miércoles, 27 de noviembre de 2013

Nuestro monte chaqueño, el más maltratado


 

El Chaco figura entre las zonas más deforestadas de todo el planeta
ROJO. La imagen muestra la zona sin forestación.

SEGUN UNA INVESTIGACION
El Chaco figura entre las zonas más deforestadas de todo el planeta
21/11/2013 |
La delicada situación se puede apreciar también en fotografías satelitales Todo el NEA se encuentra en un marco de preocupación medioambiental.
El Chaco se encuentra entre las regiones más deforestadas del mundo. Esto es según una nueva aplicación que funciona sobre el Google Maps elaborada por la Universidad de Maryland, USA. En la imagen satelital se muestra cómo fue la evolución de la tala y la forestación de bosques autóctonos en el planeta. En rojo se pueden apreciar todas las zonas que fueron deforestadas; en verde las que se mantienen; y en azul, aquellas que han sido reforestadas. El mapa grafica la situación de los bosques desde 2000 a la fecha. En ese color aparece casi todo el territorio del Paraguay y en la Argentina se muestra un «manchón» en rojo que indica las tierras afectadas por la deforestación. Es que en todo Santiago del Estero se realizaron talas sin el respectivo replantado. Lo mismo ocurrió en Tucumán, Chaco, Formosa, parte de Salta y algunas zonas de Córdoba; aunque en el último caso, la situación tiene que ver más con los incendios forestales que con la tala. De igual manera sucede en puntos focalizados de la Patagonia. Llamativamente, entre las zonas azules se encuentra buena parte del territorio uruguayo, lo que muestra que los vecinos han estado forestando con intenciones reales de explotar las plantas papeleras. Algo similar ocurre en Corrientes, donde se observan muchas zonas azules, según el portal Región Norte Grande. LAS NORMATIVAS La Ley 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, sancionada en diciembre de 2007 por el Congreso de la Nación, establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para el enriquecimiento, la restauración, conservación, aprovechamiento y manejo sostenible de los bosques nativos en el país, y establece parámetros para el Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN) por parte de los gobiernos provinciales. Las categorías de clasificación se establecieron de la siguiente manera: 1 (roja), bosques de alto valor, destinados a conservación; 2 (amarilla) bosques de los cuales se puede hacer un uso sostenible; y 3 (verde), bosques en los cuales se puede hacer cambio de uso de suelo. En este sentido, y según los estudios realizados de manera privada, en la costa del Uruguay «existe una pequeña franja de bosques de alto valor, por lo que mucha superficie podría ser destinada al cambio de uso del suelo, siempre en el marco de una producción sostenible y sustentable», volvió a insistir. La Ley de Bosques Nativos guarda una estrecha relación con la Ley 26432 que prorrogó la 25080 de promoción de inversiones en bosques cultivados en 2009. Entre sus múltiples beneficios incluye los aportes no reintegrables para pequeños y medianos productores de hasta 500 hectáreas, reconociendo hasta el 80% de los costos de plantación. Desde 1999 se han forestado bajo este régimen unas 800 mil hectáreas de un total de 1.2 millón de hectáreas de plantaciones existentes. La Ley 26432 establece que los planes deben adecuarse a lo estipulado por la 26331 y la Ley de OTBN provincial. Por ello, los expedientes de plantaciones de 2010 en adelante de Entre Ríos no pueden ser evaluados para su aprobación ya que no cuentan con las pautas necesarias del ordenamiento de bosques nativos.

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martes, 26 de noviembre de 2013

Alimentos cada día menos sanos

fuente e informe completo:
http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/la-cocina-es-un-espacio-de-resistencia

"La cocina es un espacio de resistencia"

Soledad Barruti es la autora de "Malcomidos", una investigación profunda de la industria alimentaria argentina que deja al desnudo las perversiones del sistema dominante de producción. Lo que hay que saber de la comida y no sale en las etiquetas.

...“Si supiéramos cómo se producen nuestros alimentos –bajo qué condiciones de crueldad con las especies y con las personas, con qué cantidad inmensa de drogas y químicos venenosos, y con qué tremendos efectos a mediano plazo sobre el medio ambiente y la sociedad toda– probablemente no podríamos permanecer impávidos”, apunta.
...“Cuando empezás a ver de dónde vienen los alimentos industriales entendés que la única salida está en volver a humanizar todo el asunto. En todas las provincias del país hay productores que están reconvirtiéndose a la agroecología, y que quieren producir sin poner su salud en riesgo. O sea, que están produciendo sin químicos, lejos de los galpones de cría intensiva de animales, y en espacios sustentables, que, además, les garantice la durabilidad de su tierra. Comprarles a ellos no siempre es más caro que comprar en un supermercado aunque sí es cierto que implica una dedicación más grande, ya que todavía no es un proceso de compra que esté al alcance de la mano”.
..."Tenemos que lograr que nos den de comer personas y no empresas. Las empresas no tienen ninguna obligación en cuidar a nadie, ni en nutrir, ni en nada que se le parezca."

Córdoba se moviliza por su derecho ambiental

Las amenazas de muerte y las agresiones físicas sufridas por quienes protestan pacíficamente contra una planta contaminante  en la provincia de Córdoba están generando un descontento cada vez mayor; el 3 de diciembre habrá una marcha en la capital cordobesa por  un ambiente sano -sin venenos y, sobre todo, sin violencia-:
 
 
Córdoba, 22 de noviembre de 2013
Comunicado de la Coordinadora Provincial para la
Soberanía Popular por el Agua y la Tierra

Ante la agresión perpetrada contra Sofía Gatica, del grupo Madres de
Ituzaingó Anexo, los grupos de vecinos autoconvocados, asambleas y
organizaciones que formamos esta coordinadora declaramos nuestra total
solidaridad con Sofía, ratificamos que el rechazo a Monsanto se está dando
no solamente en Malvinas Argentinas sino en toda la provincia y el país,
alertamos a la sociedad frente al crecimiento de la violencia, denunciamos
que esta violencia viene siendo generada desde el principio por esta
empresa y por los gobiernos que le abren las puertas, y llamamos a que
todas las personas y organizaciones se pronuncien y rechacen esta violencia
antidemocrática.

¿Acaso los vecinos se pondrían a perseguir, amenazar, hostigar y golpear a
Sofía Gatica? Por supuesto que no. Estamos ante un par de mercenarios
contratados para hacer lo que están haciendo, o que lo hacen porque forman
parte del grupo patoteril que acompaña la violenta instalación de Monsanto
en Malvinas.

El poder político y Monsanto son violentos, porque avanzan por sobre las
leyes y los derechos de la comunidad, y juntos crean el clima de impunidad
donde llevan adelante estas acciones cobardes y antidemocráticas, porque no
tienen la valentía de dar el debate en una audiencia pública o en un
plebiscito. La violencia es de todo el modelo agroindustrial, que ataca
todo el territorio provincial con desmontes, apropiación de fuentes de
agua, contaminación con agrotóxicos, megaemprendientos inmobiliarios,
barrios cerrados, desalojos. Son ataques sobre las comunidades y sobre su
salud presente y futura.

