http://www.chacodiapordia.com/noticia.php?n=65100
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http://www.greenpeace.org/argentina/es/informes/Ganaderia-intensiva-Nueva-amenaza-para-nuestros-ultimos-bosques-nativos/
"Ningun método es sustentable cuando se usa topadora. El trabajo del manejo silvopastoril se tiene que hacer en forma manual y la máquina más pesada que entra es la motosierra".
INTA - Colonia Benitez
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Santiago del Estero tiene la tasa de desaparición de bosques nativos más alta del mundo
Más de cuatro millones de bosques naturales quedaron destruidos entre el 2000 y el 2012.
SANTIAGO DEL ESTERO.- Más de cuatro millones de bosques naturales quedaron destruidos en Santiago del Estero entre el 2000 y el 2012, lo que equivale a la mayor tasa de desaparición de bosques nativos de todo el mundo, con el objetivo de convertir a esa superficie natural en cultivos y pasturas, lo que trajo nefastas consecuencias para el clima y la biodiversidad de la región, aseguró un informe científico.
"Durante el período 2000-2012 la tasa de transformación de bosques nativos por cultivos en Santiago del Estero fue mayor a la producida en la ecorregión entera, en Sudamérica e incluso en el mundo", advirtió la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) en un informe publicado en la página de divulgación científica "Sobre la Tierra".
El estudio destaca que la expansión de la frontera agrícola "aceleró la deforestación en la ecorregión del Chaco semiárido, que representa la segunda cobertura boscosa más grande y continua de Sudamérica después del Amazonas" y Santiago del Estero es la provincia con mayor superficie de esa región y una de las más perjudicadas por este proceso.
"Los números son alarmantes" detalló la Fauba y añadió: "Entre 2000 y 2012, Santiago del Estero presentó una tasa de transformación de cobertura vegetal natural por cultivos y pasturas 13 veces superior a la de los bosques tropicales, 39 veces superior a la de los subtropicales y 45 veces superior a la de los bosques templados de todo el mundo".
Ante esta situación, los investigadores de la Fauba instaron a la provincia a "aumentar los esfuerzos en "la aplicación de la Ley de Bosques" que Santiago del Estero reglamentó en el año 2009. La Fauba destacó que si bien se redujo la superficie y las tasas de deforestación anuales en Santiago del Estero a partir de la sanción dela ley la "efectividad de la legislación fue parcial".
"La importante proporción de territorio que representa Santiago del Estero dentro del Chaco semiárido, sus características socioeconómicas, los conflictos territoriales existentes y las particularidades de su legislación en lo que hace la conservación de sus bosques, hacen necesario un análisis exhaustivo de los procesos de deforestación y su relación con la Ley de Bosques, particularmente sobre su cumplimiento",dijo Jose Paruelo, uno de los investigadores.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Sudamérica se perdieron unas 40 millones de hectáreas de bosques nativos durante la primera década del siglo 21.
Los cambios en la región ocurrieron principalmente sobre El Cerrado (Brasil), la selva de Chiquitanos (Bolivia) y el Gran Chaco Americano (que comparten Argentina, Bolivia y Paraguay) y fueron equivalentes al 76% de los desmontes que se produjeron en todo el planeta.
Gonzalo Camba, técnico del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de la FAUBA, aseguró que hacia el 2012 "cerca del 20% de la superficie del Gran Chaco Americano se transformó para dar lugar a la agricultura".
Según el estudio "de aquí en adelante se espera que este proceso se intensifique, poniendo en jaque la estabilidad de los ecosistemas".
Entre las consecuencias negativas de la pérdida de bosques naturales y su reemplazo por cultivos, en especial la soja, se mencionó "la pérdida de la capacidad de amortiguación ante los cambios ambientales y un aumento de las emisiones de carbono, responsables del calentamiento global".
"Esto no es un dato menor -destacó el estudio- ya que el desmonte sobre bosques chaqueños generó el 75% de las emisiones de Carbono del norte argentino (las Yungas y los bosques del Atlántico representaron el 25% restante)". Además en la región "se incrementó significativamente el drenaje profundo de los suelos provocando una mayor recarga en los acuíferos subterráneos, lo que aumenta el riesgo de salinización superficial (afectando la fertilidad de los suelos y la calidad del agua)".
