lunes, 14 de junio de 2021

Inocuidad de Alimentos (Quién la controla?)

República Argentina
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 Desde hace años intentamos comprender: ¿Qué organismo público controla la cantidad de residuos tóxicos de agroquímicos y productos veterinarios en los alimentos que consumimos? Hemos llegado a la triste conclusión de que hay muy escaso control -casi nulo-. Las dependencias involucradas son varias y el sistema se hizo lo bastante intrincado como para que no haya un organismo responsable (ver http://www.anmat.gov.ar/webanmat/Legislacion/Alimentos/Decreto_815-1999.pdf ). 
 Está en vigencia el "Plan Nacional de control de residuos e higiene de alimentos de origen vegetal" (CREHA VEGETAL) pero como se ve en su presentación, sólo prevé el cuidado de los alimentos de exportación para no perder mercados. En cuanto a la información sobre lo que consumimos localmente, prácticamente no hay datos. Ver https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/plan_creha_vegetal_resumen_resultados_2020.pdf y https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/plan_creha_animal_2021_web.pdf 

 Si hay información más completa y no se publica, es grave. Si no existe esta información, es mucho más grave.

 Rogamos a toda persona que tenga acceso a representantes de los 3 poderes, conminarlos a ocuparse con urgencia de la agro-toxicidad . Y a quienes no, simplemente difundir esta inquietud para que tome estado público.

Salud!

jueves, 27 de mayo de 2021

AGROTÓXICOS, EVALUACIÓN DE RIESGOS EN LA SALUD Y ALIMENTOS EN ARGENTINA - ONU

El informe de la Organización de las Naciones Unidas es el más claro que se consigue sobre el flagelo de la agrotoxicidad en Argentina. 

2 párrafos destacados:

"Con toda la información reseñada reafirmamos que el Estado Argentino implementa una  política de Salud de ocultamiento que ignora los numerosos trabajos de investigación, recolección  de datos empíricos elocuentes citados ut supra, que corroboran la asociación entre el aumento del  uso de los agroquímicos tóxicos y el incremento de malformaciones congénitas, abortos espontáneos,  cáncer, afecciones cardíacas, afecciones neurológicas como el Alzehimer, Párkinson y autismo,  alergias, hipotiroidismo, y tantos otros daños a la salud."

"Por último, se denuncia que la aprobación del OGM se basa solo y exclusivamente en los  estudios ytr abajos realizados por la propia firma solicitante Monsanto. Los autores de los trabajos  e investigaciones no tienen una trayectoria científica ni se les conoce trabajos o investigaciones  publicadas, y la mayoría pertenecen al laboratorio Wil Research Laboratories, empresa comercial  que comúnmente realiza investigaciones para las empresas biotecnológicas como Dow, Syngenta y  Monsanto, todas ellas con resultados óptimos para los OGM y los agroquímicos tóxicos."


Informe completo:

http://www.patagonia3mil.com.ar/wp-content/uploads/2016/12/Agrotoxicos-evaluacion-de-riesgos-salud-y-alimentos-en-Argentina-Informe-ONU.pdf


lunes, 10 de mayo de 2021

Bosques - Informe 2020 de Greeneace

 La pérdida de bosques nativos durante 2020 en el norte de Argentina fue de 114.716 hectáreas (Santiago del Estero 32.776 hectáreas, Jujuy 30.071 hectáreas, Salta 20.962 hectáreas, Formosa 17.779 hectáreas, y Chaco 13.128 hectáreas). Las emisiones por deforestación en las provincias de Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco durante 2020 fueron de 20.922.835,07 Tn CO2 equivalente. Este valor es comparable con la emisión producida por 4.480.264 vehículos en circulación durante un año.6 Cabe advertir que, a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19, durante 2020 la deforestación en esas cuatro provincias fue levemente superior al año anterior. Resulta evidente que las multas no son suficientes para desalentar desmontes e incendios forestales; y los responsables rara vez son obligados a reforestar. En muchos casos es clara la complicidad de funcionarios. Estamos ante una emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad. Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades. Frente a esta grave situación, Greenpeace reclama que en forma urgente se prohíban y penalicen los desmontes y los incendios forestales.


