miércoles, 21 de septiembre de 2016

El 80 % de nuestros alimentos está envenenado

Lo que los medios raramente mencionan es lo que nos enferma física y mentalmente (sí, el 80 % de lo que consumimos tiene venenos que atacan especialmente a las células del sistema nervioso). No sólo producen cáncer; también explican el incremento de la violencia doméstica, aberraciones, etc.

SENASA no controla esto, Bromatología tampoco, Salud tampoco. Varios funcionarios públicos están implicados.

Video de Telefé: 1 minuto

https://www.facebook.com/FueraMonsantoarg/videos/988601231252126/

https://www.facebook.com/FueraMonsantoarg/videos/988601231252126/?hc_ref=NEWSFEED



viernes, 9 de septiembre de 2016

Agro-ecología

La verdadera agronomía. Si no, como dice tan bien Eduardo Cerdá: "campos drogadictos".

ING. AGR. EDUARDO CERDÁ:  AGROECOLOGÍA EXTENSIVA


en la Cámara de Diputados de la Nación, 6 set. 2016


https://www.youtube.com/watch?v=9mtNv7T32Ik&app=desktop

martes, 30 de agosto de 2016

Organismos Genéticamente Modificados; mucho más peligrosos de lo que se creía

Fuente:http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Mas_de_800_cientificos_del_mundo_firmaron_para_eliminar_los_transgenicos_del_planeta

Más de 800 científicos del mundo firmaron para eliminar los transgénicos del planeta

Mas de 800 científicos de 82 países ya firmaron la carta emitida a todos los gobiernos del mundo donde hacen una llamado a prohibir los productos transgénicos.
“Nosotros, los científicos abajo firmantes, pedimos la suspensión inmediata de todas las emisiones ambientales de cultivos transgénicos y productos derivados de los mismos, tanto comercialmente como en pruebas a campo abierto, durante al menos 5 años".

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Más de 800 científicos del mundo firmaron para eliminar los transgénicos del planeta