Respecto a la Ley de Bosques provincial, la Fauba si bien reconoció avances a partir de su sanción, consideró que la legislación tuvo un impacto parcial. "La categorización de bosques elaborada por las provincias del noroeste argentino fue inconsistente, debido a que la información ambiental utilizada fue pobre y escasa", detalló el estudio. Y dio como ejemplo que "se asignaron categorías distintas a bosques a ambos lados de los límites provinciales, teniendo en cuenta sólo los aspectos políticos y no los ambientales o ecológicos".
"Hubo irregularidades en la determinación de las zonas de conservación, sobre las cuales no se permite desmontar", sostuvieron los investigadores y aseguraron que se permitió deforestar "en zonas de categoría II (amarillo) que la legislación nacional no admite". La provincia de Santiago del Estero aseguró que en el año 2014, sólo 40.000 hectáreas fueron afectadas para su conversión lo que representa "el nivel más bajo desde 1976 , año que se producen mediciones".
"Del total de cambios de suso del suelo registrados "el 30% pertenecen a actividades autorizadas en el marco de la legislación vigente ", dijo la SubdiRección de Bosques provincial que esperaba que esos cambios se ubiquen por debajo de las 30.000 hectáreas anuales y con un mayor porcentaje de actividades autorIzadas a partir de la plena vigencia del Sistema de Información Geográfico (SIG), consignó la agencia Télam.
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http://www.greenpeace.org/argentina/es/informes/Ganaderia-intensiva-Nueva-amenaza-para-nuestros-ultimos-bosques-nativos/
Greenpeace reclama que, en cumplimiento con lo establecido por la Ley de Bosques, los desmontes selectivos para la producción de ganadería intensiva bajo aprovechamientos silvopastoriles se autoricen únicamente en bosques zonificados en la Categoría III (verde).
"La deforestación impacta directamente sobre las comunidades indígenas y campesinas, que históricamente habitan y utilizan esos bosques; y que lamentablemente tras el paso implacable de las topadoras pierden su forma de vida y sustento, cayendo en la pobreza extrema."
"el proyecto de Ley de Presupuesto Nacional para el año 2012 destina una partida de poco más de $267 millones al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, aproximadamente 7 veces menor a lo establecido por el artículo 31 de la Ley de Bosques. Por la falta de controles efectivos y multas acordes a la valoración del daño ambiental, continúan los desmontes ilegales y los incendios forestales intencionales. A la vez que se ejecutaron muchos desmontes que fueron aprobados en forma especulativa antes de la sanción de la ley."
"En ese sentido, desde el INTA advierten que "los rolados de alta intensidad (dosis) y severidad, provocan disturbios muy drásticos en la estructura del bosque, especialmente sobre las clases diamétricas inferiores, que se pierden totalmente. Eliminar en un bosque de quebracho todas las plantas menores a 20 cm de diámetro significa crear un bache de al menos 85 años en la estructura del bosque, que es prácticamente la mitad del tiempo que necesita un individuo para llegar a un diámetro de 45 cm. (…) Los tratamientos de rolado intensos generan además grandes volúmenes de material leñoso que a menudo se queman voluntariamente o por accidente, generando grandes pérdidas de materia orgánica y daños al arbolado remanente. La apertura tan drástica del bosque, deja expuestos a los individuos a velocidades de viento superiores a aquellas con las que crecieron, y por no tener un sistema radicular acorde a este nuevo esfuerzo, son comunes las caídas de los árboles remanentes". "
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Informe de Télam
DIAGUITAS OCUPAN CODICIADO BOSQUE NATIVO EN ZONA DE SALINAS
Villa Atamisqui, 3 de febrero (Télam, por Alba Silva, enviada especial).- El Alto, una franja de monte nativo santiagueño pleno de algarrobos, mistoles y fauna de la zona, ubicado en el sudoeste provincial, no sólo es una barrera natural al proceso de salinización y desertificación de la zona, sino también el hogar de una docena de ayllus del pueblo diaguita cacano, que reclama la titularización de unas 60 mil hectáreas.
En un espacio semiárido, El Alto se extiende a lo largo de 70 kilometros por 20 de ancho en los departamentos Loreto y Atamisqui y tiene la categoria I o Roja (maximo nivel de conservación) tras los debates que dieron los ayllus, o comunidades locales, en 2008 durante las audiencias y talleres por la ley de Bosques realizadas en Santiago del Estero.