En este marco festejamos el triunfo de la comunidad de Río Cuarto y la
definición política del intendente al no autorizar la instalación de
Monsanto en esa ciudad, invocando el mantenimiento de la paz social. La
Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos expresó en un comunicado su “alegría
inmensa con el rechazo concreto y público del intendente Jure a la
transnacional Monsanto en Río Cuarto, como resultado de la lucha que
venimos llevando, junto a los vecinos y vecinas de la ciudad”, y agregaron
que “Este colectivo viene denunciando desde hace tiempo el actuar delictivo
de esta empresa que encabeza el modelo productivo de los agronegocios”.

En solidaridad con Sofía Gatica y con todos los vecinos de Malvinas
Argentinas que vienen siendo amenazados, atacados por Monsanto también con
cartas documento donde se los acusa de hechos que no han cometido,
convocamos a marchar desde todos los puntos de la provincia hacia Córdoba
Capital el 3 de diciembre.

MARCHA EN CÓRDOBA CAPITAL / 3 DE DICIEMBRE / 18HS

SÍ A LA VIDA , NO A MONSANTO
POR LA EMERGENCIA AMBIENTAL EN CÓRDOBA
POR MÁS DEMOCRACIA, BASTA DE VIOLENCIA Y REPRESIÓN

Coordinadora Provincial para la Soberanía Popular por el Agua y la Tierra

https://www.facebook.com/cordinadoracordoba

aguaytierracordoba@gmail.com

viernes, 22 de noviembre de 2013

Desastre ambiental en el Río Salado causado por Salta

Esta noticia, por la magnitud del crimen ambiental que significa, debería estar ocupando la primera plana de todos los medios santiagueños en estos días:
http://www.nuevodiarioweb.com.ar/notas/2013/11/22/agua-miles-peces-muertos-salado-492389.asp

Sin agua: Miles de peces muertos en el río Salado

Por el escaso caudal, los animales permanecían estáticos en la zona. Alerta en la población por la propagación de enfermedades

...Grande fue la sorpresa cuando encontraron miles de peces muertos en las escasas aguas o bien sobre la tierra seca. Esta escena provocó impotencia e indignación en las cientos de personas que se acercaron a la compuerta niveladora, a metros de la Ruta 92, en el departamento Avellaneda, a 7 kilómetros de la ciudad de Añatuya. De acuerdo a las especulaciones de vecinos de la zona, este triste panorama surge como producto del escaso caudal que existe en el río desde hace algún tiempo.
...Hace unos días, el responsable de la Agencia de Desarrollo Regional de la ciudad de Añatuya, profesor Hugo López, consultado por esta alarmante situación, dijo que “el tema es que Salta no está derivando la cantidad que corresponde, las autoridades están reclamando esto justamente, pero me dijeron que en unos días más llegará el agua, porque ya la están dejando pasar”, manifestó en declaraciones periodísticas.
La mayor preocupación de las personas que residen en cercanías al río, son las patologías que se producen ante una situación de este tipo. No sólo deberán soportar el olor que se desprende de los peces muertos y el agua podrida, sino que están expuestos a infecciones de distinta índole.

Grave denuncia contra el nuevo Ministro de Agricultura de la Nación

-----Mensaje original-----

From: Alejandro cabrera britos

Sent: Thursday, November 21, 2013 8:23 AM

Subject: El flamante MInistro de Agricultura empleado del mes de Monsanto?

aún tiene que explicar su paso por el SENASA y por el INTA
 

Carlos Casamiquela en el 2009 fue designado presidente del INTA, cargo por el cual también ejerció la Presidencia de la Fundación ArgenINTA.

Este Personaje también fue y es uno de los pilares para que Monsanto avanzara de la forma que lo hizo en Argentina. Desde el INTA facilito tel desembarco de Monsanto, pasando por arriba a sus colegas que dieron parte de su vidas dedicándola a investigar nuevas semillas para el país y el las entrego a Monsanto y Nidera, en un acto poco elegante!!! Desde 1994, Monsanto inició los primeros contactos en Argentina y comenzó a infiltrar el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) que por décadas llevaba adelante la investigación para el desarrollo de variedades vegetales “mejoradas”. Monsanto se apoderó del capital genético estratégico del país a manos de empresas privadas como Monsanto y Nidera (la empresa semillero a la cual Monsanto entregó una licencia para la venta de semillas transgéncias) y les permitió el acceso a información confidencial del INTA, cuyos equipos de investigación fueron comprados por esas empresas. Eso permitió a Monsanto crear la soja Roundup Ready sobre la base de variedades de soja desarrolladas en Argentina para los suelos nacionales. Hoy  es premiado ( y asignado según “pedidos internacionales”) para ejercer el ministerio de Agricultura!!!!! Se viene el plan "MONSANTO PARA TODOS!!!

 

Ayer , hace cinco años,Carlos Casamiquela fue Vice presidente del SENASA, desde donde hoy tiene que dar todavía explicaciones , acerca de circuitos financieros del Organismo poco claros, y posibles sobreprecios en construcciones, como asi también en destinos de creditos internacionales, y en el circuito financiero de ArgenINTA y otras fundaciones, desde donde se sostiene el millonario negocio de la precarización laboral de trabajadores.

 

Por éstas y otras preguntas y denuncias, desde el Organismo nos persiguen y han disuelto nuestro sector de trabajo , intentando "aleccionarnos"por resoluciones elegantes , alegando mentiras y demostrando la impunidad y connivencia de sectores gremiales y del organismo, a los que les interesa que SENASA siga siendo una caja, y un organismo servil a las Corporaciones de turno.

 

 

Seguimos defendiendo el estado desde el estado y a sus trabajadores,a pesar de la violencia institucional desde el Organismo.

 

 

--

ALEJANDRO CABRERA BRITOS

doc nac de identidad 17635095

delegado ATE(ASOCIACION de TRABAJADORES del ESTADO) de la CTA (CENTRAL de TRABAJADORES de la ARGENTINA) en el SENASA (SERVICIO NACIONAL de SANIDAD y CALIDAD AGROALIMENTARIA) JUNTA INTERNA DELEGADOS en DILAB (DIRECCION de LABORATORIOS) av Fleming 1653 (1640) Martinez- Buenos Aires Argentina tel 011566228079 tel fax 01148360064 AFIRMO QUE QUIEN SUSCRIBE, ALEJANDRO CABRERA BRITOS DNI 17635095, ES EL UNICO RESPONSABLE DE LO EMITIDO DESDE ESTE CORREO ELECTRONICO, DEJANDO FUERA DE TODA RESPONSABILIDAD A MIS COMPAÑEROS DE JUNTA INTERNA.ESTO TAMBIEN SE DEBE ENTENDER EN FORMA RETROACTIVA.

tweeter acabrerabritos

facebook Alejandro Cabrera Britos

 

jueves, 21 de noviembre de 2013

El costo económico del cambio climático

Si bien es insignificante al lado del costo en vidas humanas, y en calidad de vida de toda la población, la medición en números  demuestra que las energías renovables no son tan costosas como las que seguimos utilizando.

