto de ley de Elaboración, Registro, Comercialización y Control de Productos Fitosanitarios
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De nuestra mayor consideración:
Nos dirigimos a usted con motivo de hacerle llegar nuestras reflexiones acerca del Proyecto de Ley sobre Plaguicidas que en el día de ayer martes 9 de Junio hemos tomado conocimiento sobre lo que entendemos es la última versión del texto. (Adjuntamos archivo)
Esta nueva propuesta nos sigue generando preocupación ya que si bien se han quitado párrafos, muy cuestionables respecto a la autorización del uso de plaguicidas incluidos en los convenios internacionales; el nuevo proyecto presentado mantiene la estructura, naturaleza y esencia respecto al rol asignado a los plaguicidas dentro del manejo integral de los cultivos, los organismos de contralor y la participación real de la sociedad civil. 
Recordamos que siempre es mejor no utilizar plaguicidas pero dado el contexto de discusión proponemos el análisis de algunos aspectos y conceptos publicados en el proyecto de ley presentado. Además creemos que es necesario y conveniente que el proyecto pase por las Comisiones de Salud y Ambiente. Estos productos deben ser registrados y el registro estar sometido a determinadas regulaciones porque causan daño y riesgo a la salud y al ambiente. Si así no fuera, no necesitarían ser regulados.
1-    Sobre el concepto fitosanitario; volvemos a insistir sobre que este concepto  no es neutro, las formas o modos a partir de las cuales denominamos a objetos, hechos y procesos puede darse a partir de la familiaridad, cierto acercamiento, a los hábitos y prácticas, pero también subsiste el intento de ocultar la posible incidencia de esos hechos o elementos por ejemplo en la salud socio ambiental. La expresión agroquímicos biocidas es mucho más representativa de los productos que se cuya gestión se quiere regular.


