1) Las principales causas de la destrucción de nuestros bosques son el avance de la frontera agropecuaria
(soja transgénica y ganadería intensiva), los incendios y las urbanizaciones. La deforestación implica
pérdida de biodiversidad y de recursos fundamentales como alimentos, medicinas y maderas. Los bosques
y selvas son hogar y sustento de miles de comunidades campesinas e indígenas y juegan un rol fundamental
en la regulación climática, la conservación de los suelos y el mantenimiento de fuentes y caudales de agua.
Son nuestra esponja y paraguas protector natural. Más deforestación significa más inundaciones.
2) La Ley de Bosques fue reglamentada recién un año después de su sanción; tras el reclamo de más de 70
organizaciones ambientalistas, campesinas e indígenas de todo el país, y luego de que se produjera un alud
en la ciudad de Tartagal (Salta) provocado en gran medida por la altísima deforestación de la región.
3) Todas las provincias realizaron el Ordenamiento Territorial de sus Bosques Nativos, los cuales prohíben los
desmontes en el 80% de las zonas forestales (Categorías I – Rojo y II – Amarillo). Sin embargo, los
ordenamientos de Formosa, Corrientes, Córdoba y Buenos Aires fueron muy cuestionados por
organizaciones sociales por no cumplir los criterios de la ley nacional.
4) Los fondos asignados para la protección de los bosques fueron, todos los años, considerablemente menores
a lo establecido por la ley (0,3 % del Presupuesto Nacional). En 2008 y 2009 no se adjudicaron. En 2010 se
estipularon $ 300 millones, pero luego se reasignaron $ 144 millones al “Programa Fútbol para Todos”. Este
año representan apenas el 6% de lo dictado por la normativa.
5) Según datos oficiales, desde la sanción de la Ley de Bosques hasta fines de 2016 se deforestaron más de
2,4 millones de hectáreas (120 veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires). El 80% de los desmontes
se concentraron en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero (735.462 hectáreas), Salta (567.805
hectáreas), Formosa (292.710 hectáreas) y Chaco (288.937 hectáreas).
6) En la temporada 2014-2015 el fuego arrasó más de 40.000 hectáreas de bosques en Chubut, convirtiéndose
en los peores incendios forestales de la historia en la región. Durante la temporada 2016-2017 se
incendiaron más de 1 millón de hectáreas de pastizales y bosques en La Pampa, este de Río Negro y sur
de Buenos Aires.
7) Los últimos tres años la deforestación disminuyó notoriamente comparado a la década previa a la ley,
cuando se desmontaban anualmente 300.000 hectáreas (fueron deforestadas 190.589 hectáreas en 2014;
157.947 hectáreas durante 2015; y 136.473 hectáreas en 2016).
8) Las multas no son suficientes para desalentar los desmontes ilegales e incendios intencionales y casi nunca
se reforesta. En muchos casos es clara la complicidad de los funcionarios en la violación de la normativa:
modifican arbitrariamente los ordenamientos y/o entregan permisos de deforestación donde no está
permitido. Datos oficiales estiman que hasta fines de 2016 se destruyeron 750 mil hectáreas de bosques
protegidos (403.170 hectáreas en Santiago del Estero; 170.896 hectáreas en Salta; 72.275 hectáreas en
Chaco; 28.396 hectáreas en San Luis; 18.106 hectáreas en La Pampa; y 13.311 hectáreas en Córdoba).
9) El monitoreo satelital que realiza Greenpeace revela que, entre enero y octubre de este año, en el norte del
país se deforestaron 96.085 hectáreas (33.050 hectáreas en Santiago del Estero; 32.061 hectáreas en
Chaco; 17.881 hectáreas en Formosa; y 13.093 hectáreas en Salta).
10) Casi la mitad de los desmontes realizados durante 2017 fueron ilegales, alcanzando las 45.718 hectáreas
(22.107 hectáreas en Santiago del Estero; 21.882 hectáreas en Chaco; 1.123 hectáreas en Salta; y 606
hectáreas en Formosa).
Frente a esta situación, Greenpeace reclama al Congreso de la Nación la urgente sanción de una Ley de Delitos
Forestales que:
· Establezca como delito penal al desmonte ilegal y al incendio intencional (cambio de uso de suelo).