Apenas a 12 kilometros de Villa Atamisqui, está Puncu Atun, en quichua Puerta Grande, con un lugar de reunión que habitualmente utiliza la organización indígena que los contiene, la Unión Solidaria de Comunidades del pueblo Diaguita Cacano.
El pueblo diaguitas está conformado por los amaichas, quilmes, cafayates, entre otros, que habitan a lo largo de los valles calchaquíes.
Los integrantes de los ayllus son quichuahablantes, o como se dice entre los santiagueños, "quichuistos" que en los últimos años enfrentaron cuerpo a cuerpo la llegada de "empresarios dueños" al territorio de ocupación ancestral.
Precisamente en Puncu Atun, en una especie de plaza natural rodeada de algarrobos, aguaribay y pencas, discuten estrategias para impedir el ingreso de usurpadores y lograr, de la mano del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), tanto el ansiado título con la aplicación de la ley 26160.
Esa norma, vigente hasta el 23 de noviembre del 2013, no sólo impide desalojos de los territorios indígenas sino que ordena el relevamiento de esa ocupación por parte de las comunidades, para legalizarla con títulos.
En 2008, Oscar Tito Zurita, Atuniyku (cacique), denunció ante la Secretaría de Medio Ambiente de la nación (4066/08) y ante la Dirección de Recursos Naturales y Medio Ambiente provincial (478/12) que en El Alto, único cordón boscoso del Departamento Atamisqui y territorio de las comunidades, el ingreso de extraños.
“Aparecieron con una topadora, tractor y dos rolos para destruir parte del bosque nativo y posesiones nuestras: cercos, potreros, mangas, deslindes y forestaciones que hicimos nosotros. También antiguos caminos vecinales, todo eso provocó daños ambientales irreversibles”, detalló a Télam el Atuniyku.
La guerra por el territorio se expresó en todas las formas porque a la resistencia de los habitantes los empresarios opusieron la intervención de los jueces que, ajenos a la legislación nacional, a la Constitución del país y a tratados internacionales ordenaron la detención de diaguitas con el GETOAR (Grupo Especial Táctico para Operaciones de Alto Riesgo) de la policía provincial, que en marzo del 2009 detuvo a cinco integrantes de los ayllus.
Presente en Atun Punku estaba don Cecilio Barraza, un anciano de mas de 80 años que "fue esposado y arrojado desnudo a un hormiguero, donde lo dejaron durante más de 4 horas", según denunciaron los indígenas.
O el caso de Reina Coronel (del Ayllu Codo) agredida a "latigazos y patadas"
en el camino entre su comunidad y Villa Atamisqui por una pareja de lugareños cercanos a los empresarios.
Cuando fue al hospital, le negaron atención y cuando fue a la policía encontró a sus agresores conversando con un oficial quien decidió "encerrar a Reina con la mujer que le había pegado en la misma celda mientras les decía `ahí adentro pueden matarse si quieren´”, contó Zurita.
Destacó que la violencia contra las comunidades se transformó, además, en 12 juicios en su contra, mientras que la comunidad tiene seis, tres en la órbita federal, entre ellos uno por lo que consideran el robo de unas 100 cabezas de vaca que nunca más aparecieron.
"Corremos uno y viene otro", dijo Zurita al resumir la situación en la que se encuentran no solamente las comunidades originarias sino también los campesinos, estos últimos sin el fabuloso paraguas legal que asiste a los pueblos indígenas de la Argentina.(Télam).-
COMO ES VIVIR UN AÑO SIN AGUA CERCA DE LAS SALINAS DE AMBARGASTA
San Dionisio, Santiago del Estero, 3 de febrero (Télam, por Alba Silva, enviada especial).- Casada con un peón golondrina que seis meses al año va a la siembra y cosecha, Silvina López, enfrenta no sólo la dureza de un clima feroz cerca de las salinas de Ambargasta, sino también una codicia sin fondo que la deja sin el agua que corre por el canal, necesaria para la familia y sus animales.
Consejera de la comunidad (ayllu) San Dionisio, ubicado 45 kilómetros al norte de Villa Atamisqui, junto a sus hijos y vecinos resiste el clima extremo en cercanías de un salar, donde vive de la cría de animales y sin la menor posibilidad de tener una huerta para autoconsumo.
Es que a las condiciones naturales del lugar, con más de 45 grados de temperatura en el verano, suelos secos, salitrosos, vegetación xerófila (adaptada a clima seco) y, al menos en 2010, sin una sola lluvia, hay que sumar el ingreso violento de extraños que alambran los campos y quitan el agua a los pobladores.