Fuente e informe completo:
http://www.lanacion.com.ar/1640076-aumenta-cuatro-veces-el-costo-economico-por-los-desastres-naturales

Aumenta cuatro veces el costo económico por los desastres naturales

Sociedad
En 1980 las pérdidas eran de 50.000 millones de dólares y hoy llegan a los 200.000; lo atribuyen al cambio climático
Por | LA NACION
 
VARSOVIA (Enviado Especial).- Las pérdidas económicas causadas a nivel global por episodios extremos naturales vinculados con el cambio climático aumentaron en la actualidad cuatro veces más que en la década del 80.
Según un informe dado a conocer en Varsovia, lugar donde la Organización de las Naciones Unidas lleva adelante la XIX Conferencia Mundial de Cambio Climático (COP 19) , esas pérdidas aumentaron a casi 200.000 millones de dólares por año durante la última década, dejando atrás los 50.000 millones en 1980, y, al parecer, seguirán creciendo a medida que el cambio climático empeore.
En distintas charlas e informes leídos, el panel de científicos de Naciones Unidas advirtió que las inundaciones, sequías y tormentas se volverán más severas en este siglo, a medida que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) calientan cada vez más el clima de la Tierra.
"Las pérdidas económicas están creciendo -desde 50.000 millones de dólares por año en la década de 1980 a apenas por debajo de 200.000 millones de dólares anuales en la última década- y alrededor de tres cuartos de esas pérdidas son resultado del clima extremo", informó en una conferencia de prensa donde concurrió LA NACION, Rachel Kyte, vicepresidenta para Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.
"Es verdad que no se puede relacionar cada episodio del clima con el cambio climático, pero los informes científicos de varios países estudiados, advierten que los eventos de clima extremo aumentarán su intensidad si el cambio climático permanece sin control como hasta ahora", precisó Kyte.
Las grandes aseguradoras estimaron que el total de pérdidas por desastres reportadas fue de 3800 millones de dólares entre 1980 y 2012, de los cuales el 74 por ciento se vincula al clima extremo.
...................Y recientemente, a fines del mes último, el tifón Haiyán se abatió en Filipinas, un país asiático formado por casi 7000 islas, dejó hasta el momento 4900 muertos oficiales y pérdidas económicas por 14.000 millones de dólares según analistas de la agencia Bloomberg.
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miércoles, 20 de noviembre de 2013

XXI Unión de Asambleas Ciudadanas

Prensa Unión de Asambleas Ciudadanas Informa
19 de Noviembre de 2013


Celebrar la vida en defensa del territorio

Un mapa de resistencias y afectos

“Defender la soberanía de la vida, la tierra, la alegría” fue la consigna que convocó el XXI Encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), realizada en la ciudad de San Luis el fin de semana pasado, un lema que expresa la esencia de las luchas y resistencias de las asambleas nucleadas en este espacio de articulación que se reúne dos veces por año en todo el país.

martes, 19 de noviembre de 2013

No hay fumigación controlable. Generación de derivas de plaguicidas

 

Agrotóxicos
La evidencia de este y otros estudios, nos dan elementos suficientes para concluir que las aplicaciones con plaguicidas son incontrolables, haciendo imposible la prevención de las contaminaciones sobre el ambiente y las poblaciones expuestas luego de las aspersiones.
El fenómeno del movimiento de plaguicidas en el aire se denomina técnicamente DERIVA. Existe muy poca bibliografía que aborde este fenómeno con un enfoque complejo, ya que solo se ha desarrollado el estudio de las derivas de agroquímicos al momento de la aplicación, lo que denominamos Deriva Primaria. Este trabajo avanza en un abordaje amplio de los movimientos de plaguicidas en el aire a partir de considerar efectos climáticos y fisicoquímicos en tiempos posteriores a las aplicaciones.
Podemos afirmar que no hay aplicación de plaguicida controlable, porque básicamente lo que no se puede controlar es la interacción entre el clima y los fenómenos fisicoquímicos de los plaguicidas, sus residuos, y los coadyuvantes y surfactantes.
Por Ing. Qco. Marcos Tomasoni
COLECTIVO PAREN DE FUMIGAR CÓRDOBA
Noviembre 2013
Para acceder a este documento haga clic en el enlace a continuación:

NO hay fumigación controlable. Generación de derivas de plaguicidas.pdf (808,67 kB)
o

Seminario en Justicia Ambiental

Seminario optativo (56hs), dictado desde la Licenciatura en Geografía de la Facultad de Filosofía y Humanidad en el 2º cuatrimestre del 2012, con el aval de la Secretaría de Asuntos Académicos de la Universidad Nacional de Córdoba, como asignatura transversal para la formación de los estudiantes de grado de las Facultades y Escuelas de la UNC.
Casa verde, Aula 11, jueves de 17 a 20.
 

Presentación
La autocomprensión de las problemáticas ambientales de la sociedad del riesgo, elaborada por una sociedad civil activa en la defensa de la vida y sus formas de vida como derechos ciudadanos, regeneran el espacio público. El ejercicio de los derechos a la libre comunicación y a la asociación interpelan a las instituciones internacionales y del estado democrático para que cumplan con los exigentes principios constitucionales, convenciones y leyes. La Justicia Ambiental constituye un concepto en expansión, que alude a esa diversidad de prácticas del espacio público estatal y ciudadano, nacional y transnacional, sostenidas desde la igual dignidad y la participación de voces actuantes en la defensa de formas de vida, derechos y bienes comunes frente a la mercantilización y su sistemática desigual distribución de la riqueza y la contaminación.
En este contexto, el Seminario propone recuperar en un primer momento los críticas desde la economía y la ecología política al capitalismo contemporáneo, luego los correspondientes a la propuestas y herramientas de la economía verde. También se revisarán los aportes de los últimos años de la teoría política democrática en torno a la justicia, a fin de contribuir a una discusión situada de la justicia en cuestiones ambientales. En un segundo momento presenta los desarrollos y debates teóricos, así como experiencias políticas y académicas realizados al interior del concepto de Justicia Ambiental tanto en Estados Unidos como en América Latina, que en gran medida actualizan y en algunos casos innovan respecto a los marcos teóricos anteriormente referidos. Finalmente se avanza sobre propuestas desde perspectivas democráticas para resolver los problemas institucionales y de la acción en situaciones de injusticia ambiental.
Desde una perspectiva pedagógica constructivista y cooperativa, la propuesta genera un espacio de reconocimiento de saberes académicos, profesionales y ciudadanos, presencial y virtual, con la participación de quienes contribuyen al debate público e informado de los problemas ambientales actuales.
El equipo docente está conformado por Prof. Mgter. Cecilia Carrizo, Dr. Mauricio Berger y Tec. en comunicación Mario Pizzi. Informes: proyectociudadania@gmail.com

La resistencia ciudadana impide construír la planta de Monsanto en Córdoba

fuente e informe completo:
http://www.diaadia.com.ar/cordoba/planta-monsanto-se-quedo-sin-obreros

...Por otro lado, el médico Medardo Ávila Vázquez, representante de la asamblea, aseguró: “Hacemos un balance excelente del bloqueo porque logramos parar la obra pese a que Monsanto tiene el aval del TSJ. Eso es porque nuestra protesta tiene consenso social. Nosotros vamos a continuar con esta medida por seis meses más, hasta que nos habiliten una instancia participativa, que la podemos perder o ganar. Si es trasparente y perdemos, entonces el bloqueo puede ser relativizado. Acá hay derechos ambientales que no se están cumplimento”.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Por qué los científicos se vuelven eco-activistas

Fuente: Pablo Bergel -movimiento Verde al Sur-
Informe completo: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=6430