"Patentes sobre organismos vivos, los procesos, las semillas, las líneas de células y genes deben ser revocadas y prohibidas; y se exige una investigación pública exhaustiva sobre el futuro de la agricultura y la seguridad alimentaria para todos”, informó el Instituto de Ciencia En Sociedad ( ISIS).
La declaración se remonta a 1999. En el año 2003 fue sustituida por el informe del Grupo de Ciencia Independiente y, en 2013 por el más reciente informe de Ban OGM.
El Instituto ISIS publicó en el mes de junio un estudio que aporta más evidencia sobre el hecho de que los productos transgénicos liberan al suelo, aire y agua, trozos de genes sintéticos que están causando problemas de resistencia a antibióticos y otras enfermedades en los seres humanos. “Las patentes sobre formas de vida y procesos vivos deberían prohibirse porque amenazan la seguridad alimentaria, promueven la biopiratería de los conocimientos indígenas y los recursos genéticos, violan los derechos humanos básicos y la dignidad, el compromiso de la salud, impiden la investigación médica y científica, y están en contra del bienestar de los animales”, agregó ISIS.
A los agricultores y consumidores, los científicos advierten que “los cultivos transgénicos no ofrecen beneficios”. "Traen consigo muchos problemas que han sido identificados, incluyendo fricción de la producción, el aumento del uso de herbicidas, el desempeño errático, y pobres rendimientos económicos para los agricultores. Los cultivos transgénicos también intensifican el monopolio corporativo sobre los alimentos, que está llevando a los agricultores familiares a la miseria, e impidiendo el cambio esencial hacia una agricultura sostenible que garantice la seguridad alimentaria y la salud en el mundo”, indicaron los investigadores.
En Montreal en enero de 2000, más de 130 gobiernos se comprometieron a aplicar “el principio de precaución y garantizar que las legislaciones de bioseguridad a nivel nacional e internacional tienen prioridad sobre los acuerdos comerciales y financieros de la Organización Mundial del Comercio. A su vez los investigadores sostienen que la agricultura ecológica y familiar, tiene bajos costos e insumos y es completamente sostenible. “Ofrecen la única forma para restaurar las tierras agrícolas degradadas por las prácticas agronómicas convencionales, y posibilita la autonomía de los pequeños agricultores familiares para combatir la pobreza y el hambre.”, asegura el equipo de ISIS.
Carta abierta de científicos del mundo a todos los gobiernos (Traducción de Canal311, no se encuentran las citas traducidas):
1 Las patentes sobre formas de vida y procesos vivos deberían prohibirse porque amenazan la seguridad alimentaria, promueven la biopiratería de los conocimientos indígenas y los recursos genéticos, violan los derechos humanos básicos y la dignidad, el compromiso de la salud, impiden la investigación médica y científica, y están en contra del bienestar de los animales. ( 1). Las formas de vida, tales como organismos, semillas, líneas celulares y los genes son descubrimientos y por lo tanto no son patentables.
Las técnicas actuales de GM, que explotan los procesos vivos no son fiables, son incontrolables e impredecibles, y no pueden considerarse como invenciones. Además, estas técnicas son inherentemente inseguras, al igual que muchos organismos y productos transgénicos.
2. Cada vez es más claro que los actuales cultivos transgénicos no son ni necesarios ni beneficiosos. Son una distracción peligrosa que impiden el cambio esencial hacia prácticas agrícolas sostenibles que pueden proporcionar la seguridad alimentaria y la salud en todo el mundo.
3. Dos características simples representan las casi 40 millones de hectáreas de cultivos transgénicos plantados en 1999 (2). La mayoría (71%) son tolerantes a herbicidas de amplio espectro, desarrolladas por su puesto para ser tolerantes con su propia marca de herbicida, mientras que el resto están diseñados con las toxinas Bt para matar plagas de insectos. Un estadística basada en 8.200 pruebas de campo sobre el cultivo transgénico mas poular, la soja, revelo que la soja transgénica rinde un 6,7% menos y requiere dos a cinco veces más herbicidas que las variedades no modificadas genéticamente (3). Esto ha sido confirmado por un estudio más reciente realizado en la Universidad de Nebraska (4). Sin embargo, se han identificado otros problemas como: el desempeño errático, susceptibilidad a la enfermedad (5), el aborto del fruto (6) y pobres rendimientos económicos a los agricultores (7).
4. De acuerdo con el programa de alimentos de la ONU, hay suficiente comida para alimentar al mundo una vez y media más. Mientras que la población mundial ha crecido un 90% en los últimos 40 años, la cantidad de alimentos per cápita ha aumentado en un 25%, y sin embargo mil millones pasan hambre (8). Un nuevo informe de la FAO confirma que habrá suficiente o más que suficiente comida para satisfacer las demandas globales sin tener en cuenta ningún mejora de rendimiento que pudieran proporcionar los transgénicos hasta bien entrado 2030 (9). Es a causa de la creciente monopolio empresarial que opera bajo la economía globalizada que los pobres son cada vez más pobres y pasan más hambre (10). Los agricultores familiares de todo el mundo han sido llevados a la miseria y el suicidio, y por las mismas razones. Entre 1993 y 1997 el número de explotaciones de tamaño medio en los EE.UU. se redujo en 74.440 (11), y los agricultores están cobrando por debajo del costo promedio de producción de sus productos (12). La población agrícola en Francia y Alemania se redujo en un 50% desde 1978 (13). En el Reino Unido, 20 000 empleos agrícolas se perdieron en el último año, y el Primer Ministro ha anunciado un paquete de ayuda de 200 millones de libras (14). Cuatro empresas controlan el 85% del comercio mundial de cereales al final de 1999 (15). Fusiones y adquisiciones continúan.
5. Las nuevas patentes sobre semillas intensifican monopolio empresarial mediante el impedimento a los agricultores guardar y replantar las semillas, que es lo que la mayoría de los agricultores siguen haciendo en el Tercer Mundo. Con el fin de proteger sus patentes, las empresas continúan desarrollando tecnologías terminator para que las semillas cosechadas fruto de una planta sometida a bioingenieria no germinen, a pesar de la oposición mundial de los agricultores y la sociedad civil en general (16).
6. Christian Aid, una organización benéfica importante trabajar con el Tercer Mundo, llegó a la conclusión de que los cultivos transgénicos provocan desempleo, agravan la deuda del Tercer Mundo, y son una amenaza para los sistemas agrícolas sostenibles además de dañar el medio ambiente. (17).Los gobiernos africanos condenaron la afirmación de Monsanto de que se necesitan los transgénicos para alimentar a los hambrientos del mundo: “Nos oponemos firmemente .. que la imagen de los pobres y hambrientos de nuestros países está siendo utilizada por grandes empresas multinacionales para impulsar una tecnología que no es ni segura, ni para el medio ambiente, ni económicamente beneficiosa para nosotros … nosotros creemos que va a destruir la diversidad, el conocimiento local y los sistemas agrícolas sostenibles que nuestros agricultores han desarrollado durante miles de años y … minar nuestra capacidad de alimentarnos. (18) “Un mensaje del Movimiento Campesino de Filipinas ante la Organización para la Cooperación y el DesarrolloEconómico (OCDE) de los países industrializados declaró: “La entrada de los OGM seguramente intensificará la falta de tierras, el hambre y la injusticia. (19)”
7 Una coalición de grupos de agricultores familiares en los EE.UU. han emitido una lista completa de las demandas, entre ellas la prohibición de la propiedad de todas las formas de vida; suspensión de las ventas, emisiones al medio ambiente y más aprobaciones de cultivos transgénicos y los productos derivados, pendientes de una evaluación independiente y exhaustiva de los impactos ambientales, de salud y económicos sociales; y que se obligue a las empresas a hacerse responsable de todos los daños y perjuicios derivados de sus cultivos modificados genéticamente y productos para el ganado, sobre los seres humanos y el medio ambiente (20). También exigen una moratoria de todas las fusiones y adquisiciones de empresas, sobre el cierre de la granja, y un fin a las políticas que sirven a los grandes intereses agroindustriales a expensas de los agricultores familiares, los contribuyentes y el medio ambiente (21). Han montado una demanda contra Monsanto y otras nueve empresas por prácticas monopólicas y por endosar los cultivos transgénicos a los agricultores sin evaluaciones de seguridad y de impacto ambiental adecuados (22).
8. Algunos de los peligros de los cultivos transgénicos son reconocidos abiertamente por los Gobiernos del Reino Unido y de Estados Unidos. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAFF) del Reino Unido ha admitido que el traslado de los cultivos transgénicos y el polen más allá de los campos plantados es inevitable (23), y esto ya ha dado lugar a las malas hierbas resistentes a los herbicidas (24). Un informe provisional sobre las pruebas de campo patrocinados por el Gobierno del Reino Unido ha confirmado la hibridación entre parcelas adyacentes de diferentes variedades de colza tolerante a los herbicidas modificados genéticamente, lo que dio lugar a híbridos tolerantes a múltiples herbicidas. Además, colza transgénica y sus híbridos fueron encontrados como maleza en los cultivos de trigo y cebada posteriores, que estaban siendo controlados con herbicidas convencionales (25). Plagas de insectos resistentes al Bt han evolucionado en respuesta a la continua presencia de las toxinas en las plantas transgénicas durante todo el ciclo de cultivo, y la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. está recomendando a los agricultores a plantar hasta un 40% los cultivos no modificados genéticamente con el fin de crear refugios para los no plagas de insectos resistentes (26).
9. Las amenazas a la diversidad biológica de los principales cultivos transgénicos ya comercializados son cada vez más claras. Los herbicidas de amplio espectro utilizados con los cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas no solo diezman especies de plantas silvestres de forma indiscriminada, sino que también son tóxicos para los animales. El glufosinato causa defectos de nacimiento en los mamíferos (27), y el glifosato está ligado al linfoma de Hodgkin (28). Los cultivos transgénicos Bt-toxinas matan insectos beneficiosos como las abejas (29) y las crisopas (30), y el polen de maíz Bt es letal para las mariposas monarca (31), así como lo es para los papiliónidos (32). La Toxina Bt es exudada de las raíces del maíz Bt en la rizosfera, donde se une rápidamente a las partículas del suelo y se convierte en parte del mismo. A medida que la toxina está presente en una forma activada, no selectiva, especies objetivo y no objetivo en el suelo se verán afectadas (33), causando un enorme impacto en todas las especies sobre la tierra.