"Usted no sabe lo que pasamos aquí. Meses y meses sin agua y decenas de llamados al encargado de Recursos Hídricos, Daniel Ledesma. Pero me ponían el contestador, me dejaban colgada, me trataban mal, me cortaban" contó Silvina, de 34 años, mamá de cuatro hijos, a los enviados de Télam, a quienes detalló los intentos por conseguir agua tras permanecer casi un año sin una sola gota de lluvia para aljibes y represas.
Pero el problema no era sólo la sequía, sino que las compuertas con agua del canal derivador del río Dulce estaban cerradas por los vecinos empresarios, según denunciaron los campesinos.
Cansados de la espera, y tras la muerte de sus mejores cabras y caballos, los pacíficos pobladores de San Dionisio, Puesto de Día y Toro Uman, decidieron "abrir" las esclusas del canal con una acción de fuerza que tuvo su correlato como denuncia ante el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
Entre todos organizaron el abastecimiento del líquido, básicamente para los animales que constituyen el sustento económico de las familias, "les dábamos agua por tandas a las cabras, las que tomaban hoy les tocaba recién mañana por la tarde. Separábamos los animales para que alcance pero algunas no resistían y muchos caballos murieron", recordó.
Funcionarios de Recursos Hídricos que llegaron a la comunidad debieron aceptar críticas y el enojo de las familias, pero también presentaron denuncias contra el empresario Sebastián Peuser, por apropiarse indebidamente del agua.
"Como si fuera un amigo vino a decirme `hola Silvina, tanto tiempo, te largamos el agua pero queremos que vengas a ver como el Peuser está regando.
Si querés te llevo para que saques fotos de cómo te está sacando agua", memoró la consejera del ayllu San Dionisio.
Silvina detalló que la acción de fuerza se realizó un sábado a la noche "porque los fines de semana los empresarios no andan" y el agua corrió todo el domingo, ya que "tarda cuatro o cinco dias en llegar a la represa de donde beben los animales".
La joven y afanosa mujer, dueña de un espíritu que le permite sobreponerse (al igual que sus vecinos de los ayllus) a un clima y geografía implacable en el que se sostuvieron "sin agua desde 2009 hasta noviembre de 2010", con denuncias ante la policía de Atamisqui a las que llevaban fotos de animales muertos y también del desvío del agua a los campos de empresarios. "En las próximas fotos los muertos vamos a ser nosotros", llegó a decir Silvina a las autoridades.
"Ahora creo que quieren que nos vayamos de los campos, nos desalientan, no nos ayudan, quieren que perdamos lo que tenemos y que migremos a las ciudades, así ellos alambran y lotean, pero eso no va a pasar", aseguró finalmente.
(Télam).
*Alba Silva - redactora sección política Agencia Télam
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Instituto de Estudios para el Desarrollo Social INDES
Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud e. mail: nuevoindes@gmail.com http://fhu.unse.edu.ar/
Resumen Ejecutivo.
Exportación ganadera: el silencioso asesino de los yaguaretés del Gran Chaco
La expansión descontrolada de la industria ganadera está generando un crimen histórico sobre un lugar único: el Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal de Sudamérica, después del Amazonas. Allí conviven 3.400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 mamíferos, 120 reptiles, 100 anfibios y más de 4 millones de personas, de las cuales el cerca del 8% son indígenas, quienes dependen del bosque para obtener alimentos, agua, maderas y medicamentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina, Paraguay y Bolivia entre los diez países que más deforestaron entre 2010 y 2015. La Secretaría de Ambiente de Argentina estima que entre 1990 y 2017 se perdió una superficie de bosques similar a la de 8 millones de campos de fútbol. El 80% de los desmontes se concentran en la región chaqueña, en las provincias de Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa, donde los últimos cinco años la deforestación por ganadería intensiva fue más del doble que la provocada por agricultura. La industria ganadera pone a funcionar sus grandes topadoras, que arrasan impunemente con todo a su paso, haciendo desaparecer a los bosques chaqueños y casi todas sus especies. En ese suelo, ahora raso, instalan sus vacas luego de plantar pasturas para el engorde de un producto que luego será exportado y terminará en la góndola de un supermercado. De esta manera, el famoso bife argentino llega a la mesa de los consumidores del mundo. Pero está ahí a costa de la destrucción de los bosques del Gran Chaco y de la extinción de su rey: el yaguareté. Tras una investigación de más de un año, Greenpeace revela a algunos de los responsables detrás de este brutal negocio que están destruyendo a los bosques chaqueños: grandes frigoríficos de Argentina (Carnes Pampeanas, Bermejo) que exportan carne vacuna a grandes supermercados y mayoristas de Europa e Israel (Albert Heijn, Metro, Lidl, Shufersal, Zandbergen, Global Fleisch, Intervlees). Greenpeace reclama a las empresas que adopten una Política de Deforestación Cero y que, en caso de ya tenerla, la implementen seriamente. Esto implica asegurar que tanto su sistema de producción como sus proveedores no provoquen deforestación y respeten los derechos de los pueblos originarios. De implementarse el acuerdo MERCOSUR - Unión Europea, crecerá la demanda de carne vacuna argentina, será más rentable el negocio exportador de los grandes frigoríficos y aumentará la presión sobre los bosques. Los ambiciosos planes de aumento del stock bovino de las provincias del norte de Argentina (10 millones más de vacas) ponen en riesgo a 10 millones de hectáreas de bosques. Su degradación, deforestación y fragmentación dejará casi sin posibilidades de supervivencia a los últimos 20 yaguaretés que quedan en la región chaqueña. Estamos a tiempo de evitarlo.