 
Por qué necesitamos una eco-revolución
Naomi Klein
 
17/11/13
 
 En diciembre de 2012, un investigador de sistemas complejos con el pelo teñido de rosa, Brad Werner, se abrió camino entre una multitud de 24.000 geólogos y astrónomos en el Congreso de otoño de la Unión Geofísica Americana que se celebra cada año en San Francisco. Las conferencias de este año acogían participantes de renombre, desde Ed Stone, del proyecto Voyager de la NASA, que explicaba un nuevo hito en el camino hacia el espacio interestelar, hasta el director de cine James Cameron, que compartía con los asistentes sus aventuras en batiscafos de profundidad.
Sin embargo, fue la sesión del propio Werner la que levantó más controversia. Tenía por título “¿Está la tierra jodida?” (título completo: “¿Está la tierra jodida? Inutilidad dinámica de la gestión medioambiental y posibilidades de sostenibilidad a través del activismo de acción directa.”).
De pie en la sala de conferencias, el geofísico de la Universidad de California en San Diego, mostró a la gente el avanzado modelo informático que estaba usando para responder a dicha pregunta. Habló de los límites del sistema, de perturbaciones, disipaciones, puntos de atracción, bifurcaciones y de un puñado de muchas otras cosas que son tan difíciles de comprender para quienes somos legos en la teoría de los sistemas complejos. No obstante, el tema de fondo estaba más que claro: el sistema global ha hecho que la merma de los recursos sea tan rápida, fácil y libre de barreras que, en respuesta, “los sistemas tierra-humanos” se están volviendo peligrosamente inestables. Cuando un periodista le presionó para que diera una respuesta clara sobre la pregunta “¿estamos jodidos?”, Werner dejó a un lado su jerga para contestar: “más o menos”.  
Sin embargo, había una dinámica en el modelo que ofrecía alguna esperanza. Werner lo denominó “resistencia”: movimientos de “gente o grupos de gente” que “adoptan un cierto tipo de dinámicas que no encajan con la cultura capitalista”. Según el resumen de su comunicación, esto incluye “acción directa medioambiental y resistencia proveniente de más allá de la cultura dominante, como las protestas, bloqueos y sabotajes perpetrados por indígenas, trabajadores, anarquistas y otros grupos activistas.”.
Las reuniones científicas serias, normalmente, no implican llamadas a la resistencia política en masa, mucho menos acciones directas y sabotajes. No es que Werner estuviera exactamente convocando estas acciones. Simplemente tomaba nota de que los levantamientos en masa de la gente (en la línea del movimiento abolicionista, de los derechos civiles o del “Ocupa Wall Street”) representan la fuente más probable de “fricción” a la hora de ralentizar una máquina económica que está escapando a todo control. Sabemos que los movimientos sociales del pasado han tenido una “tremenda influencia en… cómo la cultura dominante ha evolucionado”, señaló. Así que es lógico que “si pensamos en el futuro de la tierra, y en el futuro de nuestro acoplamiento al medio ambiente, tenemos que incluir la resistencia como parte de la dinámica.”. Y eso –argumentó Werner-, no es una cuestión de opinión, sino un “verdadero problema de geofísica”.
Muchos científicos se han visto forzados a salir a la calle por los resultados de sus descubrimientos. Físicos, astrónomos, doctores en medicina y biólogos se han situado al frente de movimientos contra las armas nucleares, la energía nuclear, la guerra, la contaminación química y el creacionismo. Así, en noviembre de 2012, la revista Nature publicó un comentario del financiero y filántropo medioambiental Jeremy Grantham, urgiendo a los científicos a unirse a esta tradición y a “ser arrestados si fuera necesario”, porque el cambio climático “no es solo la crisis de vuestras vidas: es también la crisis de la existencia de nuestra especie.”.
No hace falta convencer a algunos científicos. El padrino de la moderna ciencia climática, James Hansen, es un activista formidable que ha sido arrestado alrededor de media docena de veces por su lucha por el cierre de las minas de carbón en las cimas de las montañas y contra los gaseoductos de gas de esquisto (incluso este año dejó su trabajo en la NASA, en parte para tener más tiempo libre para sus campañas). Hace dos años, cuando fui arrestada en las inmediaciones de la Casa Blanca en una acción masiva contra el gaseoducto de gas de esquisto Keystone XL, una de las 166 personas que había sido esposada ese día era un glaciólogo llamado Jason Box, un experto sobre el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia mundialmente reconocido.      
No podía seguir respetándome a mí mismo si no iba,” dijo Box en aquel momento, añadiendo que “parece que, en este caso, no es suficiente con votar. También necesito ser un ciudadano”.
Es admirable. Pero lo que Werner está haciendo con su modelo es diferente. Él no está diciendo que su investigación le llevara a tomar parte activa contra una política en particular; lo que está diciendo es que su investigación muestra que todo nuestro paradigma económico es un desafío a la estabilidad ecológica. Y, claro está, desafiar este paradigma económico con un movimiento de masas reactivo resulta la mejor baza humana para evitar la catástrofe.
Eso es muy fuerte. Pero no está solo. Werner forma parte de un pequeño pero cada vez más influyente grupo de científicos cuyas investigaciones en el campo de la desestabilización de los sistemas naturales (de los sistemas climáticos, en particular) les está llevando a conclusiones transformativas, incluso revolucionarias, similares. Y para cualquier revolucionario en el armario que alguna vez haya soñado con derrocar el actual orden económico a favor de algún otro que como mínimo no lleve a los pensionistas italianos a colgarse en sus casas, este trabajo debería serle de un especial interés. En gran medida, porque hace que cruzar el abismo entre este cruel sistema y otro nuevo (tal vez, con mucho trabajo, un sistema mejor) no sea ya una mera cuestión de preferencia ideológica, sino más bien de una exigencia para la existencia de nuestra especie en este mundo.  
Al frente de este grupo de nuevos científicos revolucionarios se encuentra uno de los máximos expertos en cuestiones climáticas en Gran Bretaña, Kevin Anderson, director adjunto del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático, que en muy poco tiempo se ha situado como una de los centros de investigación sobre el clima más importantes en el Reino Unido. Dirigiéndose a todos, desde el Departamento para el Desarrollo Internacional hasta el Ayuntamiento de Manchester, Anderson se ha pasado más de una década popularizando pacientemente los resultados de la ciencia climática más moderna a políticos, economistas y activistas.  En un lenguaje claro y comprensible, ha ofrecido una rigurosa hoja de ruta para la reducción de la emisión de gases contaminantes que persigue frenar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados, objetivo que la mayoría de los gobiernos consideran imprescindible para evitar la catástrofe.    