10. Los productos resultantes de los organismos modificados genéticamente también pueden ser peligroso. Por ejemplo, un lote de triptófano producido por microorganismos modificados genéticamente se asoció con al menos 37 muertes y 1.500 enfermedades graves (34). Una hormona geneticamente modificada de crecimiento bovino, se inyecta en vacas con el fin de aumentar la producción de leche, no sólo provoca el sufrimiento excesivo y enfermedades para las vacas, también aumenta de IGF-1 en la leche, que está vinculada a los cánceres de mama y de próstata en seres humanos (35). Es de vital importancia para el público a ser protegido de todos los productos transgénicos, y no sólo los que contienen ADN transgénico o proteína. Esto es debido a que el propio proceso de modificación genética, por lo menos en la forma practicada actualmente, es inherentemente peligroso.
11. Memorandos secretos Food and Drug Administration de EE.UU. revelaron que se ignoró las advertencias de sus propios científicos de que la ingeniería genética es un nuevo punto de partida e introduce nuevos riesgos. Además, el primer cultivo transgénico liberado para su comercialización – el tomate Flavr Savr – no pasó las pruebas toxicológicas necesarias (36). El Dr. Arpad Pusztai y sus colaboradores en el Reino Unido plantearon serias dudas sobre la seguridad de las papas transgénicas que estaban probando. Ellos llegan a la conclusión de que una parte significativa del efecto tóxico puede ser debido a la transformación genetica o al proceso utilizado en la fabricación de las plantas modificadas genéticamente u ambos (37).
12. La seguridad de los alimentos transgénicos se disputó abiertamente por el profesor Bevan Moseley, genetista molecular y actual Presidente del Grupo de Trabajo sobre Nuevos Alimentos en el Comité Científico de la Unión Europea sobre la Alimentación (38). Llamó la atención sobre los efectos imprevistos inherentes a la tecnología, haciendo hincapié en que la próxima generación de los alimentos modificados genéticamente – los llamados ‘nutracéuticos “o” alimentos funcionales “, como la vitamina A del arroz’ enriquecido ‘- planteará aún mayores riesgos para la salud debido a el aumento de la complejidad de las construcciones de genes. 13. La ingeniería genética introduce nuevos genes y nuevas combinaciones de material genético construido en el laboratorio en los cultivos, el ganado y los microorganismos (39). Las construcciones artificiales se derivan a partir del material genético de virus patógenos y otros parásitos genéticos, así como bacterias y otros organismos, e incluyen genes que codifican para resistencia a los antibióticos. Las construcciones están diseñadas para romper las barreras de las especies y para superar los mecanismos que impiden que el material genético extraño de la inserción en los genomas. La mayoría de ellos nunca han existido en la naturaleza a lo largo de miles de millones de años de evolución.
14. Estos constructos se introducen en las células por métodos invasivos que conducen a la inserción aleatoria de los genes extraños en el genoma (la totalidad de todo el material genético de una célula u organismo). Esto da lugar a, efectos aleatorios impredecibles, incluyendo anormalidades en los animales y las toxinas y alergenos inesperados en cultivos alimenticios.
15. Una construcción común a prácticamente todos los cultivos transgénicos ya comercializados o se someten a pruebas de campo implica un interruptor de gen (promotor) del virus mosaico de la coliflor (CaMV) empalmado junto al gen foráneo (transgén) para hacer sobre-expresan de forma continua (40 ). Este promotor CaMV está activo en todas las plantas, en levaduras, algas y E. coli. Recientemente hemos descubierto que es aún activo en el huevo de anfibio (41) y el extracto de células humanas (42). Tiene una estructura modular y se puede intercambiar, en parte o en su totalidad con los promotores de otros virus para dar a los virus infecciosos. También cuenta con un “punto caliente de recombinación ‘donde es propenso a romperse y unirse con otro material genético (43).
16 Por estas y otras razones, el ADN transgénico – la totalidad de las construcciones artificiales transferidos en el OMG – puede ser más inestable y propenso a transferir de nuevo a especies no relacionadas; potencialmente a todas las especies que interactúan con el OMG (44).
17. La inestabilidad de ADN transgénico en plantas modificadas genéticamente es bien conocido (45). Genes transgénicos a menudo son silenciados, pero la pérdida de parte o la totalidad del ADN transgénico también ocurre, incluso en las generaciones posteriores de propagación (46). Estamos al tanto de ninguna evidencia publicada para la estabilidad a largo plazo de los insertos transgénicos en términos de estructura o ubicación en el genoma de la planta en cualquiera de las líneas de transgénicos ya comercializados o ensayos de campo sometidos.
18. Los riesgos potenciales de la transferencia horizontal de genes de GM incluyen la propagación de genes de resistencia a antibióticos a los patógenos, la generación de nuevos virus y bacterias que causan la enfermedad y las mutaciones debido a la inserción aleatoria de ADN extraño, algunos de los cuales pueden conducir a cáncer en células de mamíferos (47). La capacidad del promotor CaMV para funcionar en todas las especies, incluyendo los seres humanos es particularmente relevante para los peligros potenciales de la transferencia horizontal de genes.
19. La posibilidad de que el ADN desnudo o libre para ser absorbidos por las células de mamíferos se menciona explícitamente en los EE.UU. Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de un proyecto de orientación a la industria sobre los genes marcadores de resistencia a antibióticos (48). En sus comentarios sobre el documento de la FDA, el MAFF Reino Unido señaló que el ADN transgénico puede no transfiere sólo por ingestión, sino por el contacto con el polvo y el polen de plantas transmitida por el aire durante el trabajo agrícola y procesamiento de alimentos (49). Esta advertencia es tanto más significativa con el reciente informe de la Universidad de Jena en Alemania que los experimentos de campo indicaron genes transgénicos pueden haber transferido vía polen transgénico a las bacterias y levaduras en el intestino de las larvas de las abejas (50).
20. Planta de ADN no se degrada fácilmente durante la mayor parte del procesamiento comercial de alimentos (51). Los procedimientos tales como la molienda y molienda dejaron ADN grano en gran parte intacto, al igual que el tratamiento térmico en 90deg.C. Las plantas colocadas en el ensilaje mostraron poca degradación del ADN, y un informe especial del Reino Unido MAFF desaconseja el uso de plantas modificadas genéticamente o residuos vegetales en la alimentación animal.
21. La boca humana contiene bacterias que se han demostrado para captar y expresar ADN desnudo que contiene genes de resistencia a antibióticos y bacterias transformables similares están presentes en las vías respiratorias (52).
22. Se ha encontrado que los genes marcadores de resistencia a antibióticos de las plantas modificadas genéticamente para transferir horizontalmente para bacterias y hongos del suelo en el laboratorio (53). Seguimiento sobre el terreno reveló que el ADN de la remolacha azucarera GM persistía en el suelo durante un máximo de dos años después de la plantación de la cosecha de GM. Y hay evidencia que sugiere que las partes del ADN transgénico se transferirán horizontalmente a las bacterias en el suelo (54).
23. La investigación reciente en la terapia génica y las vacunas de ácido nucleico (ADN y ARN) deja poca duda de que los ácidos nucleicos desnudos / libres se pueden tomar, y en algunos casos, que se incorpora en el genoma de todas las células de mamíferos, incluyendo las de los seres humanos. Los efectos adversos observados ya incluyen shock tóxico agudo, reacciones inmunológicas retraso y las reacciones autoinmunes (55).
24. La Asociación Médica Británica, en su informe provisional (publicado en mayo de 1999), pidió una moratoria indefinida sobre las liberaciones de OMG a la espera de una mayor investigación sobre nuevas alergias, la propagación de genes de resistencia a antibióticos y los efectos de ADN transgénico.
25. En el Protocolo de Bioseguridad de Cartagena negociado con éxito en Montreal en enero de 2000, más de 130 gobiernos han acordado poner en práctica el principio de precaución, y para garantizar que las legislaciones de bioseguridad a nivel nacional e internacional tienen prioridad sobre los acuerdos comerciales y financieros en la OMC . Del mismo modo, los delegados a la Conferencia de la Comisión del Codex Alimentarius en Chiba Japón, marzo de 2000, han acordado preparar procedimientos reglamentarios estrictos para los alimentos transgénicos, que incluyen la evaluación previa a la comercialización, el seguimiento a largo plazo de los impactos de salud, pruebas de estabilidad genética, toxinas, alérgenos y otros efectos no deseados (56). El Protocolo de Bioseguridad de Cartagena ha sido firmado por 68 gobiernos en Nairobi en mayo de 2000.
26. Instamos a todos los gobiernos a que tomen debidamente en cuenta la evidencia científica ya sustancial de los peligros reales o presuntos que surgen de la tecnología GM y muchos de sus productos, y para imponer una moratoria inmediata sobre nuevas emisiones al medio ambiente, incluyendo las pruebas de campo abierto, de acuerdo con el principio de precaución, así como la ciencia del sonido.
27. Estudios sucesivos han documentado la productividad y la sostenibilidad de la agricultura familiar en el Tercer Mundo, así como en el Norte (57). Evidencia del Norte y del Sur indica que las pequeñas fincas son más productivas, más eficientes y contribuyen más al desarrollo económico que las fincas grandes. Los pequeños agricultores también tienden a tomar mejores administradores de los recursos naturales, la conservación de la biodiversidad y salvaguardar la sostenibilidad de la producción agrícola (58). Cuba respondió a la crisis económica provocada por la ruptura del bloque soviético en 1989 por la conversión de convencional a gran escala, de alta monocultivo de entrada a la pequeña agricultura ecológica y semi-orgánica, lo que duplica la producción de alimentos con la mitad de la entrada anterior (59).
28. Los enfoques agroecológicos son una gran promesa para la agricultura sostenible en los países en desarrollo, en la combinación de conocimientos y técnicas adaptadas a las condiciones locales con el conocimiento científico occidental contemporánea (60) la agricultura local. Los rendimientos se han duplicado y triplicado y siguen aumentando. Se estima que unos 12,5 millones de hectáreas en todo el mundo ya se cultivan con éxito en esta forma (61). Es ambientalmente racionales y asequibles para los pequeños agricultores. Recupera las tierras de cultivo marginales por la agricultura intensiva convencional. Ofrece la única forma práctica de restaurar las tierras agrícolas degradadas por prácticas agronómicas convencionales. Por encima de todo, se faculta a los pequeños agricultores familiares para combatir la pobreza y el hambre.
29. Instamos a todos los gobiernos a rechazar los cultivos transgénicos en la base de que son peligrosos y contrarios a un uso ecológicamente sostenible de los recursos. En su lugar, deberían apoyar la investigación y el desarrollo de métodos de agricultura sostenible que realmente pueden beneficiar a las familias de agricultores de todo el mundo. Ecoportal.net