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http://www.greenpeace.org/argentina/Global/argentina/2018/04/Declaraci%C3%B3n%20de%20Greenpeace%20sobre%20la%20certificaci%C3%B3n%20forestal%20y%20recomendaciones%20para%20empresas%20y%20consumidores%20Marzo%202018.pdf
● Reduce, reutiliza y recicla. Greenpeace recomienda a las personas y empresas que reduzcan su consumo, reutilicen al máximo los productos y, cuando sea necesario, compren productos fabricados a partir de papel 100% reciclado post-consumo y madera recuperada. Todos los productos deben ser diseñados para ser reciclados en su totalidad y con facilidad.
● Cuando las empresas que compran grandes volúmenes se abastezcan de fibra/madera virgen deben llevar a cabo una diligencia debida sobre el origen del suministro, las especies utilizadas, la protección de los altos valores de conservación (AVC), incluidos los Paisajes Forestales Intactos (IFLs) i y la garantía de que se respetan los derechos de los pueblos indígenas.
● La certificación forestal, como la madera certificada de gestión forestal FSC 100%, puede ser una herramienta útil para llevar a cabo esta diligencia debida. No obstante, en muchas ocasiones es necesario una diligencia debida adicional, como por ejemplo cuando los productos provienen de regiones donde las instituciones de la sociedad civil son débiles, el nivel de corrupción es alto y/o los altos valores de conservación (AVC) no se protegen oficialmente; y para asegurar que se cumplen los compromisos de no deforestación, no destrucción de turberas y no explotación (NDPE) ii . Greenpeace advierte contra el uso de sistemas de certificación forestal más débiles, como el PEFC, ya que no pueden garantizar ni la legalidad ni unas prácticas de gestión forestal mínimamente responsables sobre el terreno.
● Greenpeace Internacional ya no pertenece a ningún sistema de certificación forestal. Las oficinas de Greenpeace pueden elegir ser socias del FSC y participar a nivel nacional cuando el FSC tenga una sólida implementación local. Ninguna entidad de Greenpeace es miembro del PEFC o de sus filiales.
Recomendaciones para el consumo de productos de origen forestal
Reduce, reutiliza y recicla.
Greenpeace recuerda que lo mejor para el medioambiente es, en primer lugar, reducir el consumo; después, reutilizar los productos tanto como sea posible; y tercero, utilizar productos que estén hechos de fibras alternativas 100% recicladas post-consumo y producidas de 1 forma responsable iii . Los productos más respetuosos con el medioambiente son aquellos que no terminan en la papelera. Necesitamos reducir drásticamente el consumo de productos de fibra de madera si queremos proteger los últimos bosques que quedan. Cuando sea absolutamente necesario utilizar productos desechables, estos deben ser de fibras alternativas 100% recicladas y/o producidas de manera responsable siempre que sea posible.
Si no hay disponibles productos de pasta de papel y papel reciclados, la mejor opción suelen ser los productos 100% FSC. Siempre que sea posible, Greenpeace recomienda averiguar de dónde proceden los productos. De manera especial, es importante saber si existen problemas medioambientales o de derechos humanos en las regiones de origen y si se cumplen los compromisos de NDPE. Los productos que usan fibra virgen se deben diseñar de forma que sean total y fácilmente reciclables.