2- No se avanza sobre modificaciones sustanciales en las normas sobre registro y categorización de los plaguicidas. Dada la información creciente sobre el efecto crónico de los plaguicidas es inaudito y obsoleto seguir categorizando a los productos químicos principalmente por su toxicidad aguda, la DL 50 o dosis letal media de cada producto, ignorando la absoluta mayoría de los daños subletales y crónicos, salvo los dermales y oculares. Investigaciones retrospectivas y de prospectivas, monitoreos epidemiológicos han determinado la relación entre la utilización de plaguicidas y por ejemplo el efecto disruptor endocrino, el desarrollo de canceres o mal de Parkinson. Este proceso de enfermedades crónicas debe ser atendido tanto para su categorización toxicológica como para su registro.
3- No se avanza en la creación de un organismo realmente independiente para la regulación integral de los plaguicidas. Al igual que otros países de Latinoamérica se debe crear una agencia autárquica la cual deberá tener la facultad de autorizar importaciones y el registro de los principios activos, determinar las pautas y realizar las categorizaciones toxicológicas y establecer las normas de distribución y aplicación de los plaguicidas. No es posible que la misma institución, el SENASA, sea quien reglamente, ejecute y se autoevalué. Datos de la realidad así como evaluaciones realizadas por organismos de contralor nacional corroboran la afirmación. El organismo creado deberá contar con miembros del Ministerio de Salud y Ambiente además del Ministerio de Agricultura y con la participación de la sociedad civil. La autarquía y transparencia en las resoluciones seguramente redundarán en una limitación al uso de los plaguicidas en general y de los extremadamente peligrosos en particular.
4- El apoyo mediante políticas específicas que lleven una reducción en el uso de plaguicidas debe ser más explícito. La incorrecta nutrición de los suelos junto a una reducción drástica de la biodiversidad natural cultivada ha determinado que una gran cantidad de insectos “perjudiciales” posean más alimentos y se vean menos sometidos a la presión de predadores y parásitos lo cual implica mejores condiciones de supervivencia y reproducción. En las producciones agroecológicas no existen “plagas” todos los organismos participan necesariamente de las redes tróficas.
La necesidad de incrementar el uso de plaguicidas, tanto en cantidad como en el grado de su toxicidad, está directamente relacionada además con la expansión de los monocultivos, especialmente de los transgénicos de primera generación resistentes a los plaguicidas que promueven el dominio e invasión de las denominadas supermalezas.
5- Acerca de los productos prohibidos en otros países. Nada se dice en el proyecto presentado sobre la autorización, el registro y distribución de plaguicidas prohibidos en sus países de origen, como el imidacloprid y el friponil. Éste debería ser un punto de vital importancia
6-  Acerca del Observatorio científico tecnológico, Articulo 1 Punto g. Se debería ampliar la comisión con la participación de la sociedad civil  sino quedaría en las mismas condiciones de la comisión nacional de seguimiento sobre agroquímicos y la CONABIA, cerrada a organizaciones que puedan ofrecer una mirada crítica. En el mismo sentido y respecto al consejo consultivo del SENASA, no se establece de manera taxativa cómo será la participación de la sociedad civil, esto puede dar paso una discrecionalidad en las invitaciones. Recordamos que a seis años de su creación y pese a los pedidos de inclusión no podemos participar en las reuniones de la comisión nacional de seguimiento de los agroquímicos creada por decreto presidencial en enero del año 2009, pese a que en dicho decreto se enuncia que serán invitadas a forma parte organizaciones de la sociedad civil.
7- Sobre la participación del Ministerio de Salud en el registro y categorización de plaguicidas. Artículo 2. Es indispensable que el Ministerio de Salud participe activamente en las evaluaciones y determinaciones referidas a la admisión, categorización y autorización de los plaguicidas dada la vinculación entre el uso de plaguicidas y el deterioro en la salud.
8- Respecto de la posibilidad de suspender, restringir o prohibir la importación, elaboración, fraccionamiento, comercialización y uso de determinadas sustancias activas y/o productos formulados cuando razones científico técnicas así lo ameriten -Articulo 7- , las medidas deben darse en todo el territorio nacional y en todos los cultivos a fin de evitar que se compren un lugar y utilicen en otro territorio o que se adquieran para un cultivo y se usen en otro – ejemplo restringido a utilizarse en plantas ornamentales que pueden usarse en otras especies-.
9- Respecto a la posibilidad de que El SENASA podrá, ante emergencias sanitarias declaradas, autorizar circunstancialmente, con carácter de excepción y previo informe técnico, el uso de determinados productos fitosanitarios que no estuvieran aún autorizados para los cultivos en riesgo -Articulo 8-, se plantea una situación muy peligrosa no podemos poner en riesgo la salud de las comunidades, trabajadores, productores y especialmente consumidores potenciales de dichos productos
.10 – Respecto a la información declarada en los envases. - Articulo 16- se debería incorporar una leyenda que advierta sobre la posibilidad de que la exposición reiterada, aún a bajas dosis,  puede provocar enfermedades crónicas. Seguramente esta información redundará en cambios de estrategias y hábitos en aquellos que utilizan plaguicidas. Debe estar indicada también la toxicidad del formulado.
11- Sobre la publicidad -Articulo 18- Se deberá actuar de acuerdo con lo afirmado en el código de conducta de la FAO – artículo 11-  respecto a la publicidad, promociones, manipulación por personal capacitado, uso abusivo de resultados de la investigación, etc.

12- Sobre las sanciones. -Artículo 20- deberán incorporarse sanciones a:
Quien debiendo ejercer la vigilancia y cumplimiento de esta ley no lo hiciese
Quien no cumpla el tiempo de carencia
Quien utilice o indique el uso de un producto químico no autorizado para un cultivo determinado