lunes, 29 de agosto de 2016

Mecanismo social universal que pondrá fin al Imperio Monsanto

victor krieger fabbroni

28 ago. (hace 1 día)








La Sociedad Civil del Mundo se movilizará para obligar a Monsanto a rendir cuentas por violación a los derechos humanos, crímenes contra la humanidad y Ecocidio que se llevara a cabo del 14 al 16 de Octubre próximo en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, Países Bajos.

Se ha puesto en marcha un mecanismo social universal que pondrá fin al Imperio Monsanto que no pudo con los pueblos, lo que sí durante tantos años  con mentiras, corrupción, financiamiento de estudios científicos fraudulentos y complicidad con gobiernos corruptos indiferentes al padecimiento de sus semejantes

Los pueblos no se suicidan. Verán caer a Monsanto,causante de uno de los mayores escándalos sanitario y medioambiental de la historia moderna Monsanto se constituirá de esta manera en un trágico paradigma de la impunidad de las empresas transnacionales y sus dirigentes.



·        ¿Qué dice usted, Sra. Marie Monique Robin?:

Que el actual modelo agroindustrial acaba con todo: contamina y acaba con los suelos. Respecto al daño, hay una dimensión ecológica (ambiental) y otra más inmediata, de rango sanitario: “Es el veneno cotidiano que ingerimos”. Los alimentos industriales son parte responsable de la epidemia de “enfermedades crónicas evitables”.

Hay una relación entre alimentos industriales y la tasa de cáncer que está subiendo en todos los países; de enfermedades neurológicas (autismo, Parkinson, etc.), diabetes, celiacos y problemas de esterilidad, cáncer, etc., todo a través de productos químicos (Agrotóxicos) que contaminan nuestros alimentos. El glifosato es ejemplo por excelencia.



·        ¿Por qué los gobiernos no controlan?

Porque hay mucho dinero en juego. Porque la corporación sojera ha invertido enormes cantidades de dinero en el sistema y lo quieren mantener. Igualmente el Gobierno, que participa de sus ganancias en las exportaciones.

En Europa hay una gran campaña en la que se pide el etiquetado de carnes provenientes de animales alimentados con soja transgénica que viene de Argentina, Brasil o Estados Unidos. Mucha gente evita comer alimentos de esta procedencia.

¿Qué va a hacer Argentina con 21 millones de hectáreas fumigadas con glifosato si el producto se vuelve prohibido?



·        Cuando se dio a conocer su documental “El Mundo Según Monsanto”, cuál fue el impacto:

Permitió saber cómo las multinacionales manejan y controlan el proceso de regulación (autorización) de los productos químicos. Logró  que Monsanto callara y no pudiera hacer nada.



·        ¿Ha recibido de esta Empresa algún tipo de respuesta o invitación a reunirse o, por el contrario, represalias ante sus trabajos?

Han pagado bufetes de abogados para revisar mis libros y documentales, y encontrar algunas fallas para hacerme un juicio pero…. no encontraron nada.



·        ¿Qué opina sobre la posible compra de Monsanto por parte de Bayer?

Parece un poco extraño que Bayer compre aMonsanto, una multinacional con muchos problemas y juicios pendientes. Lo más probable es que si se hace esta compra, vamos a tener por un lado a Monsanto contaminando el ambiente con glifosato, que es el producto más  tóxico de la historia industrial y, por otro Bayer, vendiendo los medicamentos para curar a la gente envenenada por los productos de Monsanto.



·        ¿Cómo en las películas de terror que hablan de la creación de un mal y luego la cura para compensarlo?

Sí. Recuerdo un agricultor francés que tenía Parkinson. Se enfermó a causa de insecticidas de Bayer y esa misma empresa le vendía los remedios para curar el Parkinson.



·        En las conferencias internacionales sobre cambio climático (efecto invernadero) poco se habla sobre el impacto de la industria alimentaria.

No es un olvido, obviamente hubo presión de las multinacionales. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calculó que, de considerar absolutamente todas las etapas del proceso (cómo se producen los pesticidas, el transporte, los commodities, las granjas industriales, etc.), el modelo agroindustrial sería responsable de la mitad de las emisiones globales y que, en lugar de capturar carbono, lo emite

No ha quedado ninguna vaca en los campos, solo soja. Las únicas vacas presentes están en los feedlots, que son campos de concentración de vacunos alimentados con soja fumigada con glifosato. Entonces todo, incluso la carne que llega a nuestro plato, está contaminada”.



·        Considerando su documental “Mujeres para el planeta”, ¿cuál cree que es el rol que tiene la mujer en la búsqueda de un estilo de vida más saludable para el ambiente y el propio ser humano?

Las mujeres son las que llevan el plato a la mesa. Tienen una relación muy especial con la comida y juegan un papel muy importante porque ellas son las que ven los resultados, que sus niños comienzan a tener alergias.

En California (EE.UU) vive una madre que tiene tres hijos, dos con alergia al gluten (celíacos) y otro que, a los ocho años, empezó a desarrollar síntomas de autismo. Poco a poco se fue informando de que en su barrio había niños con alergias en cada una de las casas. Le hizo análisis de orina a sus hijos y ahí se dio cuenta que tenían glifosato hasta en la propia orina. Entonces cambió la dieta de toda la familia pasando a una dieta orgánica, y los síntomas de autismo desaparecieron. La relación entre la exposición al glifosato y el autismo, aumenta de manera increíble.



·        ¿Qué concejo les daría a las madres Argentinas?

Que eviten los productos industriales contaminados o transformados con el adicionado de químicos. Que busquen comer alimentos orgánicos. Cada uno puede empezar a cambiar…, empezando por su propio plato de comida.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Biólogo Raúl Montenegro: "Estamos en la peor situación medioambiental de la historia”

Fuente: 
http://www.revistacitrica.com.ar/estamos-en-la-peor-situacion-medioambiental-de-la-historia.html


“Estamos en la peor situación medioambiental de la historia”