Sin embargo, en los últimos años, los documentos y las diapositivas de Anderson se han ido haciendo más alarmantes. Con títulos como “El cambio climático: más allá de lo peligroso… Cifras brutales y esperanzas endebles”, señala que las probabilidades de quedarse en algo parecido a unos niveles de temperatura seguros están disminuyendo rápidamente.
Junto con su colega, Alice Bows, experta en control climático en el Centro Tyndall, Anderson señala que hemos perdido tanto tiempo con políticas ambiguas y con tímidos programas climáticos (mientras las emisiones globales crecían sin control), que ahora tenemos que enfrentarnos a recortes tan drásticos que incluso llegan a desafiar la lógica fundamental de priorizar el crecimiento del PIB por encima de todo.  
Anderson y Bows informan de que el tan a menudo citado objetivo de reducción a largo plazo (un recorte de más de un 80% de las emisiones de 1990 para el 2050) ha sido fijado por razones de conveniencia política y que no tiene “ninguna base científica”. Esto es debido a que los impactos sobre el clima no provienen de lo que emitamos hoy o mañana, sino del cúmulo de emisiones que se han ido sumando en la atmósfera a lo largo del tiempo. Además, avisan de que centrarse en objetivos de aquí a tres décadas y media –en lugar de enfocarlos hacia lo que podemos hacer para recortar carbono de forma tajante e inmediata- supone un grave riesgo de seguir permitiendo que las emisiones aumenten vertiginosamente en los próximos años, y que de ese modo se superará con creces nuestro “objetivo de carbono” hasta los 2 grados centígrados, y, entrado el siglo, nos encontraremos ante una tesitura imposible de encarar.
Esta es la razón por la que Anderson y Bows argumentan que, si los gobiernos de los países desarrollados se muestran serios a la hora de alcanzar el acordado objetivo internacional de mantener el calentamiento por debajo de los 2 grados centígrados, y siempre que las reducciones vayan a respetar cualquier tipo de principio equitativo –básicamente, que los países que han estado arrojando carbono durante casi dos siglos necesitan recortar sus emisiones antes que los países en los que más de mil millones de personas todavía no tienen electricidad-, entonces, las reducciones deben ser mucho más profundas y tienen que llegar mucho antes.
Incluso disponiendo de una probabilidad de 50/50 de alcanzar el objetivo de los 2 grados (la cual, como ellos y muchos otros avisan, ya implica enfrentarse a una serie de impactos climáticos bastamente dañinos), los países industrializados necesitan empezar a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero alrededor de un 10 por ciento al año. Y deben empezar ya. No obstante, Anderson y Bows dan un paso más, al señalar que este objetivo no puede lograrse con modestas penalizaciones por emisión de carbono o con las soluciones ofrecidas por la tecnología ecológica, normalmente defendidas por las grandes “corporaciones verdes”. Desde luego que estas medidas pueden ayudar, pero no son suficientes: una reducción del 10 por ciento en las emisiones, año tras año, resulta inaudita desde el momento en que empezamos a energizar nuestras economías con carbón.  De hecho, los recortes por encima de un 1 por ciento al año “se han visto históricamente asociadas a recesiones económicas o a crisis políticas”, tal y como indicó el economista Nicholas Stern en su informe de 2006 para el gobierno británico.    
Ni siquiera con la desintegración de la Unión Soviética hubo reducciones de tal duración y profundidad (los países soviéticos experimentaron un promedio de reducciones anuales de apenas un 5 por ciento en un período de diez años). Tampoco ocurrieron tras el crack de Wall Street en 2008 (los países ricos experimentaron un descenso de un 7 por ciento de emisión entre 2008 y 2009, pero sus emisiones de  CO2 remontaron fuertemente en 2010, y las emisiones en China y en la India han seguido creciendo). Solo después de la gran crisis de 1929, los Estados Unidos vieron, por ejemplo, como las emisiones descendían durante varios años consecutivos más de un 10 por ciento anual, según los datos históricos del Centro de Análisis e Información de Dióxido de Carbono. Pero esa fue la peor crisis económica de los tiempos modernos.
Si queremos evitar ese tipo de carnicerías a la hora de lograr nuestros objetivos con base científica en las emisiones, la reducción del carbono debe gestionarse con cuidado a través de lo que Anderson y Bows describen como “estrategias de decrecimiento radicales e inmediatas en EEUU, la UE y en otras naciones ricas”. Lo que está muy bien, si no fuera por el hecho de que resulta que tenemos un sistema económico que fetichiza el crecimiento del PIB sobre todo lo demás, sin importar las consecuencias humanas o ecológicas, y en el que la clase política neoliberal hace tiempo que ha rechazado su responsabilidad de gestionar nada (ya que el mercado es el genio invisible a lo que todo debe ser confiado).
Así que lo que Anderson y Bows están realmente diciendo es que todavía queda tiempo para evitar un calentamiento catastrófico, pero no según las reglas del capitalismo tal y como hoy se plantean. Algo que tal vez sea el mejor argumento que jamás hayamos tenido para cambiar esas reglas.
En un ensayo de 2012 aparecido en la influyente revista científica Nature Climate Change, Anderson y Bows lanzaron un guante, acusando a muchos de sus colegas científicos de no ser transparentes a la hora de exponer los cambios que el cambio climático precisa de la humanidad. Vale la pena citarles por extenso: “…a la hora de desarrollar los marcos de emisión de gases, los científicos constantemente subestiman las implicaciones de sus análisis. Cuando se trata de la cuestión de evitar el aumento de los 2 grados centígrados, se traduce “imposible” por “difícil, pero se puede hacer”; “urgente y radical”, por “desafío”: todo para apaciguar al dios de la economía –o, más concretamente, al de las finanzas-. Por ejemplo, para evitar salirse del porcentaje máximo de reducción de emisiones dictado por los economistas, se asumen los anteriores niveles máximos “de forma imposible”, junto con ingenuas nociones de “alta” ingeniería y con las tasas de utilización de infraestructuras bajas en carbón. Y lo más inquietante es que cuanto más menguan los presupuestos sobre emisiones, más se propone la geoingeniería para asegurar que el dictado de los economistas permanezca incuestionable”.   
 