lunes, 22 de junio de 2015

Otra interesante lectura de la encíclica



Naturaleza de Derechos - 18 de Junio de 2015.
transgénicos: LA ENCÍCLICA PAPAL VERDE "LAUDATO SIY LOS ÓRGANOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS.
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La Encíclica Papal Laudato Si, realiza un llamamiento a toda la sociedad  a proteger el ambiente y la biodiversidad. En relación a los Órganos Vegetales Genéticamente Modificados (OVGM), la encíclica si bien no adopta una posición determinante sobre lo que consideramos la real existencia de un riesgo de daño grave e irreparable, brinda, no obstante, conceptos muy valiosos, acertados y criteriosos sobre la necesidad de una discusión amplia, sincera y abierta en la materia.
El documento Papal, en ese aspecto deviene inconmensurablemente oportuno, dado que nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación, en estos precisos días, tiene en estudio el per saltum ambiental que las ONGs Foro Ecologista de Paraná Entre Rios, Centro de Protección a la Naturaleza (CEPRONAT) de Santa Fe, Acción por la Biodiversidad, Bios Quilmes y Naturaleza de Derechos, interpusieran contra la sentencia de primera instancia, que no hizo a lugar al pedido de suspensión de la Resolución 98/15 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación por la cual se aprobara la comercialización de la semilla transgénica de soja  de Dow Chemicals, con tolerancia a los agroquímicos biocidas 2,4-d, Glifosato y Glufosinato.
Somos conscientes que es difícil, por cuestiones formales, que el Máximo Tribunal Nacional considere admisible el recurso extraordinario por salto de instancia, pero el llamamiento Papal, en estas circunstancias, provoca aunque menos una obligación moral a exhortar a los otros poderes del Estado, a la realización un debate  abierto y a la necesidad de establecer un sistema regulatorio que garantice el acceso y la divulgación de la información científica - en la que se avalan las autorizaciones de los OVGM en Argentina - y la participación de la sociedad civil.
La Encíclica Laudato Si nos deja tranquilos: no estamos errados en nuestro reclamo.

En la visión filosófica y teológica de la creación que he tratado de proponer, queda claro que la persona humana, con la peculiaridad de su razón y de su ciencia, no es un factor externo que deba ser totalmente excluido. No obstante, si bien el ser humano puede intervenir en vegetales y animales, y hacer uso de ellos cuando es necesario para su vida, el Catecismo enseña que las experimentaciones con animales sólo son legítimas « si se mantienen en límites razonables y contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas ». Recuerda con firmeza que el poder humano tiene límites y que « es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas ». Todo uso y experimentación « exige un respeto religioso de la integridad de la creación ».
Quiero recoger aquí la equilibrada posición de San Juan Pablo II, quien resaltaba los beneficios de los adelantos científicos y tecnológicos, que « manifiestan cuán noble es la vocación del hombre a participar responsablemente en la acción creadora de Dios », pero al mismo tiempo recordaba que « toda intervención en un área del ecosistema debe considerar sus consecuencias en otras áreas ». Expresaba que la Iglesia valora el aporte « del estudio y de las aplicaciones de la biología molecular, completada con otras disciplinas, como la genética, y su aplicación tecnológica en la agricultura y en la industria »,aunque también decía que esto no debe dar lugar a una « indiscriminada manipulación genética »que ignore los efectos negativos de estas intervenciones. No es posible frenar la creatividad humana. Si no se puede prohibir a
un artista el despliegue de su capacidad creadora, tampoco se puede inhabilitar a quienes tienen especiales dones para el desarrollo científico y tecnológico, cuyas capacidades han sido donadas por Dios para el servicio a los demás. Al mismo tiempo, no pueden dejar de replantearse los objetivos, los efectos, el contexto y los límites éticos de esa actividad humana que es una forma de poder con altos riesgos.
En este marco debería situarse cualquier reflexión acerca de la intervención humana sobre los vegetales y animales, que hoy implica mutaciones genéticas generadas por la biotecnología, en orden a aprovechar las posibilidades presentes en la realidad material. El respeto de la fe a la razón implica prestar atención a lo que la misma ciencia biológica, desarrollada de manera independiente con respecto a los intereses económicos, puede enseñar acerca de las estructuras biológicas y de sus posibilidades y mutaciones. En todo caso, una intervención legítima es aquella que actúa en la naturaleza « para ayudarla a desarrollarse en su línea, la de la creación, la querida por Dios ».
Es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente modificados (OMG), vegetales o animales, médicos o agropecuarios, ya que pueden ser muy diversos entre sí y requerir distintas consideraciones. Por otra parte, los riesgos no siempre se atribuyen a la técnica misma sino a su aplicación inadecuada o excesiva. En realidad, las mutaciones genéticas muchas veces fueron y son producidas por la misma naturaleza.  Ni  siquiera aquellas provocadas por
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"Hay que asegurar una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre. A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos. Esto vuelve difícil desarrollar un juicio equilibrado y prudente sobre las diversas cuestiones, considerando todas las variables atinentes."