· Constituya como delito penal al otorgamiento de permisos de desmonte en zonas protegidas.
· Permita que las organizaciones de la sociedad civil se constituyan como querellantes.
· Obligue a los responsables a la restauración de los bosques nativos ilegalmente desmontados o incendiados.
Noviembre de 2017
Campaña de Bosques
Fuente:file:///C:/Users/Samsung/Downloads/Ley%20de%20Bosques%2010%20a%C3%B1os.pdf
FORO AMBIENTALISTA SANTIAGO "Declarado de interes legislativo por la Honorable Cámara de Diputados de Santiago de Estero". Sala de sesiones 28 de Agosto de 2007.- Toda persona que comparta la inquietud de cuidar la casa de todos, nuestra filosofía y método, es bienvenida a sumar su participación.
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miércoles, 29 de noviembre de 2017
martes, 28 de noviembre de 2017
AGROECOLOGÍA
La agroecología es un área que privilegia la aplicación de principios basados en la ecología del diseño, el desarrollo y la gestión de sistemas agrícolas sostenibles. El objetivo es disminuir la dependencia de insumos TÓXICOS no renovables, fenómeno instalado exclusivamente para la reducción de costos y aumentar la ganancia de los terratenientes (con contratistas, no agricultores).
La Agroecología adecúa prácticas del pasado, el campesino vuelve al campo y el campo vuelve a ser verde y confiable.
En la actualidad, el modelo intensivo, saturado de agrotóxicos, reniega de las personas, de su salud y del medioambiente. La agroecología devuelve el protagonismo a los productores rurales y los invita a recuperar su autonomía. Algo que jamás debieron perder.
Gestión Ambiental y Ecorregiones del INTA.
El programa tiene mil quinientos investigadores asociados en todo el país. Hace pocos días, en la localidad de Bandera, Expuso el Ing Agrónomo Eduardo CERDA creador de RENAMA (Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología) al que este Municipio NO ADHIRIÓ.
Su principal objetivo es asegurar la sostenibilidad, a través de prácticas que no dependan solo de insumos químico-tóxicos que se agotarán, inevitablemente
La “Revolución Verde”, no es para nada verde y se vincula con el cambio de la morfología en las variedades de cereales (transgénesis) que se cultivan en un contexto internacional signado por el hambre.
Desde algunos ámbitos se relaciona la seguridad alimentaria solamente con la “cantidad”, y no es así. A escala global, aunque se cultive más de lo que se necesita, la realidad muestra que hay ochocientos millones de personas que sufren hambre.
La Agroecología pretende que el agricultor vuelva al campo y pueda producir sin insumos costosos y sin auto-envenenarse; que la producción no quede exclusivamente en manos del mercado corporativo expoliador.
Debe cambiarse la localización de los productores: que vivan en el campo y manejen personalmente la producción (no a distancia por intermedio de terceros). Los productores agroecológicos son personas que conocen a la perfección cada rincón y potencial de su campo.
Se deben reivindicar prácticas del pasado pero combinadas con la utilización de tecnologías de precisión como siembra directa, posicionamiento satelital y nanotecnologías.
Hoy, la corporación transgénica desintegró la figura del agrónomo, la redujo a un individuo que se dirige al campo y aplica (obligado por extorción) un paquete de semillas y químicos que está diseñado en otro punto del mundo Y QUE ES UN NEGOCIO EN SÍ MISMO, apartado de la agricultura y de los alimentos.
Respecto al Glifosato hay que diferenciar los síntomas agudos, de los “efectos” a largo plazo. El cáncer en los pueblos no se desarrolla por tocar el químico, sino por la exposición a bajas dosis durante largos períodos. “Nosotros hemos detectado toxicidad por herbicidas en el arbolado público de los pueblos, que se encuentran lejos de los campos”. De modo que existe una volatilización REAL posterior a la aplicación. Los Agrotóxicos circulan y siguen matando.
En Argentina, estamos a tiempo de revertir la situación y podemos recuperar parte de la biodiversidad perdida. Incluso, desde la propia rentabilidad: la agroecología también abre nuevas posibilidades económicas: igual o mayor rendimiento con la mitad de los costos y sin dependencias.