En otras palabras, para aparecer razonable en los círculos económicos neoliberales, los científicos han estado haciendo la vista gorda de manera escandalosa con las consecuencias derivadas de sus investigaciones. Hacia agosto de 2013, Anderson estaba dispuesto a ser incluso más tajante, al escribir que habíamos perdido la oportunidad de cambios graduales. “Tal vez, durante la Cumbre sobre la Tierra de 1992, o incluso en el cambio de milenio, el nivel de los 2 grados centígrados podrían haberse logrado a través de significativos cambios evolutivos en el marco de la hegemonía política y económica existentes. Pero el cambio climático es un asunto acumulativo. Ahora, en 2013, desde nuestras naciones altamente emisoras (post-) industriales nos enfrentamos a un panorama muy diferente. Nuestro constante y colectivo despilfarro de carbono ha desperdiciado toda oportunidad de un “cambio evolutivo” realista para alcanzar nuestro anterior (y más amplio) objetivo los  2 grados. Hoy, después de dos décadas de promesas y mentiras, lo que queda del objetivo de los 2 grados exige un cambio revolucionario de la hegemonía política y económica”.
 
Probablemente no debería sorprendernos que algunos climatólogos estén un poco asustados por las consecuencias radicales de sus propias investigaciones. La mayoría de ellos solo estaban haciendo tranquilamente su trabajo, midiendo núcleos de hielo, elaborando sus modelos de climatología global y estudiando la acidificación de los océanos, hasta llegar a descubrir, tal y como dijo el experto climatólogo australiano Clive Hamilton, que “estaban, sin quererlo, desestabilizando el orden social y político”.
Sin embargo hay mucha gente bien informada de la naturaleza revolucionaria de la climatología. Es la razón por la que algunos gobiernos que han decidido tirar a la basura sus compromisos con el clima para seguir produciendo más carbón han tenido que encontrar maneras todavía más bestias para acallar e intimidar a sus propios científicos. En Gran Bretaña, esta estrategia se está haciendo más patente en el caso de Ian Boyd, el principal consejero científico del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, al escribir hace poco que los científicos deberían evitar “sugerir que políticas son buenas o malas” y que deberían expresar sus puntos de vista “colaborando con asesores oficiales (como yo mismo), y siendo la voz de la razón, más que de la disidente, en el ámbito público”.
Para saber a dónde conduce esto, solo hace falta mirar lo que ocurre en Canadá, donde vivo. El gobierno conservador de Stephen Harper ha hecho un trabajo tan eficaz a la hora de amordazar científicos y cerrar proyectos de investigación críticos que, en julio de 2012, un par de miles de científicos y simpatizantes celebraron un funeral bufo ante el Parlamento en Ottawa, quejándose de “la muerte de la evidencia”. Sus carteles decían: “no hay ciencia, no hay evidencia, no hay verdad.”.
Pero la verdad siempre reluce. El hecho de que el negocio-habitual-de-búsqueda-de beneficios y crecimiento este desestabilizando la vida en la tierra ya no es algo que tengamos que leer en las revistas científicas. Los primeros síntomas se están desplegando ante nuestros ojos. Y el número de personas que están reaccionando también crece a medida que sucede: bloqueando las explotaciones de gas de esquisto en Balcombe, interfiriendo en las perforaciones en el Ártico en aguas rusas (a un tremendo coste personal); llevando a juicio a las compañias de energías bituminosas por violar la soberanía indígena, entre otros muchos incontables actos de resistencia, grandes y pequeños. En el modelo informático de Brad Werner, esta es la “fricción” que se necesita para frenar las fuerzas de desestabilización. El gran activista del clima Bill McKibben lo llama los “anticuerpos” que se producen para luchar contra la “fiebre alta” del planeta.
No es una revolución, pero es un comienzo. Y puede que nos consiga el tiempo suficiente para imaginar una manera de vivir en este planeta que sea claramente menos jodida.
Naomi Klein es autora de La doctrina del shock y No Logo, está trabajando en un libro y una película sobre el poder revolucionario del cambio climático.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Media sanción para la creación de un Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas

  • La Cámara de Senadores de la Nación aprobó ayer el proyecto de ley para el establecimiento de un Sistema Nacional de Áreas Marinas Protegidas, destinado a conservar la riqueza marina de nuestro país.

  • Representa un paso más hacia la meta acordada en la Convención sobre Diversidad Biológica, que compromete a nuestro país a alcanzar, en 2020, la protección del 10% del mar. En la actualidad sólo el 4% de la superficie costero-marina de la Argentina se encuentra protegida.

  • Fuente e informe completo:
    http://www.vidasilvestre.org.ar/sala_redaccion/?8560

    Energía: el nuevo paradigma


    Tenemos energía renovable para alimentar al mundo, ¿qué nos detiene?


    AlterNet 
    Traducido para Rebelión por Germán Leyens
    El medio ambiente es una mala noticia tras la otra. El Océano Pacífico se calienta a un ritmo más rápido [3] que todo lo visto en los últimos 10.000 años y podríamos tener el Ártico más caliente en los últimos 120.000 años. Nos dicen que nos preparemos para más y peores sequías, inundaciones, olas de calor, y tormentas. Comunidades costeras podrían desaparecer por el ascenso de los mares, naciones isleñas enteras están siendo sumergidas. Como si todo eso no fuera suficientemente malo, hay una escasez global de vino [4]

    El lado positivo es que no nos está atacando un enemigo desconocido: Nuestra inclemente quema de combustibles fósiles es lo principal que nos empuja hacia el abismo. Por lo tanto tendría sentido que fuera obvia una solución que nos saque de este lío.

    Por eso es tan estupendo que haya gente como Mark Z. Jacobson [5], profesor de ingeniería civil y medioambiental en la Universidad Stanford. Mientras una cosa es decir que queremos dejar de quemar combustibles fósiles, Jacobson (y un equipo de investigadores) nos dicen cómo hacerlo.

    Jacobson participó recientemente en el “David Letterman Show,” donde proclamó que tenemos suficiente energía eólica y solar para alimentar el mundo.

    ¿Tiene razón? ¿Pueden realmente reemplazar las energías renovables a los combustibles fósiles? Si fuera así, ¿estamos dispuestos a hacer lo necesario para llegar a ese fin? Consideremos su trabajo y algunas nuevas tendencias.

    Un mundo renovable

    En 2009 Jacobson y Mark A. Delucchi [6], un científico investigador en la Universidad de California, Instituto Davis de Estudios del Transporte, publicaron un artículo de fondo [7] en Scientific American describiendo un plan para alimentar 100% de la energía del mundo (para todos los fines) utilizando tecnologías eólicas, marinas y solares (EMS). Su lista de tecnologías aceptables incluye diferentes tipos de energía solar, turbinas de viento en tierra y offshore, geotérmicas, mareomotrices e hidráulicas. Sin plantas nucleares, sin gas natural, sin etanol – solo las energías verdaderamente renovables.

    “Nuestro plan incluye millones de turbinas de viento, máquinas de agua e instalaciones solares”, escribieron. “Las cifras son grandes, pero la escala no es un obstáculo insuperable; la sociedad ha logrado antes masivas transformaciones”, incluyendo nuestro masivo sistema de autopistas y nuestro crecimiento industrial durante la Segunda Guerra Mundial.

    Su plan, que suministraría energía para todo –transporte, calentamiento/enfriamiento, electricidad, e industria– tendría un 51% de energía proveniente del viento, específicamente 3,8 millones de turbinas de viento de 5 megavatios. ¿Suena mucho? “Es interesante señalar que el mundo produce 73 millones de coches y camionetas cada año”, escriben. También, el tamaño ocupado por éstas sería inferior al tamaño de Manhattan, y por supuesto no estarían todas acumuladas en la misma área.

    La siguiente gran fuente de energía es solar –un 40% proveniente de una combinación de 89.000 fotovoltaicos (como el tipo que se coloca sobre el techo de una casa o empresa) y plantas solares concentradas, que usualmente utilizan espejos para concentrar la luz, convertirla en calor, y crear electricidad mediante turbinas de vapor. Agreguemos 900 instalaciones hidroeléctricas, 70% de las cuales ya poseemos, y cerca de 4% de energía geotérmica y mareomotriz, ¡y el globo será alimentado por energía renovable!

    Ese es el plan, en todo caso. Si parece demasiado grande para comprenderlo, miremos al ámbito de un Estado. Jacobson ha trabajado con equipos investigativos para desarrollar planes para Nueva York y California, y espera elaborar uno para cada Estado del país.

    El plan para California [8] apunta a “toda nueva energía alimentada por EMS hasta 2020, 80-85% de la energía existente reemplazada hasta 2030 y 100% reemplazada hasta 2050”.

    Establecieron que “la electrificación, más modestas medidas de eficiencia, reducirían la demanda de uso final de energía de California un 44% y estabilizarían los precios de energía ya que los costes de combustible de EMS son cero”. Es un resultado común de investigadores que se especializan en electrificar sistemas de energía con renovables – obtenemos sistemas mucho más eficientes, de modo que necesitamos menos energía.