la  intervención  humana  son  un  fenómeno  moderno.  La domesticación de animales, el cruzamiento de especies y otras prácticas antiguas y universalmente aceptadas pueden incluirse en estas consideraciones. Cabe recordar que el inicio de los desarrollos científicos de cereales transgénicos estuvo en la observación de una bacteria que natural y espontáneamente producía una modificación en el genoma de un vegetal. Pero en la naturaleza estos procesos tienen un ritmo lento, que no se compara con la velocidad que imponen los avances tecnológicos actuales, aun cuando estos avances tengan detrás un desarrollo científico de varios siglos.     
             Si bien no hay comprobación contundente acerca del daño que podrían causar los cereales transgénicos a los seres humanos, y en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas. En muchos lugares, tras la introducción de estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos debido a « la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la producción directa.
Los más frágiles se convierten en trabajadores precarios, y muchos empleados rurales terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades. La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales. En
varios países se advierte una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras.
           Sin duda hace falta una atención constante, que lleve a considerar todos los aspectos éticos implicados. Para eso hayque asegurar una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre. A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos. Esto vuelve difícil desarrollar un juicio equilibrado y prudente sobre las diversas cuestiones, considerando todas las variables atinentes.
Es preciso contar con espacios de discusión donde todos aquellos que de algún modo se pudieran ver directa o indirectamente afectados (agricultores, consumidores, autoridades, científicos, semilleras, poblaciones vecinas a los campos fumigados y otros) puedan exponer sus problemáticas o acceder a información amplia y fidedigna para tomar decisiones tendientes al bien común presente y futuro. Es una cuestión ambiental de carácter complejo, por lo cual su tratamiento exige una mirada integral de todos sus aspectos, y esto requeriría al menos un mayor esfuerzo para financiar diversas líneas de investigación libre e interdisciplinaria que puedan aportar nueva luz.
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"Es preciso contar con espacios de discusión donde todos aquellos que de algún modo se pudieran ver directa o indirectamente afectados (agricultores, consumidores, autoridades, científicos, semilleras, poblaciones vecinas a los campos fumigados y otros) puedan exponer sus problemáticas o acceder a información amplia y fidedigna para tomar decisiones tendientes al bien común presente y futuro. Es una cuestión ambiental de carácter complejo, por lo cual su tratamiento exige una mirada integral de todos sus aspectos, y esto requeriría al menos un mayor esfuerzo para financiar diversas líneas de investigación libre e interdisciplinaria que puedan aportar nueva luz."

"No ofrece mucha dificultad saber que en la materia que nos ocupa, el orden público ambiental reconoce como bienes jurídicos protegidos a la biodiversidad, la salud y la vida en sí misma.  Ese reconocimiento obliga a la exigencia de que la actividad agrobiotecnológica transcurra por un proceso de evaluación de impacto ambiental, algo que en el sub-lite, si bien sucede, lo es de modo abiertamente defectuoso y parcial.  Aun así, no negamos que ese sea el escenario, es ahí en el proceso de evaluación de impacto ambiental donde precisamente todos los actores afectados e interesados van a  tener la posibilidad, ya sea para desentrañar las dudas e incertezas de un lado– a través de una instancia de audiencia pública -   y acreditar las seguridades y certezas por el otro (presentación de los EiSA); sin necesidad de hablar de prohibiciones absolutas ni frenos al desarrollo;  sino tan solo de habilitar las actividades en forma tal que se garantice la sustentabilidad ambiental de las mismas, basadas en datos certeros y objetivos y no sobre un dogma científico donde nada se discute ni nada se sabe, ni nada se puede preguntar y/o controlar por los ciudadanos, en una materia que transciende a los particulares y se proyecta sobre la sociedad entera y la generaciones futuras."