En madera y productos de madera, Greenpeace recomienda el uso de madera recuperada. Cuando no sea posible emplear este tipo de madera, la mejor opción es la madera que lleva la etiqueta 100% FSC. No obstante, siempre que sea posible, los consumidores (especialmente los que compran grandes volúmenes de madera, como los constructores) deben investigar más a fondo para minimizar el riesgo de comprar madera de fuentes conflictivas. Los grandes compradores deben siempre obtener información tanto de la ubicación de la fuente como de las especies utilizadas y optar por fuentes locales o regionales que operan de manera responsable.
Greenpeace advierte a los consumidores que los productos etiquetados FSC Mixto no cumplen todos los principios de la gestión forestal FSC. Los productos etiquetados FSC Mixto contienen madera que procede simplemente de fuentes “controladas”, pero no de una gestión forestal certificada, y hemos encontrado en algunos casos madera que proviene de la destrucción de áreas de alto valor de conservación y de donde se han violado los derechos tradicionales debido a los fallos en el control de la cadena de suministro.
Además, en la actualidad el PEFC y las etiquetas que avala (como el SFI, el CSA en Norteamérica y el IFCC en Indonesia) no son una buena garantía de que se cumple un gran desempeño medioambiental y social, por lo tanto, Greenpeace recomienda evitar su compra.
Recomendaciones para los grandes compradores de madera, pasta de papel y papel
En primer lugar, Greenpeace anima a los grandes compradores de productos forestales a reducir el uso de fibra procedente de bosque virgen. Creemos que las opciones más sostenibles y los mejores indicadores de desempeño ambiental son los productos forestales 100% reciclado post-consumo y las fibras alternativas producidas de forma responsable.
Cuando sea absolutamente necesario utilizar madera o fibra virgen, los productos con el sello FSC 100% siguen siendo la mejor opción disponible. Sin embargo, dependiendo del origen de la fibra, a menudo es necesario realizar una diligencia debida adicional para garantizar que cumple los requisitos de la política de la empresa, incluida NDPE, especialmente cuando procede de regiones de "alto riesgo" donde las instituciones democráticas y de la sociedad civil son débiles y el nivel de corrupción es alto.
Greenpeace Internacional advierte nuevamente sobre el uso de productos "FSC Mixto" que contienen "madera controlada" iv la cual puede proceder de operaciones forestales destructivas que no han sido certificadas y en las que no se cumplen los principios y criterios FSC sobre gestión forestal.
Greenpeace avisa de manera enérgica contra el uso de fibra de madera certificada PEFC, ya que el PEFC y los sistemas de certificación que avala no ofrecen un marco global sólido para la conservación de los bosques y los derechos humanos.
En la medida que las empresas se adentren en esta realidad compleja, Greenpeace está disponible para ser una fuente de información.
Greenpeace y su participación en los sistemas de certificación forestal
Greenpeace Internacional no pertenece a ningún sistema de certificación forestal. Las veintiséis oficinas nacionales y regionales de Greenpeace son autónomas para decidir si pertenecer o no a los sistemas de certificación forestal. De hecho, algunas oficinas nacionales de Greenpeace son actualmente miembros del Forest Stewardship Council (FSC) v .
A día de hoy, abril de 2018, ninguna entidad de Greenpeace es miembro ni del PEFC ni de ningún sistema afiliado al PEFC como la Sustainable Forestry Initiative (SFI) en Norteamérica o la Indonesian Forestry Certification Cooperation de Indonesia.
Marzo 26, 2018: Greenpeace Internacional cambia su status en el Forest Stewardship Council
Greenpeace Internacional fue uno de los miembros fundadores del Forest Stewardship Council (FSC), pero ha tomado la decisión de no renovar su afiliación al FSC debido a una puesta en práctica deficiente de los estándares y el fallo en la protección de los bosques.
Greenpeace Internacional fue socia fundadora del FSC, por lo que esta decisión no se ha tomado a la ligera. Los principios rectores y el modelo de gobernanza del FSC siguen siendo dignos de admiración: los criterios de gestión responsable se negocian entre los representantes de la industria, las organizaciones medioambientales, las organizaciones de la sociedad civil y los representantes indígenas en un sistema de cámara democrática equitativa; terceras partes independientes son las que auditan y certifican las operaciones forestales según estos criterios. Por tanto, aunque Greenpeace Internacional deje de ser socia, seguiremos estando en contacto con FSC Internacional y sus socios para tratar temas relacionados con la conservación de los bosques y con los derechos humanos.