    Un posible escenario que presentaron para California sería como este:

    25% de viento en tierra (22.900 turbinas de viento de 5 MW

    10 % de viento offshore (7.233 turbinas de viento de 5 MW)

    15% de plantas solares concentradas (1.080 plantas de 100 MW)

    15% de plantas solares fotovoltaicas (1.820 plantas de 50 MW)

    10% de sistemas solares fotovoltaicos residenciales (16,2 millones de sistemas de 5 Kw)

    15% de sistemas fotovoltaicos comerciales/gubernamentales sobre los techos (1,15 millones de sistemas de 100 Kw)

    5% de plantas geotérmicas (81 plantas de 100-MW)

    4% de plantas de energía hidroeléctrica (11 plantas de 1.300 MW, de las cuales ya tenemos un 90%)

    0,5% de corrientes marinas (4.360 instalaciones de 0,75 MW)

    0,5% de plantas mareomotrices (2.960 turbinas de 1 MW)

    Su investigación establecería que esto crearía 856.000 puestos de trabajo en la construcción durante 20 años y 137.000 puestos de trabajo permanentes. Otros beneficios incluyen la protección del suministro de agua contra derrames peligrosos, la limpieza de la contaminación del aire (incluyendo la prevención de miles de muertes prematuras por año), y la reducción de las emisiones de gases invernadero.

    Cuando se trata de Nueva York, la mayor diferencia con California es un poco menos de energía solar concentrada y mucho más viento offshore. Su plan para Nueva York es el siguiente [9]:

    10% de viento en tierra (4020 turbinas de 5 MW)

    40% de viento offshore (12.700 turbinas de 5 MW)

    10% energía solar concentrada (387 plantas de 100 MW)

    10% de plantas solares fotovoltaicas (828 plantas de 50 MW)

    6% de instalaciones FV residenciales en los techos (5 millones de sistemas de 5 Kw)

    12% de instalaciones FV comerciales/gubernamentales (500.000 sistemas de 100-kW)

    5% de instalaciones geotérmicas (36 plantas de 100 MW)

    0,5% de plantas de corrientes marinas (1.910 artefactos de 0,75 MW)

    1 % mareomotriz (2.600 turbinas de 1 MW)

    5,5% hidroeléctrica (6,6 plantas de 1.300 MW, de las cuales existe un 89%)

    Ahora que tenemos las cifras, tenemos que preguntar: ¿es esto realmente factible?

    Obstáculos insuperables

    Mark Jacobson y compañía piensan que su trabajo es técnicamente factible, aunque no sin enfrentar desafíos significativos (más sobre el tema a continuación). Eso no incluye los obstáculos sociales y políticos que son bastante grandes. Ahora mismo, parece un salto imposible. Pero eso no descarta la importancia de la visión de Jacobson. Es posible que no logremos su objetivo, pero nos ha mostrado la dirección correcta.

    Lo mismo ha hecho Vasilis Fthenakis [10], científico investigador sénior y profesor adjunto en la Universidad Columbia, quien desarrolló un plan que emplea energía solar para proveer un 69% de la electricidad del país y un 35% de todas nuestras necesidades de energía hasta 2050, mientras que un 90% de toda la energía en EE.UU. sería solar hasta fines del siglo.

    “En contraste con el plan de Jacobson, Fthenakis y sus colegas se concentran en la construcción de plantas de energía solar fotovoltaicas y termoeléctricas en las partes más asoleadas de EE.UU. –sobre todo el Sudoeste– y en el uso de transmisión de corriente directa de alto voltaje para conectar esas fuentes de energía con el resto del país” explica

    [11] Lakis Polycarpou [12] para el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.

    Jacobson se apoya más en el viento, mientras Fthenakis prefiere la energía solar. Pero ambos necesitarán materias primas para construir, y eso podría ser problemático. Todas esas turbinas eólicas y paneles solares usan materiales que tendrán que ser extraídos en el patio trasero de alguien. Podríamos estar transfiriendo nuestra dependencia del petróleo de Medio Oriente por metales de tierras raras de China, litio de Bolivia, o cobre del Congo.

    “La humanidad enfrenta un círculo vicioso: un cambio a la energía renovable reemplazará una fuente no renovable (combustibles fósiles) por otra (metales y minerales), escribieron [13] los investigadores Olivier Vida, Bruno Goffe, y Nicholas Arndt en Nature GeoScience.

    “La futura escasez potencial no se limita a los escasos metales de alta tecnología que han recibido mucha atención. La demanda de metales básicos como hierro, cobre y aluminio, así como de minerales industriales, también aumentará vertiginosamente.”

    Esto no significa, escriben, que la busca de energías renovables debe ser abandonada; simplemente que necesitamos una estrategia exhaustiva en nuestro camino adelante.

    Una cosa buena en una inversión en infraestructura renovable es que aunque puede necesitará muchos años (y muchos materiales) para ser construida, también durará décadas. No tenemos que suministrar acero a una turbina de viento que ya existe y funciona, a diferencia de las bestias hambrientas de combustibles fósiles, que devoran interminablemente carbón, petróleo y gas.

    Suponiendo que pasemos el primer obstáculo de materiales, ¿cuáles son algunos de los otros desafíos que enfrentan las energías renovables? El más mencionado es la intermitencia – el sol no brilla o el viento no sopla cuando se necesita más energía. ¿Qué pasa entonces?

    “Mediante la combinación de la eólica y la solar y el uso de la hidroeléctrica para colmar las brechas”, puede lograrse, dijo Jacobson a AlterNet. “Establecimos que en el caso de California se puede lograr de un modo bastante fácil, la energía eólica y solar son muy complementarias: si el viento no sopla durante el día, el sol brilla a menudo, y viceversa. Si hay bastante energía hidroeléctrica en la red, como es el caso en la Costa Oeste, se puede colmar las brechas. También se puede utilizar energía solar concentrada.”

    Y luego existe el problema de la ubicación; qué pasa si el viento sopla y el sol brilla más en sitios en los que se necesita menos energía. “La transmisión no es una barrera técnica en absoluto”, dijo Jacobson. “Tal vez hay que modificar algunas zonas, en general a la gente no le gusta agregar líneas de transmisión. Pero se pueden aprovechar muchas líneas existentes, aumentar su capacidad, eso reduciría el problema de tener que instalar nuevas líneas.”

    Esto ya se está realizando en parte. Un proyecto que instala 5.800 kilómetros de nuevas líneas de transmisión [14] está casi terminado en Texas que conectaría la ventosa región occidental del Estado con centros de mucha población en el resto del Estado. Sustainable Business informó [15] que aumentaría en un 50% la capacidad de energía eólica del Estado.

    Otro proyecto [16] cuya construcción se propone para el próximo año podría enviar energía del ventoso Wyoming, a 1.200 kilómetros de distancia a Las Vegas, Nevada.

    Para obtener la máxima eficiencia del proceso de transmisión, se puede utilizar HDVC [17], corriente eléctrica de alto voltaje, una parte importante de los planes solares de

    Fthenakis. A diferencia de la corriente alterna que usamos actualmente, HDVC transmite electricidad con menos pérdida a largas distancias.

    El otro masivo problema es el coste. Si se consideran históricamente todos los combustibles fósiles, suben y suben permanentemente de precio”, dijo Jacobson. “Mientras los costes de la energía eólica y solar bajan, en la mayor parte. Por ejemplo, en los últimos cuatro años, los costes de instalar la energía eólica han bajado un 50%. Los precios de la energía solar bajaron solo entre 6 y 14%; han estado bajando gradualmente.”

    Los combustibles fósiles, sin embargo, pueden seguir aumentando. Estamos perforando a miles de metros de profundidad. Estamos perforando kilómetros verticalmente y luego horizontalmente en busca de gas y petróleo. Si se considera la tecnología que es utilizada actualmente para fracturación horizontal de gran volumen para gas de esquisto y petróleo de esquisto, es un asunto bastante complicado. Ya no estamos introduciendo una paja en el suelo. Mientras más difícil es conseguir este asunto, más energía utilizamos para lograrlo. No solo es más costoso; también estamos usando más energía para la extracción que en décadas pasadas.