"Debemos recordar Excma Corte, que el fin preambular del Estado es el bien comúnY ese fin debe ser materializado por los poderes del Estado en todo su obrar. Y en el tema que nos ocupa, ese bien común se trasluce en permitir, no solo que las empresas puedan desarrollar sus actividades libremente sin perjudicar y dañar el ambiente y la salud humana, sino también que la ciudadanía en general pueda acceder a la información, a fin de previamente – a su participación - tener cabal dimensión de los alcances de aquellas actividades, en relación a los aspectos  ambientales que pudieran verse afectados y/o comprometidos, y los efectos que pueden tener en otros derechos fundamentales en juego, como el acceso a una alimentación saludable y adecuada, todo ello con el propósito de ejercer su derecho a formular la observaciones y/u oposición de así considerarlo."

"Los datos de la ciencia independiente de los intereses empresarios y la realidad palpable nos indica la necesidad de ir por la información que no se brinda y se oculta. Desde el plano de la biodiversidad, preguntas como que es de las abejas ?   ranas ?  liebres ? caracoles ? mariposas ?  lechuzas ?  águilas coronadas ?  y caranchos que había en nuestra biodiversidad ? como  la biodiversidad del suelo, tan necesaria para preservar su fertilidad y su capacidad productiva ?, son datos empíricos, evidentes que nos permiten identificar y delinear corpóreamente los riesgos de un daño grave e irreversible, de un grado considerable de incerteza que relaciona el uso a gran escala de los agroquímicos y transgénicos en los últimos casi 20 años y el destino incierto de tan hermosos y necesarios componentes biológicos, cuyos servicios ecosistémicos son insoslayables. Están desapareciendo ?, cabe preguntarnos. Si es así, esa negativa abierta y palmaria por las autoridades nacionales a la búsqueda de la información y despejarnos las dudas sobre los riesgos que podrían estar corriendo el ambiente y la biodiversidad, anulando la participación ciudadana en un sistema democrático participativo,  nos coloca frente a una situación de  gravedad institucional, atento a los bienes jurídicos en juego."

"Frente a quienes relativizan o soslayan esas afectaciones, o bien considerando a las abejas, las liebres, los caracoles, las mariposas, las lechuzas, águilas coronadas, caranchos y la biodiversidad del suelo como “bienes disponibles” o meros fusibles del modelo productivo ignorando sus roles ecosistémicos, o bien ignorar los efectos crónicos en la salud humana de los alimentos derivados de transgénicos, es decir las consecuencias no visibles, pero que podrían resultar previsibles si la normativa  exigiera que los ensayos de toxicidad crónica y carcinogenicidad de los OVGM fueran completos y seguros;  unívocamente el eco reparador del orden publico ambiental nos indica que el Estado ante esa incertidumbre, debe adoptar las medidas oportunas e idóneas a través de las herramientas que ese plexo normativo imperativo contempla."