Sin embargo, Greenpeace cree que los principios y criterios del FSC se están poniendo en práctica de manera desigual en los bosques del planeta. En algunas regiones la certificación FSC ha mejorado las prácticas forestales, pero en otras no ha cumplido su objetivo de conservar los bosques y proporcionar beneficios sociales adicionales. Esto ocurre particularmente en las regiones de "alto riesgo" donde las instituciones democráticas y de la sociedad civil son débiles y el nivel de corrupción es alto.
Como sistema de certificación forestal, el FSC es una herramienta para la mejora de la gestión forestal y el aprovechamiento de los bosques, pero Greenpeace cree que no está haciendo lo suficiente en materia de conservación. Aunque incluye normas para la conservación de los bosques y puede servir para ello, Greenpeace cree que el sistema FSC se centra actualmente en las operaciones forestales comerciales y necesita llevar a cabo mejoras para lograr una protección forestal a gran escala en todas las regiones forestales del mundo.
Es más, Greenpeace cree que la transparencia es la base de la rendición de cuentas y del abastecimiento responsable de productos. Está práctica está empezando a ser la nor
Es más, Greenpeace cree que la transparencia es la base de la rendición de cuentas y del abastecimiento responsable de productos. Está práctica está empezando a ser la norma común en las cadenas de suministro de materias primas. Para ser creíble, un sistema de certificación forestal 3 debe publicar mapas digitales de las unidades de gestión forestal certificadas y de aquellas áreas de abastecimiento que el sistema considere de “bajo riesgo”. En la actualidad, ni el FSC ni ningún otro sistema de certificación de madera hacen pública la cartografía a nivel global; tampoco son públicos los informes de las auditorías de cada uno de los certificados de la Cadena de Custodia.
Por tanto, a nivel mundial, Greenpeace Internacional ha decidido limitar su apoyo al FSC y dejar que las oficinas nacionales decidan si seguir afiliadas, o no, en aquellas regiones donde sea correcto trabajar con el FSC para lograr estándares rigurosos y su aplicación real sobre el terreno. Greenpeace Internacional seguirá en contacto con FSC Internacional y sus socios para tratar temas relacionados con la conservación de los bosques y con los derechos humanos.
La postura de Greenpeace con respecto a los sistemas de certificación forestal menos creíbles no ha variado. Ni apoyamos al PEFC ni a los sistemas de certificación afiliados como la Sustainable Forestry Initiative (SFI) en Norteamérica, el Malaysian Timber Certification Council (MTCC), el Australian Forestry Standard (AFS) o la Indonesian Forestry Certification Cooperation de Indonesia. Ni Greenpeace Internacional ni las oficinas nacionales son miembros de ninguno de los sistemas PEFC.
Greenpeace tampoco respalda los productos que se encuentran en el mercado con certificación PEFC porque los sistemas PEFC carecen de la base y requisitos básicos para proteger los valores sociales y ecológicos ya que están principalmente al servicio de los intereses de la industria maderera.
i Un Paisaje Forestal Intacto (IFL) es un mosaico de bosques y ecosistemas naturales que no muestra señales de actividad humana y es lo suficientemente grande para albegar toda la diversidad biológica nativa.
Más información en http://www.intactforests.org/
ii Ver http://highcarbonstock.org/ para implementar políticas de no deforestación en las regiones tropicales húmedas.
iii Los estudios demuestran que la huella medioambiental de las fibras alternativas, particularmente la de los desechos agrícolas, puede ser más baja que la de la fibra de madera virgen. En el siguiente enlace se puede ver un análisis del ciclo de vida que muestra los impactos de varias fibras: http://www.cms.kimberly-clark.com/UmbracoImages/UmbracoFileMedia/Alternative_Fiber_LCA_Public_Repor t_FINAL_01-14_umbracoFile.pdf
iv Para más información sobre las etiquetas FSC y el uso de la “madera controlada” ver: https://ic.fsc.org/es/choosing-fsc/fsc-labels
v Las oficinas nacionales de Greenpeace que son actualmente miembros de FSC Internacional son China, Canadá, EE.UU y Nueva Zelanda.
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