Informe completo:

https://greenpeace.org.ar/pdf/2021/Deforestaci%C3%B3n%20en%20el%20norte%20de%20Argentina%20Informe%20Anual%202020.pdf?send_key=MzE1LTMwMDgzNjYxMS0xNTY2MC0xODczNi00NTAzMjg1LQ&contact_key=315CYJ83azz4IoJOb5FtU2Z6tl5TzmCyy0bwKjAUT9ZByIqK&utm_source=datacrush

jueves, 8 de abril de 2021

Sobre la importancia ecológica y agronómica de conservar la vida microscópica en el suelo

 "Estimados, vengo leyendo los comentarios de todos y voy a tratar de hacer mi aporte porque noto alguna confusión conceptual.

El suelo es, literalmente, un organismo vivo. No hay "bichos" en él sino que los bichos SON el suelo. El suelo está compuesto por minerales, por sustancias orgánicas, por aire, por agua y por la biota!!! Y es ella quien hace que sucedan casi todos los procesos bioquímicos. Ella mineraliza la materia orgánica y la inorgánica, ella es la que construye los poros, ella es la que fabrica alimento para las plantas, ella es la que fija el nitrógeno gaseoso que hay en el aire de los poros, etc. etc. etc. Por lo tanto, cuando un suelo no tiene esa biota o cuando ella está alterada (desequilibrada), las plantas también lo están; es algo INEVITABLE !! Así que ese es el concepto de suelo vivo. Pero no es suficiente con que esté vivo, sino que tiene que estar en equilibrio para que todo vaya bien.
Por otro lado, es la biota quien transforma los fertilizantes que aplicamos en alimento para las plantas, ya que esos productos NO ESTÁN DISPONIBLES PARA LAS PLANTAS ASÍ COMO VIENEN. Vale decir que si no hay biota, no hay forma de que esas extrañas moléculas le lleguen a las plantas. ¡Por ende, si aplicamos un fertilizante a un suelo muerto, no hay nutrición vegetal posible!!! O sea que para equilibrar un suelo muerto, la peor decisión es fertilizar!!! Lo mismo pasa cuando fertilizamos un suelo compactado (el 80% de los suelos agrícolas del planeta); al no haber suficiente oxígeno, los microorganismos aerobios no desarrollan bien y los fertilizantes no pueden ser aprovechados porque no hay quien haga ese trabajo. Y, paralelamente, aumenta el número de anaerobios como por ejemplo los des-nitrificadores, quienes gasifican el poco nitrógeno que hay en un suelo compactado y se pierde en la atmósfera.
COROLARIO: Más vale que comencemos a entender estos conceptos para evitar seguir haciendo prácticas inadecuadas que terminan destruyendo lo poco que nos queda en pie en nuestro querido planeta..."


Ingeniero Agrónomo Carlos Abecasis

https://www.engormix.com/agricultura/foros/bioregeneracion-suelo-carlos-abecasis-t43215/



miércoles, 7 de abril de 2021

Agricultura tóxica y pueblos fumigados en Argentina


https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/publicaciones/index.php/Extension/article/view/4586


Resumen

Hace 18 años se instauró en Argentina un sistema de producción agraria cimentada en el uso de semillas transgénicas y aplicación masiva de agrotóxicoso plaguicidas. Desde entonces los vecinos de los pueblos fumigados protestan porque se ven afectados en su salud y los médicos de esos pueblos corroboran un cambio del patrón de enfermedad y de muerte en estas comunidades. Trastornos endócrinos e inmunológicos, neumopatías crónicas, abortos espontáneos en mujeres sanas, malformaciones congénitas y cáncer son las enfermedades que se reiteran en poblaciones expuestas a dosis crecientes de agrotóxicos. Estudios epidemiológicos e investigaciones de laboratorios confirman el vínculo entre pesticidas, como glifosato, y daños en la salud. A pesar de las protestas y denuncias, aumenta el consumo de agrotóxicos y las empresas biotecnológicas preparan nuevas semillas que auguran un futuro cercano de mayor toxicidad y contaminación, lo cual pone en peligro la salud colectiva.