    Y luego tenemos el punto obvio que parece que no estamos dispuestos a encarar. La quema de combustibles fósiles es lo que está impulsando el cambio climático – pero damos a la industria un pase libre respecto a los efectos colaterales. Un artículo en Nature fija el precio de solo los impactos de la liberación de metano del derretimiento del Ártico en 60 billones [millones de millones] de dólares [18]. Es solo la punta del iceberg. Desastres naturales en EE.UU. solo en el año pasado costaron un total de 110.000 millones de dólares [19]. Si la frecuencia y la severidad extremas del clima siguen aumentando como se ha predicho, esa cantidad podría subir considerablemente.

    Buenas noticias para las energías renovables

    A pesar de planes específicos presentados por investigadores, hay motivos para ser optimistas respecto al futuro de las energías renovables.

    En agosto el Departamento de Energía anunció [20] que en 2012, el viento fue la principal fuente de nueva electricidad en el país y fue el doble de la cantidad de energía eólica del año anterior. “La capacidad cumulativa instalada de energía eólica se multiplicó por más de 22 desde 2000”, declaró el departamento. Y no es solo energía, es también puestos de trabajo – casi tres cuartos de todo el equipamiento de turbinas en el país fueron producidos en el interior.

    Esto no es todo. “El precio de viento bajo contratos de compra de energía a largo plazo firmados en 2011 y 2012, promedió 4 centavos por kilowatt hora – haciendo que el viento sea competitivo con una serie de precios de electricidad al por mayor vistos en 2012,” informa el Departamento de Energía [20].

    El potencial para energía eólica offshore en EE.UU. es inmenso, pero aún no se ha convertido en realidad. Eso podría cambiar pronto ya que ahora hay 11 proyectos [21] en etapas avanzadas – uno en los Grandes Lagos, dos frente a la costa del Golfo de Texas, y el resto en el Atlántico desde el norte de Virginia hasta Massachusetts.

    Desafortunadamente, los inmensos progresos de la energía eólica podrían ser desalentados el próximo año si se permite que expire [22] a fines de diciembre el crédito impositivo a la producción que ayuda al desarrollo de la energía eólica. De la misma manera, la industria solar enfrenta el fin de un crédito impositivo federal a fines de 2016, que podría limitar el inmenso crecimiento en esa área. Ahora mismo, la energía solar es un éxito. La Asociación de la Industria de Energías Solares informa [23] que un nuevo sistema solar es instalado en EE.UU. cada cuatro minutos y el precio de un sistema fotovoltaico ha bajado un 50% desde 2010. Aunque la cantidad de energía proveniente del sol utilizada por plantas eléctricas es de solo 1%, es algo que probablemente cambiará cuando plantas de mayor tamaño comiencen a producir en los próximos años.

    La mayoría de la gente en la industria de renovables considera que esos créditos impositivos ayudan a establecer condiciones de igualdad con los combustibles fósiles que, a pesar de ser una de las industrias más rentables del mundo, siguen recibiendo enormes subsidios. Un informe [24] publicado este año por el Fondo Monetario Internacional señala que los subsidios antes de impuestos para la industria de combustibles fósiles llegaron a 480.000 millones de dólares en 2011 (los subsidios después de impuestos son de casi 2 billones de dólares).

    Una evaluación optimista del futuro de la energía solar por Deutsche Bank [25] predice que globalmente el mercado solar será totalmente sustentable, y no necesitará subsidios, en solo dos años. País por país, las cosas serán obviamente diferentes.

    El mayor obstáculo

    Jacobson dijo recientemente en “David Letterman Show [26],” “No hay limitaciones tecnológicas o económicas para solucionar estos problemas; es primordialmente un problema social y político”.

    No son pequeños problemas. Tenemos un Congreso que ni siquiera se puede poner de acuerdo sobre cómo atar los cordones de sus zapatos, ni hablar de solucionar la mayor amenaza que enfrenta la humanidad. Los conservadores han librado una guerra contra las energías renovables [27], tratando de aumentar los requerimientos estatales para energías renovables, pero su éxito ha sido limitado. A medida que más Estados conservadores como Texas se benefician de la energía eólica, podría ser una estrategia perdedora para ellos (como lo fue para el archi-negador del cambio climático Ken Cuccinelli quien acaba de perder la contienda para ser el próximo gobernador de Virginia).

    El Washington Post publicó los resultados de un nuevo sondeo Pew [28] que estableció que solo partidarios del Tea Party se siguen aferrando a puntos de vista anti-científicos sobre el cambio climático; un 25% de los republicanos del Tea Party creen en el cambio climático, en comparación con un 61% de republicanos que no son del Tea Party y un 84% de los demócratas.

    A pesar de un sector conservador marginal [pero ruidoso], nos dirigimos lentamente en la dirección correcta. El tiempo es esencial. ¿Puede ser suficientemente rápido el cambio?

    “Pienso que algunos sectores se desarrollarán naturalmente muy rápido, tal como los coches eléctricos porque son tan eficientes”, dijo Jacobson. “En otros sectores, si no presionamos más rápido, van a cambiar solo de un modo realmente modesto o no suficientemente rápido. Soy bastante optimista de que una vez que la gente comprenda lo que sucede con los problemas relacionados con el clima, la contaminación, la seguridad energética, y una vez que comprenda que existen soluciones técnicas y una solución económica, se unirá alrededor de esas soluciones”.

    Todos los señalamientos acusatorios no se pueden dirigir solo a nuestros funcionarios elegidos – tiene que haber un amplio apoyo público. Los proyectos renovables todavía deberían ser sometidos a un estudio ecológico, pero exceptuando eso, ya no es aceptable decir que las turbinas de viento o los paneles solares son demasiado feos, especialmente que lo diga gente que obtiene electricidad de carbón, petróleo y gas pero no comparte ninguna parte del peso de su extracción o combustión.

    Cuando hablamos de alimentar nuestro futuro con energía renovable tenemos que comprender que todavía estamos hablando de impactos – pero tenemos que sopesarlos con los impactos de seguir alimentando nuestro mundo con los métodos aún más extremos de extracción de combustibles fósiles.

    No se trata simplemente un asunto de cambiar la forma cómo obtenemos energía. Significa cambiar la dinámica del poder en este país (y en todo el mundo), y de volver a colocar literalmente el poder en manos de los individuos y las comunidades.

    En este punto, el objetivo optimista de Mark Jacobson de tener un 100% de energías renovables hasta 2030 o incluso 2050 parece estar fuera de nuestro alcance. ¿Pero si apuntáramos a un 50% para comenzar, y concentráramos nuestra economía en la resiliencia en lugar de un crecimiento sin fin? La derecha podrá patear y chillar, pero dudo que el mundo se acabe. Si seguimos quemando combustibles fósiles, sin embargo, es probable que nuestra suerte no sea muy agradable.

    Enlaces :





































    Tara Lohan, editora sénior de AlterNet, acaba de lanzar el nuevo proyecto Hitting Home, una crónica de extracción extrema de energía. Es editora de dos libros sobre la crisis global del agua, incluyendo más recientemente,Water Matters: Why We Need to Act Now to Save Our Most Critical ResourceEstá en Twitter @TaraLohan