01 de agosto de 2016

Revista Cítrica
En el Día de la Pachamama, el biólogo Raúl Montenegro alertó sobre los puntos más sensibles del ecosistema de nuestro país: desmontes masivos, contaminación del suelo y hasta un posible derrame nuclear.
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Este lunes empezó el mes de la Pachamama, está bien, pero mucho para festejar no tenemos. Porque a los problemas sociales y económicos que vive el país habría que agregarle otro, quizás más importante, pero muchas veces invisible: el deterioro de nuestra naturaleza. En diálogo con Cítrica, el biólogo y premio Nobel Alternativo, Raúl Montenegro, reconoció que la situación se agudiza año tras año. Y nada hace presagiar un cambio: “Argentina está en la peor situación medioambiental de su historia”, dice el representante de la FUNAM en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.
¿Por qué es el peor momento de la historia?
Porque no hay sitios del país en que no se haya retrocedido en este aspecto. Desde todo punto de vista: desmontes, uso de plaguicidas, contaminación industrial, contaminación de las aguas, riesgo de un derrame nuclear. Se ha destruido, por ejemplo, el 82% de los bosques nativos. Nunca antes hubo tan poca superficie cultivada. Nosotros consideramos, con criterio conservador, que hay alrededor de 12 millones de personas expuestas a los efectos de los plaguicidas. Por año se vuelcan 310 millones de litros de estas sustancias en los suelos de Argentina. La consecuencia está a la vista: el país tiene la más baja biodiversidad de toda su historia y, al mismo tiempo, es el momento en que más organismos transgénicos se utilizaron.
Se refirió a un posible riesgo nuclear, algo impensado para buena parte de los argentinos.
Es otro punto crítico. Argentina tiene tres lugares: Embalse, Atucha y Atucha II. En caso de un accidente nivel VII en la escala de INES, que es el parámetro para medir los accidentes nucleares, un hecho de las características de lo que sucedió en Chernobyl o Fukushima, el impacto alcanzaría de 500 a 700 kilómetros.
En este panorama tan negativo, ¿hubo algún avance en el último tiempo?
Sí. Existen numerosas iniciativas. Por ejemplo, la agricultura orgánica o los nuevos parques para desarrollar energías con fuentes sustentables hacen que se atenúen determinadas problemáticas vinculadas al ecosistema. Pero tiene que quedar algo en claro: no hay relación entre el crecimiento de lo malo con el crecimiento de lo bueno. Todo pasa en un contexto en el que la mayor parte de la sociedad no tiene una verdadera dimensión de lo que está sucediendo. Es entendible: la mayor parte de la población vive en ciudades, y allí es más difícil percibir los problemas. Esa falta de percepción ayuda a que esta problemática no se detenga.

lunes, 18 de julio de 2016

Los agrotóxicos están fuera de control

Fuente: http://www.laprensa.com.ar/410027-No-hay-control-sobre-los-pesticidas.note.aspx

"En Santiago del Estero, más concretamente en Quimil, al noreste de la provincia, un avión amarillo termina de
realizar la tercera pasada sobre el campo de girasoles que rodea a una casa baja y rosada sobre la que cuelga un cartel que dice: Escuela 146 La Pampa. Las 110 familias que viven en la zona se cansaron de denunciar las fumigaciones. Afirman que se les secaron los árboles frutales y que sus chicos terminan con los ojos irritados, pero nadie parece escucharlos."




Actualidad
El uso del glifosato cerca de ciudades y pueblos de todo el país produce enfermedades incurables y malformaciones en niños y adultos

No hay control sobre los pesticidas
14.07.2013 | Los médicos que ejercen su profesión en zonas rurales lo ratifican: crecen los casos de cáncer y deformaciones debido a las fumigaciones con agroquímicos. Por su parte, el Ministerio de Salud elaboró un informe que también confirma que en las poblaciones expuestas a estos productos tóxicos hay un 30 por ciento más de gente afectada con tumores que en las que no lo están.
Médicos que ejercen su profesión en diferentes provincias del país reportaron, durante un encuentro realizado en Rosario en 2011, los datos acerca de la “acumulación de nuevos casos de malformaciones congénitas y cáncer” en pueblos y regiones agrarias fumigadas con agroquímicos.
Los profesionales de la salud destacaron el aumento de enfermedades de este tipo en Chaco, Santa Fe, Tucumán, Córdoba y Misiones, y expresaron “mucha preocupación por la irresponsabilidad del uso continuo” de glifosato para fumigar vías férreas en lugares poblados del Gran Buenos Aires.
Las conclusiones surgieron del primer Congreso Latinoamericano de Salud Socio Ambiental y del segundo Encuentro Nacional de Médicos de Pueblos Fumigados, organizado por la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario. “Los agrotóxicos nos están enfermando, por lo menos hay que restringir su uso aéreo y alrededor de los pueblos”, explicó el pediatra Medardo Avila Vázquez, de la Red de Médicos de
Pueblos Fumigados de la Universidad Nacional de Córdoba.
En las disertaciones, más de 350 asistentes presentaron, a nivel científico, “evidencias y nuevos descubrimientos sobre los mecanismos”de que las sustancias químicas utilizadas en la agricultura “generan enfermedad en los humanos”.
En ese ámbito, reclamaron la implementación de resguardos públicos para evitar o disminuir la contaminación.
Al respecto, pidieron que sean prohibidas las fumigaciones aéreas, alejar las aspersiones terrestres de las cercanías de los pueblos y reclasificar los agrotóxicos con criterios sanitarios.
El médico Alejandro Oliva resaltó que en el sur de Santa Fe la exposición de los agrotóxicos disminuye las capacidades sexuales y reproductivas en los varones, datos que fueron publicados en revistas científicas internacionales.
El aumento del monocultivo de soja ha dado como resultado un uso excesivo de agroquímicos, especialmente del herbicida conocido como glifosato. De acuerdo a estudios de varios organismos e instituciones, este producto es peligroso y dañino para la salud, y durante años ha estado rociándose desde avionetas en zonas aledañas a pueblos.
EN CHACO
En la provincia del Chaco, vecinos de Paraje Buena Vista de la zona de General San Martín, denunciaron que el 26 de enero se realizaron nuevas fumigaciones ilegales con agroquímicos a menos de cien metros de sus viviendas y en cercanías de la escuela EFA Nº 141.
Los vecinos recordaron que las fumigaciones ya habían sido denunciadas en diciembre de 2012 y durante enero de 2013, situación que motivó la presencia en el lugar de funcionarios de la Dirección de Calidad Ambiental del Gobierno provincial, el 17 de enero último.
Los pobladores de Paraje Buena Vista, a través de la Red de Salud Popular ‘Dr. Ramón Carrillo’, reclamaron
la urgente intervención de las autoridades del Ministerio de Planificación y Ambiente del Chaco para evitar mayores daños a la salud de la población.
"Riesgo inminente de óbito’’, dice el último parte médico de Gonzalo, eufemismo que indicaba que el bebé, con dos meses y 27 días, podía morir en cualquier momento. En su diagnóstico se puede leer ‘malformación craneoencefálica’.
Las estadísticas dirán más tarde que es uno de los siete entre mil casos que nacen así, pero su padre, Pedro Mores, cree otra cosa. El pequeño Gonzalo se gestó en uno de los tantos pueblos chaqueños expuestos a las fumigaciones con agroquímicos. La familia Mores vive en el límite de las provincias de Chaco y Santiago del Estero.
"Por ahí andan fumigando constantemente con los aviones y con los tractores que llaman ‘mosquitos’ -cuenta Pedro-. En el pueblo hay más casos como el de Gonzalo, unos cuatro, y es un lugar chico de unos siete mil habitantes’’.
Un informe del Ministerio de Salud de mayo de 2012 confirma su sospecha. En las poblaciones expuestas a los agroquímicos hay un 30 por ciento más de casos de cáncer que en las que no lo están. Aun así, las denuncias
sobre los efectos de los agroquímicos, utilizados en la explotación de cosechas de alta rentabilidad, suelen perderse entre la polémica.
Las grandes empresas niegan los efectos tóxicos de las sustancias y piden el ‘uso responsable’ de lo que la gente del campo llama, sin rodeos, ‘venenos’.
SIN CONTROL
En el año 2012, una investigación realizada por la Auditoría General de la Nación (AGN) detectó graves falencias en el control de la aplicación de agroquímicos por parte del Senasa. En un informe que sus propios autores caracterizaron como ‘lapidario’ se afirma que el ente no puede cumplir con sus atribuciones.
Según el informe elaborado por la Auditoría, los cultivos transgénicos sujetos a fumigación sistemática cubren 22 millones de hectáreas en la Argentina, donde habitan alrededor de 12 millones de personas.
Sin embargo, la Comisión creada para prevenir daños en la salud de la población afectada por agroquímicos no trabaja desde el año 2010. Tampoco se realizan las evaluaciones pertinentes para determinar la peligrosidad de los productos autorizados.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) es el organismo encargado de registrar y autorizar los agroquímicos utilizados en la actividad agropecuaria. Así, el ente se ocupa de clasificar los plaguicidas según su toxicidad y lleva registros de las empresas productoras y aplicadoras de los mismos.
"Nada de esto está cumplimentado de acuerdo a lo que debería ser; el organismo no cumple eficiente ni eficazmente con su obligación de autorizar y con su obligación de registrar y tampoco cumple debidamente con los análisis de las muestras de los agroquímicos”, afirmó el auditor general Vicente Brusca en base a una investigación que analizó el trabajo del organismo nacional entre 2008 y 2011.
En tanto, la Comisión Nacional de Investigación sobre Agroquímicos (CNIA) fue creada por decreto presidencial en 2009 para dar respuesta a los reclamos de pueblos afectados por fumigaciones -especialmente las Madres de barrio Ituzaingó Anexo (ver recuadro)- así como ante la información que en los últimos años se ha producido sobre esta problemática desde diversas instituciones y organizaciones.
Sin embargo, según lo auditado, “no se tuvo evidencia de avances de la CNIA posteriores a 2010”. Al respecto, la investigación realizada explica que se conformaron tres grupos de trabajo entre la comisión mencionada y direcciones del Senasa. En base a esta situación, los miembros de la Auditoría General de la Nación concluyen: “No se han extremado las medidas de control en la aplicación de los agroquímicos para garantizar el buen uso de los mismos y que no afecten a los habitantes de las zonas colindantes a los cultivos”.
GENERACIONES
Las investigaciones médicas señalan que el daño más intenso del glifosato se manifestará en los hijos de quienes viven en zonas cultivadas.
Sin embargo, la Justicia sólo actúa sobre el presente. El glifosato es un veneno bioacumulativo‘‘que cuando
ingresa en un ser vivo se transmite de generación en generación”, asegura la abogada santafesina Graciela Gómez, quien ha presentado varias denuncias judiciales de víctimas del uso de los agrotóxicos.
“Una persona no lo podrá padecer pero sus hijos tal vez sí; al ser bioacumulativo en algún momento la enfermedad estalla, por la suma de pequeñas fumigaciones”, agrega.
Con la introducción de los agrotóxicos en los ámbitos rurales durante las últimas décadas, han surgido los reclamos por malformaciones, enfermedades incurables, muertes de niños y abortos espontáneos.
Sin embargo, los fallos obtenidos tienen corto alcance. “Toda nuestra legislación se basa en analizar las fumigaciones cuando mata automáticamente, pero desconoce el envenenamiento masivo en pequeñas dosis”, explica Gómez.
MISIONES
En la provincia de Misiones, las malformaciones por contacto con agrotóxicos superan diez veces la media: “El 87% de los casos se registra en personas que habitan en zonas rurales y que interactúan con plaguicidas”, afirma el Jefe de Cirugía de Pediatría del Hospital de Posadas, Hugo Gómez Demaio.
“La malformación se detecta ya a partir de la cuarta semana de gestación”, señala el doctor, mientras explica que esa patología es producida por ‘mielomeningoceles’, que impide el normal cerramiento del tubo neural, que está a la altura del cerebro y de la médula espinal del bebé en gestación.
“En el Hospital Garrahan, ante un cuadro de leucemia, los médicos consultan si ese chico vive en zona de cultivos”, cuenta la abogada Gómez.
En diferentes casos se ha demostrado la existencia de casos de cáncer con pacientes que no habían estado expuestos directamente a los agroquímicos, pero sí lo habían sido sus padres o sus abuelos.
“Eso se produce cuando el químico impacta en la trama genética y se va reproduciendo de generación en generación. O bien pasa a través del útero de la madre”, afirma el doctor Alejandro Oliva, andrólogo de Rosario.
Las pruebas que la doctora Gómez recolectó junto a su equipo llegaron a tribunales europeos y estadounidenses.
“En la Argentina se fumiga a cualquier distancia, sobre escuelas rurales, cursos de agua, animales y humanos de forma criminal y aérea cuando la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo prohibió esas prácticas el 21 de octubre de 2009”, asegura Gómez en los textos que envió al exterior.
En Santiago del Estero, más concretamente en Quimil, al noreste de la provincia, un avión amarillo termina de
realizar la tercera pasada sobre el campo de girasoles que rodea a una casa baja y rosada sobre la que cuelga un cartel que dice: Escuela 146 La Pampa. Las 110 familias que viven en la zona se cansaron de denunciar las fumigaciones. Afirman que se les secaron los árboles frutales y que sus chicos terminan con los ojos irritados, pero nadie parece escucharlos.

