La agroecología es un área que privilegia la aplicación de principios basados en la ecología del diseño, el desarrollo y la gestión de sistemas agrícolas sostenibles. El objetivo es disminuir la dependencia de insumos TÓXICOS no renovables, fenómeno instalado exclusivamente para la reducción de costos y aumentar la ganancia de los terratenientes (con contratistas, no agricultores).
La Agroecología adecúa prácticas del pasado, el campesino vuelve al campo y el campo vuelve a ser verde y confiable.
En la actualidad, el modelo intensivo, saturado de agrotóxicos, reniega de las personas, de su salud y del medioambiente. La agroecología devuelve el protagonismo a los productores rurales y los invita a recuperar su autonomía. Algo que jamás debieron perder.
Gestión Ambiental y Ecorregiones del INTA.
El programa tiene mil quinientos investigadores asociados en todo el país. Hace pocos días, en la localidad de Bandera, Expuso el Ing Agrónomo Eduardo CERDA creador de RENAMA (Red Nacional de Municipios y Comunidades que fomentan la Agroecología) al que este Municipio NO ADHIRIÓ.
Su principal objetivo es asegurar la sostenibilidad, a través de prácticas que no dependan solo de insumos químico-tóxicos que se agotarán, inevitablemente
La “Revolución Verde”, no es para nada verde y se vincula con el cambio de la morfología en las variedades de cereales (transgénesis) que se cultivan en un contexto internacional signado por el hambre.
Desde algunos ámbitos se relaciona la seguridad alimentaria solamente con la “cantidad”, y no es así. A escala global, aunque se cultive más de lo que se necesita, la realidad muestra que hay ochocientos millones de personas que sufren hambre.
La Agroecología pretende que el agricultor vuelva al campo y pueda producir sin insumos costosos y sin auto-envenenarse; que la producción no quede exclusivamente en manos del mercado corporativo expoliador.
Debe cambiarse la localización de los productores: que vivan en el campo y manejen personalmente la producción (no a distancia por intermedio de terceros). Los productores agroecológicos son personas que conocen a la perfección cada rincón y potencial de su campo.
Se deben reivindicar prácticas del pasado pero combinadas con la utilización de tecnologías de precisión como siembra directa, posicionamiento satelital y nanotecnologías.
Hoy, la corporación transgénica desintegró la figura del agrónomo, la redujo a un individuo que se dirige al campo y aplica (obligado por extorción) un paquete de semillas y químicos que está diseñado en otro punto del mundo Y QUE ES UN NEGOCIO EN SÍ MISMO, apartado de la agricultura y de los alimentos.
Respecto al Glifosato hay que diferenciar los síntomas agudos, de los “efectos” a largo plazo. El cáncer en los pueblos no se desarrolla por tocar el químico, sino por la exposición a bajas dosis durante largos períodos. “Nosotros hemos detectado toxicidad por herbicidas en el arbolado público de los pueblos, que se encuentran lejos de los campos”. De modo que existe una volatilización REAL posterior a la aplicación. Los Agrotóxicos circulan y siguen matando.
En Argentina, estamos a tiempo de revertir la situación y podemos recuperar parte de la biodiversidad perdida. Incluso, desde la propia rentabilidad: la agroecología también abre nuevas posibilidades económicas: igual o mayor rendimiento con la mitad de los costos y sin dependencias.
Cuando los estados internacionales prohíban (como ya lo están haciendo) la utilización de técnicas y productos que dañen el medioambiente y contaminen al ser humano y sus alimentos, será bueno estar del lado “verde”. Solo de ese modo no tendremos nada de qué arrepentirnos.
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