Cuando los estados internacionales prohíban (como ya lo están haciendo) la utilización de técnicas y productos que dañen el medioambiente y contaminen al ser humano y sus alimentos, será bueno estar del lado “verde”. Solo de ese modo no tendremos nada de qué arrepentirnos.
lunes, 6 de noviembre de 2017
El Ing, Agr. Eduardo Cerdá visita Bandera
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12:43 (hace 22 horas)
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Eduardo Cerdá:
“¿Para qué querés récord de una porquería llena de agrotóxicos cuando puedes producir alimentos sin venenos'”
Hace poco leí en FACEBOOK el anuncio de que el Ing. Agrónomo Eduardo CERDÁ, el día martes 07 del cte. estaría disertando en la Ciudad de Bandera – Santiago del Estero patrocinado por INTA. Después de ese escueto anuncio, silencio. Por eso me pareció importante recalcar la importancia del evento. Sería la primera vez que en esta zona exponga un profesional INDEPENDIENTE y de esta categoría con un mensaje que va a sorprender, seguramente. Esperemos que “realmente” se produzca porque Cerdá no es un improvisado, es el fundador de (RENAMA) Red Nacional de Municipios y Comunidades que Fomentan la Agroecología.
Nos dirá que estamos perdiendo el recurso del suelo. Su trabajo fue premiado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como una de las mejores experiencias agroecológicas de cereales y carne bovina en el mundo.
El cultivo agroecológico experimentado con éxito por Cerdá produjo un promedio de trigo de 3.100 kilos por hectárea, sólo 200 gramos por debajo del promedio de la zona con manejo transgénicos, y un promedio de 100 toneladas de carne por año con menor gasto en insumos. Los costos directos por hectárea en la zona transgénica demanda 350 dólares por hectárea, mientras que con manejo agroecológico sólo 100, lo cual explica el margen bruto de ganancias muy por encima que el de campos sojeros.
Hoy están trabajando con esta metodología más de 20 mil hectáreas en total. Que se sumen los que quieran. No queremos imponer nada a nadie, detalla Cerdá.
“Estamos produciendo mediante un proceso de enajenación. No hay leyes para proteger el suelo, ni siquiera hay contratos largos que obliguen a los arrendatarios a cuidar las tierras de los terratenientes”. Que un ministro salga a decir que tenemos un récord de producción (en esas condiciones) me parece aberrante. No entienden nada”.
A nivel nacional, la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) señaló que el consumo de pesticidas aumentó 858% en las últimas dos décadas, la superficie cultivada sólo en un 50% y el rendimiento de los cultivos un 30% (dato de la Red Universitaria de Ambiente y Salud). En la actualidad, Argentina es el tercer país que más agroquímicos usa en el mundo, detrás de Estados Unidos y Brasil. Pero no sólo eso. De acuerdo el Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados (a los que también quisiéramos escuchar), es el mayor consumidor mundial de glifosato, que en 2015 fue clasificado como "cancerígeno probable" por el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CICR, en francés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“La Corporación Transgénica ve al suelo como una empresa. Hablan deexplotaciones agropecuarias… ¿Cómo que una “explotación”? “La agroecología es tener en cuenta y poner en juego todos los procesos ecológicos. No es una mirada empresarial cortoplacista.
Las facultades de agronomía hacen foco en la rentabilidad productiva yalientan el uso de agrotóxicos haciendo hincapié en la enfermedad, en cómo diagnosticarla y cómo curarla y no en como producir para estar bien y sanos: un suelo enfermo genera una planta enferma y un animal enfermo, de los que nos alimentamos, generan un ser humano enfermo y débil”.
Cerdá remarca que la agroecología nada tiene que ver con volver a los métodos agrícolas antiguos, como los defensores del agronegocio suelen argumentar para confundir. Nosotros también hacemos siembra directa, pero no drogadicta, sin agrotóxicos. Estamos atrás del concepto de la salud”.
Para alcanzarlo es necesario desarrollar los principios de la biodinámica:
“ES NECESARIO ENTENDER QUE LOS CAMPOS ESTÁN VIVOS Y QUE HAY QUE PROTEGERLOS. HAY QUE CUIDAR LA TIERRA PARA CURAR”.
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