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Después de 18 años de fumigaciones sistemáticas, los equipos de

salud de los pueblos fumigados detectan un cambio en el patrón

de enfermedades en sus poblaciones: los problemas respiratorios

son mucho más frecuentes y vinculados a las aplicaciones de

agrovenenos, igual que las dermatitis crónicas. De la misma

manera, los pacientes epilépticos convulsionan mucho más

frecuentemente en época de fumigación, son más asiduos la

depresión y los trastornos inmunitarios y endócrinos.

Se registran altas tasas de abortos espontáneos (hasta 23 % de

las mujeres en edad reproductiva sufrió al menos un aborto en los

últimos cinco años, cuando la tasa normal es de 5 %) y aumentaron

notablemente las consultas por infertilidad en varones y mujeres

(REDUAS, 2011). Los rebaños de cabras de los campesinos

y originarios registran, en algunas zonas, hasta un 100 % de

malpariciones (abortos o muertes prematuras por malformación)

vinculados a la exposición a pesticidas. Se detecta también un

aumento de trastornos tiroideos y de diabetes.

Cada vez nacen más niños con malformaciones en estas zonas,

especialmente si los primeros meses del embarazo coinciden con

la época de fumigaciones. Síndrome de Down, mielomeningoceles,

cardiopatías congénitas, etc., se diagnostican con mayor frecuencia

en estas áreas; en algunos pueblos y años llegan a triplicar las

tasas normales y se vinculan directamente al aumento de las

aplicaciones de agrotóxicos en los alrededores (REDUAS, 2011 y

Verzeñassi, 2013).

Los pueblos fumigados también presentan un cambio en sus

causas de muerte. Según los datos de los registros civiles a los

que hemos podido acceder, encontramos que más del 30 % de

las personas que mueren en estos pueblos fallece por cáncer,

mientras que en todo el país ese porcentaje es menor al 20 %.

La mortalidad por cáncer aumentó claramente en estas áreas, lo

cual es un fenómeno nuevo detectado por nuestros colegas desde

el año 2000 y no verificado antes (REDUAS, 2011; Verzeñassi,

2013 y Ercolano, 2012). Curiosamente, la fecha coincide con la

expansión del consumo de glifosato y otros agroquímicos que son

masivamente aplicados en la zona.

La ciudad de San Salvador, en Entre Ríos, es recocida como la

Capital Nacional del Arroz, pero estas transformaciones agrarias

también impactaron en la región, de manera que hoy, en las 70 000

hectáreas de la zona, sólo 10 000 se mantienen con arroz y las demás

producen soja. Este dato sólo tendría interés económico y social si

desconociéramos que en los cinco últimos años las mortalidad por

cáncer en los vecinos de la región es la más alta detectada por nuestra

Red en todo el país. En los años 2011 y 2012 uno de cada dos vecinos

murió de cáncer cuando en todo el país sólo uno de cada cinco

argentinos muere por causas oncológicas (MU, 2012).

Recientemente, en mayo de 2014, el Ministerio de Salud de la

Provincia de Córdoba publicó los datos de su registro de cáncer, que

confirman que en las zonas más intensamente agrícolas las muertes

a causa de esta enfermedad superan en un 100 % a las de la ciudad

capital y en un 70 % al promedio provincial (Fernández, 2014).

La agresión química afecta a todas las personas, pero sin duda

que los pobres del campo, los peones, sus mujeres y niños, son

los que tienen menos posibilidades de protegerse y de recuperar

su salud. Además, desde el norte de Córdoba y Santa Fe, la

mayor parte de los nuevos emprendimientos de agricultura

tóxica es concretada por sociedades anónimas y pooles de

siembra que utilizan la vía aérea de fumigación de modo casi

generalizado, las dosis de venenos son mucho más altas debido

a las condiciones climáticas y biológicas de la región, y las

consecuencias las sufren principalmente los pueblos originarios

y los campesinos.

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