"No estamos en contra del proceso productivo vertebral de nuestra economía, todo lo contrario, exhortamos y reclamamos al Poder Ejecutivo Nacional que la actividad agropecuaria se desarrolle a la luz de la normativa ambiental. La realidad nos muestra una inusitada inequidad en el proceder del Estado Nacional y un abierto y deliberado incumplimiento del orden publico ambiental. Las empresas, como la demandada en autos, obtienen los permisos de liberación y comercialización de los Órganos Vegetales Genéticamente Modificados (OVGM) , a través de un proceso administrativo secreto, presentando estudios de carácter reservado realizados por las empresas interesadas en la aprobación, o por laboratorios vinculados a ellas, que carecen de carácter científico, ya que no fueron revisados para su publicación ni contrastados por investigadores independientes; y a su vez, las evaluaciones de impactos en la salud y el ambiente, -en virtud de una normativa laxa -resultan absolutamente inseguras e incompletas exponiendo a la salud humana, el ambiente y a los componentes de la biodiversidad, a una situación de riesgo de daño grave e irreversible. "

"El Estado Nacional funda y motiva las autorizaciones de liberación y permisos de comercialización de los OVGM - ante la ausencia de una ley de presupuestos mínimos en la materia -, en guías realizadas por organismos internacionales (como ILSI – Instituto Internacional de la Vida) financiados por las propias empresas productoras de OVGM y peticionantes de los permisos (como Dow AgroSciences Argentina SA).
Como corolario de esta situación, se viola el principio republicano de transparencia de los actos de los poderes públicos, omitiéndose brindar información ambiental, ante el requerimiento oportuno y reiterado de la ciudadanía. Consecuentemente, se anula la participación ciudadana, en contraposición al paradigma deliberativo y participativo que nos propone, como sistema democrático, nuestra Constitución Nacional, tras la reforma del año 1994; máxime en cuestiones vinculadas al ambiente y la biodiversidad, donde es obligación de todos los ciudadanos, conservarlos y preservarlos, reconociendo el sistema jurídico sobre ello, el derecho a participar , opinar e intervenir en todos los procesos administrativos de los cuales se derive autorización de actividades o permisos de liberación de productos que puedan afectarlos."
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Foro Ecologista de Paraná (Entre Ríos) - Centro de Protección a la Naturaleza (Santa Fé)
Bios Quilmes, Acción por la Biodiversidad -  Naturaleza de Derechos

jueves, 18 de junio de 2015

Encíclica papal: prioridad a cuidar la casa común

"En mi exhortación Evangelii gaudium, escribí a los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente. En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común."

http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

miércoles, 17 de junio de 2015

5 razones por las que deberíamos consumir productos orgánicos:

Fuente: http://pimientorojo.com.ar/conocenos/

1. Los productos orgánicos están libre de químicos
Es impresionante la cantidad de químicos que podemos encontrar en alimentos que deberían ser de origen natural. Se han encontrado cerca de 600 químicos en productos de origen agrario, lo que hace que a lo largo del tiempo acumulemos esos químicos en nuestro organismo.
2. Los productos orgánicos son naturales y no están genéticamente modificados
Sabemos que hoy en día se utilizan mucho las tecnologías genéticas para crear variaciones en plantas y animales, para que éstos crezcan con mayor rapidez o para que tengan características diferentes a las que tendrían por naturaleza. Todos estos productos pueden ser dañinos para el ser humano y consumir alimentos orgánicos garantiza que ninguno de tus alimentos ha sido genéticamente modificado y que fue producido de manera natural.
3. Los productos orgánicos tienen más nutrientes
Según estudios realizados se ha demostrado que los alimentos orgánicos tienen en promedio 20% más nutrientes que los alimentos manipulados de manera sintética. Esto pasa principalmente por la manera en la que se maneja la tierra en la que estos alimentos son cultivados.
4. Los productos orgánicos tienen mejor sabor
Los alimentos orgánicos suelen tener mejor sabor, porque han sido cultivados con tierra natural y balanceada, lo que hace que se produzcan alimentos saludables y deliciosos.
5. Los productos orgánicos preservan nuestro ecosistema
El cultivo orgánico sostiene el sustento ecológico. Preservar la rotación de las cosechas hace que la tierra permanezca fértil sin necesidad de añadir químicos y hace ayuda a la preservación del ecosistema. La vida silvestre puede cumplir sus respectivo papel en el ecosistema cuando producimos nuestros alimentos de forma orgánica, lo que ayuda a mantener el balance natural de un ecosistema.