martes, 12 de julio de 2016

Argentina: mal uso de los agroquímicos provoca problemas de salud

Fuente:
http://www.infobae.com/2013/10/21/1517756-argentina-mal-uso-los-agroquimicos-provoca-problemas-salud/



El boom de la soja en la Argentina, el principal producto de exportación del país,
está relacionado con el uso de semillas transgénicas. La mala aplicación de herbicidas 
y pesticidas trae consecuencias sobre algunos sectores de la población rural
El peón de campo Fabián Tomasi no estaba entrenado para usar pesticidas. Tenía que llenar los tanques de los rociadores lo más rápido posible para que siguiesen fumigando, lo que frecuentemente implicaba ducharse en sustancias tóxicas. Hoy, a los 47 años, es un esqueleto en vida y le cuesta salir de su vivienda en la provincia de Entre Ríos.
La maestra de escuela Andrea Druetta vive en la provincia de Santa Fe, corazón de la zona deproducción de soja argentina y donde está prohibido rociar agroquímicos a menos de 500 metros de las zonas pobladas. Pero se siembra y fumiga soja a 30 metros de su casa y sus hijos fueron rociados con veneno mientras nadaban en su piscina.
Luego del fallecimiento de su bebé recién nacido por una falla renal, Sofía Gatica hizo una denuncia que dio lugar a la primera condena que hubo en Argentina por el uso ilegal de sustancias agroquímicas. El veredicto del año pasado, no obstante, llegó demasiado tarde para sus 5.300 vecinos de Ituzaingó Anexo. Un estudio del Gobierno encontró niveles alarmantes de contaminación agroquímica en la tierra y en su agua potable, y un 80% de los niños examinados tenía rastros de pesticidas en su sangre.
La biotecnología estadounidense hizo de Argentina el tercer productor mundial de grano de soja, pero el uso de las sustancias químicas que potenciaron ese boom van más allá de los campos de soja, algodón y maíz.


The Associated Press documentó decenas de casos en provincias agricultoras donde se emplean sustancias tóxicas en maneras que no fueron previstas por las regulaciones señaladas por la ciencia o que estuvieran específicamente prohibidas por la ley, y en un contexto de pocos controles estatal. El viento arrastra los tóxicos, que quedan esparcidos en escuelas y viviendas al tiempo que han contaminado fuentes de agua. Los peones del campo manipulan las sustancias sin el equipo protector necesario y la gente almacena agua en contenedores de pesticidas que deberían haber sido destruidos.
Ahora los médicos advierten que el uso descontrolado de pesticidas puede ser la causa de crecientes problemas de salud que vienen experimentando los 12 millones de personas que viven en la vasta región agrícola de Argentina.
En Santa Fe, las tasas de cáncer son entre dos y cuatro veces más altas que el promedionacional. En el Chaco, los defectos de nacimiento se cuadruplicaron desde que el uso de esta biotecnología aplicada al campo se disparara hace 17 años.
"El cambio en la forma de producir, francamente ha cambiado el perfil de enfermedades", dijo Medardo Ávila Vásquez, pediatra y cofundador de Médicos de Pueblos Fumigados, parte de un creciente movimiento que exige la aplicación de normas seguras en la agricultura. "Nos hizo perder una población bastante sana. Ahora vemos una población con altas tasas de cáncer, niños que nacen con malformaciones y enfermedades que eran muy infrecuentes".
Una nación que supo ser conocida por su ganado alimentado con pasto ha sido transformada, desde 1996, cuando la empresa Monsanto, con sede en Saint Louis, Missouri, convenció a Argentina de que la adopción de sus semillas y sustancias químicas patentadas aumentaría las cosechas y reduciría el uso de pesticidas. Hoy, toda la cosecha de soja y casi toda la producción de maíz y algodón están modificadas genéticamente. Las áreas de cultivo de soja se triplicaron y ahora abarcan 19 millones de hectáreas.
El uso de los pesticidas bajó al principio, pero luego repuntó y se multiplicó por nueve. De los 34 millones de litros de 1990 se pasó a casi 317 millones en la actualidad, a medida que los agricultores aumentaban sus cultivos, hasta un máximo de tres cosechas al año, mientras las pestes se hacían más resistentes a las sustancias.
En general, los agricultores argentinos aplican un estimado de 4,3 libras de agroquímicos por hectárea, más del doble de lo que usan los estadounidenses, de acuerdo con un análisis de la AP de datos del Gobierno y de la industria de los pesticidas.
El glifosato, componente clave de los pesticidas Roundup de Monsanto, es una de las sustancias químicas más usadas y menos tóxicas del mundo para eliminar la maleza. Es segura si se aplica debidamente, según muchas agencias reguladoras, incluidas las de Estados Unidos y Europa.

El pasado primero de mayo, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidosaumentó el nivel aceptable de residuos de glifosato en alimentos tras llegar a la conclusión, basada en estudios presentados por la empresa, de que "hay una certeza razonable de que no causará perjuicios en la población en general ni en los bebés y niños por su exposición acumulada".
Argentina adoptó el modelo de Monsanto, pero la aplicación de las normas de seguridad varía, ya que en la regulación de la agricultura priman las 23 provincias, que tienen distintas normativas. El rociado está prohibido a menos de tres kilómetros de las zonas pobladas en algunas provincias, pero es permitido a 50 metros en otras. Un tercio de las entidades territoriales no prevén límite alguno y la mayoría no tiene políticas detalladas de cumplimiento de las normas.
Una ley nacional obliga a quienes aplican sustancias químicas que puedan amenazar la salud a adoptar "medidas eficaces para impedir la generalizada degradación del ambiente, sin importar costos o consecuencias". Pero la ley nunca se aplicó a la agricultura, según comprobó laAuditoría General de la Nación el año pasado. 
En respuesta a numerosas denuncias, la presidente Cristina Fernández de Kirchner creó, en 2009, una comisión para que investigara a fondo la aspersión de agroquímicos. Esa comisión hizo público un informe de avance en septiembre del mismo año que dice que "es necesaria la ejecución sostenida en el tiempo de controles sistemáticos de concentraciones del herbicida y compuestos de degradación, como de estudios exhaustivos de laboratorio y de campo, que involucren a los formulados que contengan glifosato, como así también su(s) interacción(es) con otros agroquímicos, bajo las condiciones actuales de uso en nuestro país". La comisión, sin embargo, no se ha reunido desde 2010, según la Auditoría General.
Funcionarios del Gobierno insisten en que el problema no es la falta de investigación, sino la mala información que recibe la población.
"He leído infinidad de documentos, encuestas, videos en contra de la biotecnología, artículos en medios, en los universidades, tanto en Argentina como en Gran Bretaña, y realmente quienes leen todo esto se encuentran en una ensalada (se marean) y terminamos confundidos", dijo el ministro de Agricultura, Lorenzo Basso. "Creo que tenemos que repartir el compromiso de Argentina como productor de alimentos. Si no nos posicionamos en este principio, empezamos a cuestionar cuál es el modelo argentino".
En una declaración escrita, Monsanto dijo que "no aprueba el mal uso que se haga de los pesticidas o la violación de cualquier ley sobre el uso de plaguicidas, reglamentos o decisiones judiciales" que al respecto se hayan promulgado.
"Monsanto toma muy en serio la administración de los productos y nos comunicamos regularmente con nuestros clientes con respecto al uso adecuado de nuestros productos", dijo a la AP Thomas Helscher, vocero de Monsanto.

Modelo Monsanto
 Argentina fue uno de los primeros países en adoptar el nuevo modelo de la agricultura biotecnológica promovido por Monsanto y otras empresas agrícolas estadounidenses.
En lugar de rotar la tierra abonada y rociarla de pesticidas, para luego esperar que las sustancias tóxicas se dispersen antes de plantar, los agricultoras hacen la "siembra directa" y luego rocían la zona sin dañar las cosechas que han sido modificadas genéticamente para que puedan tolerar determinadas sustancias químicas.
La siembra directa requiere mucho menos tiempo y dinero y permite al agricultor hacer más cosechas y cultivar incluso en tierras que antes eran consideradas poco rentables.
Las pestes, no obstante, se hacen resistentes de manera más rápida, sobre todo cuando se aplican las mismas sustancias químicas a cultivos modificados genéticamente en gran escala.


Por eso es que los agricultores usan glifosato, considerado uno de los herbicidas más seguros del mundo, en concentraciones cada vez más altas y lo mezclan con sustancias mucho más tóxicas, como la 2,4,D, empleada por los militares estadounidenses en lo que se bautizó como el "Agente Naranja" para deforestar las selvas durante la guerra de Vietnam.
En 2006, una división del Ministerio de Agricultura argentino recomendó que las etiquetas advirtieran que el uso de mezclas de glifosato y sustancias más tóxicas debe limitarse a "áreas agrícolas, alejadas de viviendas y centros poblados". Pero la recomendación fue ignorada, según la investigación de la Auditoria General.
El Gobierno cita investigaciones de la industria avaladas por la autoridad ambiental estadounidense, que el primero de mayo dijo que "no hay indicios de que el glifosato sea un químico neurotóxico y no hay necesidad de hacer un estudio" al respecto.
El biólogo molecular Andrés Carrasco, de la Universidad de Buenos Aires, dice que los cócteles químicos son alarmantes, pero que el glifosato por sí solo puede generar trastornos a la salud de los humanos. Comprobó que la inyección de dosis muy bajas de glifosato en embriones de ranas y pollos puede alterar los niveles de ácido retinoico, lo que causa defectos en la columna similares a los que médicos detectan cada vez más en comunidades humanas donde se usan agroquímicos.
El ácido, una especie de vitamina A, es fundamental para combatir el cáncer y desencadenar expresiones genéticas, el proceso por el cual las células embrión se transforman en órganos y miembros.
"Si es posible reproducirlo en el laboratorio, seguramente lo que está pasando en el campo es mucho peor", dijo Carrasco. "Y si es mucho peor, y sospechamos que es, lo que tenemos que hacer es ponerlo bajo una lupa".
Sus hallazgos, publicados en la revista Chemical Research in Toxicology en 2010, fueron rechazados por Monsanto, que dijo que "no sorprenden dada la metodología y los escenarios de exposición irreales".


Monsanto sostuvo, en respuesta a las preguntas de la AP, que los análisis de la seguridad de los químicos deben hacerse únicamente en animales vivos y que la inyección de embriones "es menos confiable y menos relevante en la evaluación de los riesgos para los humanos".
"El glifosato es menos tóxico que el repelente que pones en la piel de los chicos", dijo Pablo Vaquero, vicepresidente de Monsanto en Argentina y director de asuntos corporativos de la empresa en el Cono Sur. "Dicho esto, habría que tener una hojita de responsabilidad en el buen uso de productos, porque de ninguna manera pondría repelente en la boca de los chicos, y ningún aplicador ambiental debería utilizar un mosquito o un avión fumigador sin darse cuenta de las condiciones ambientales y las amenazas que hay a partir del uso del producto". En los campos, las advertencias son vastamente ignoradas.
Durante tres años Tomasi estuvo expuesto cotidianamente a los químicos al llenar de pesticidas los tanques que se usan para rociar los cultivos. Ahora está al borde de la muerte, víctima de una polineuropatía, una enfermedad neurológica que lo tiene sin fuerza, marchito.
"Preparaba millones de litros veneno sin ningún tipo de protección, como guantes, máscaras o vestimenta especial", dijo. "No sabía nada de esto. Aprendí después de hacer contacto con científicos. Los venenos vienen en bidones, son líquidos concentrados con un montón de precauciones que tomar al momento de aplicarlo". Pero "nadie toma precauciones".
La soja se vende a 500 dólares la tonelada y los agricultores la plantan donde pueden, ignorando a menudo las recomendaciones de Monsanto y las restricciones establecidas en las leyes de las provincias, pues rocían sin avisar a la población, incluso cuando soplan vientos.
En Entre Ríos, los maestros dijeron que no se respeta el límite establecido de no rociar a menos de 50 metros en 18 escuelas y que 11 de esos campos de cultivo fueron fumigados en plena clase. Cinco maestros hicieron denuncias a la policía este año.
La maestra Druetta denunció en Santa Fe que algunos estudiantes se desmayaron cuando los pesticidas entraron a las aulas y que el agua potable de su pueblo de Alvear está contaminada. Dice que la escuela carece de agua purificada y que un vecino mantiene congelados cuerpos de conejos y pájaros que cayeron muertos tras la aspersión con la esperanza de que alguien los estudie.
En la provincia de Buenos Aires está prohibido cargar o preparar equipos para fumigar en áreas pobladas, pero en pueblos como Rawson se rociaron los tóxicos al otro lado de la calle, donde hay viviendas y una escuela, y las sustancias tóxicas que se desbordan fueron a parar a una zanja.
Félix San Román dice que cuando se quejó de las nubes de sustancias químicas que llegan a su casa, los rociadores le dieron una golpiza que rompió su columna y algunos dientes. Afirmó que hizo una denuncia en 2011, que fue ignorada.
"Este es un pueblo chiquito donde nadie se enfrenta con nadie y las autoridades hacen la vista gorda", dijo San Román. "Sólo quiero que se aplique la ley existente, que dice que no se puede hacer esto adentro (a menos de) 1.500 metros. Nadie la respeta".
A veces hasta las órdenes judiciales son ignoradas. En enero, el activista Oscar di Vincensi se plantó frente a un tractor en un campo aledaño a una casa, mostrando un papel con un fallo que impide rociar a menos de 1.000 metros de las viviendas en su pueblo, llamado Alberti. El conductor del tractor lo ignoró y lo roció de pesticida.

El riesgo en la salud
 El doctor Damian Verzenassi, director del programa de Medio Ambiente y Salud de la facultad de medicina de la Universidad Nacional de Rosario, decidió tratar de averiguar el motivo de un aumento en los casos de cáncer, defectos de nacimiento y pérdidas de bebés durante el embarazo en los hospitales de Argentina.
"No fuimos a encontrar problemas de agroquímicos", dijo el médico. "Fuimos a averiguar qué estaba pasando con la gente".
Desde 2010, hizo un estudio epidemiológico casa por casa que incluyó a 65.000 personas en la provincia de Santa Fe y comprobó que las tasas de cáncer son entre dos y cuatro veces el promedio nacional, incluidos el cáncer de pecho, de próstata y de pulmón. También se comprobaron altos índices de trastornos en la tiroides y de problemas respiratorios crónicos.
"Puede estar vinculado con los agrotóxicos", dijo Verzenassi. "Hacen los análisis de toxicidad sobre el primer ingrediente, pero nunca han estudiado las interacciones entre todos los químicos que están aplicando.
La médica María del Carmen Seveso, quien dirige desde hace 33 años las unidades de terapia intensiva y comisiones de ética en hospitales del Chaco, se alarmó al ver que, según certificados de nacimiento, los defectos congénitos de los bebés se habían cuadruplicado, de 19,1 a 85,3 por cada 10.000 nacimientos, desde que se aprobó la siembra de cultivos modificados genéticamente hace una década.
Empeñada en hallar las causas, Seveso y su equipo médico encuestó a 2.051 personas en seis pueblos del Chaco. Comprobó que hay más enfermedades y defectos en los pueblos agrícolas que en pueblos ganaderos. En Avia Terai, el 31% de los consultados dijo tener un familiar que contrajo cáncer en la última década, comparado con el 3% del vecino pueblo ganadero de Charadai.
Al visitar estos poblados rodeados por cultivos, la AP encontró rastros de sustancias químicas en sitios donde se supone que no deberían estar.
Claudia Sariski, cuya casa no tiene agua, dice que no deja que sus mellizas beban el agua almacenada en contenedores donde hubo sustancias químicas que tiene en el patio trasero. Pero sus pollos lo hacen, y ella usa esa agua para lavar la ropa.
"Preparan las semillas y el veneno en sus casas. No se ha tomado conciencia de lo que están haciendo", dijo la agrimensora Katherina Pardo. "Es muy común, tanto en Avia Terai como en pueblos vecinos, que usen los recipientes usados para abastecer de agua la casa. Como no hay agua potable, la gente los usa igual. Son gente muy práctica".
El estudio detectó enfermedades que, según la médica Seveso, antes no eran comunes, como defectos de nacimiento, deformaciones del cerebro, médulas espinales expuestas, ceguera o sordera, lesiones neurológicas, infertilidad y problemas inusuales en la piel.
Aixa Cano, una niña de cinco años, tiene verrugas peludas en todo el cuerpo. Su vecina Camila Verón, de dos años, nació con varios defectos. Los médicos les dijeron a las madres que los agroquímicos podrían ser responsables.
"Me dijeron que fue lo que tomaba, que está en el agua porque tiran mucho veneno acá cerca", dijo la madre de Camila, Silvia Achaval, señalando hacia su hija. "Los que dicen que tirar veneno no tiene efecto... no sé qué sentido tiene, porque allí tiene la prueba".
Es casi imposible demostrar que la exposición a una sustancia química específica puede haber causado el cáncer o defectos de nacimiento en una persona. Pero, al igual que otros médicos, Seveso dice que los resultados en Chaco hacen necesaria una rigurosa investigación del Gobierno.
Su informe de 68 páginas, sin embargo, fue archivado por un año en el Ministerio de Salud del Chaco. Finalmente, se filtró una copia, que fue distribuida por internet. "Hay cosas de las que no se habla, cosas que no se escuchan", dijo Seveso. Los científicos dicen que sólo estudios más amplios, a largo plazo, pueden descartar a los agroquímicos como causantes de estas enfermedades.
"Es por ello que hacemos estudios epidemiológicos de males cardíacos, problemas con el cigarrillo y todo tipo de cosas", dijo Doug Gurian-Sherman, ex regulador de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense que ahora colabora con la Union of Concerned Scientists. "Si tienes indicios que revelan graves problemas de salud, no esperas hasta tener pruebas absolutas para tomar medidas".
AP- Por Michael Warren y Natacha Psiarenko