Campaña Paren de fumigarnos
Crónica y sintesis de la entrevista en el Ministerio de Salud de la Nación,
22 de Junio 2015.
Por el término de una hora nos recibieron la Dra Andrea Carbone, Subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación en Salud, funcionaria del equipo del Ministro Daniel Gollán y el Dr. Pedro Ariel Kremer (refirió ser santafesino) Director Nacional de relaciones internacionales del Ministerio de Salud de la Nación (MSN). Carbone dijo viajar una vez por mes a Ginebra a las reuniones de la OMS.
Después de exponer nosotros 3, Edu, Roberto y Tere, charla en que la interiorizamos de lo que hicimos por varios años, pasamos a puntualizar nuestras demandas, que llevamos escritas y dejamos a la Dra Carbone para que el ministro pueda incorporarlo en la agenda principalmente en las próximas reuniones del Consejo Federal de Salud (CoFeSa).
1) Se solicito la sistematización de una base de datos que sea accesible vía internet de los casos de enfermedades sospechadas de estar causadas por la exposición a agroquímicos, en particular de cáncer y anomalías congénitas, registrados en todos los hospitales y servicios públicos de salud del País. Se llevó un formulario realizado anteriormente por el área de genética del MSN que coordina el Registro Nacional de Anomalias Congenita (ReNAC) llamado “Informe estadístico Hospitalario” que se aconseja vinculantemente para que Santa Fe lo aplique para ser llenado por el médico actuante en todas las maternidades de nuestra provincia. Dicho formulario que corresponde al bebe nacido presenta la opción si sus padres estuvieron expuestos expuesto a “Agroquimicos”. De paso también se solicito que aconseje a dicha provincia a incorporar la opción en el instructivo actual (se adjunta para recordar) que hoy lleva a cabo el Registro de Cáncer de la provincia de Santa Fe (ReCaSFe)
2) Se pidió un resumen de Listado y actuaciones con copias de análisis
epidemiologicos de todas las denuncias llevadas a cabo hasta la actualidad, y
que por protocolo tiene la Comisión Nacional de Investigación de Agroquimicos
(CNIA).
3) Tomaron nota de nuestro pedido en orden a comunicarlo en reunión próxima
de la CNIA (no pudieron decir que día es la próxima reunión). Como así también
figuren algún representante de los vecinos fumigados.
4) Que se promuevan desde este Ministerio la legislación y/o las normativas
conducentes a poner en práctica un adecuado y claro etiquetado de los alimentos
elaborados con ingredientes provenientes de Organismos Genéticamente Modificados
(OGM) a fin de que la población pueda elegir y decidir sus formas de
alimentarse. Le mencionamos que de dicho ministerio depende el Instituto
Nacional del Alimento (INAL) que deben monitorear los alimentos que contienen
trangénicos y restos de pesticidas, e informar al pueblo.
5) Se pidió que los encargados de trabajar dentro del MSN no tengan conflictos de intereses vinculados a las empresas agrobiotecnológicas (Anotaron el nombre de Augusto Piazza (Asesor de CASAFE) quien desde la CNIA se publicó un modulo de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Sobre esto se dejó bien planteado que no pueden cumplirse las BPA porque si bien el fumigador puede aplicarlo a la letra, los vecinos fumigados no. La Dra. Carbone nos dijo “qué alternativas hay a eso” le exigimos más control en las aplicaciones y que dicho ministerio saque una guía periurbanas de aplicaciones de pesticidas con indicadores de protección y prevención de la salud (le recordamos que el primer informe que llevó a cabo en 2009 la CNIA en la localidad de la Leonesa-Chaco, sobre recomendaciones de aplicación de los venenos).
5) Se pidió que los encargados de trabajar dentro del MSN no tengan conflictos de intereses vinculados a las empresas agrobiotecnológicas (Anotaron el nombre de Augusto Piazza (Asesor de CASAFE) quien desde la CNIA se publicó un modulo de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Sobre esto se dejó bien planteado que no pueden cumplirse las BPA porque si bien el fumigador puede aplicarlo a la letra, los vecinos fumigados no. La Dra. Carbone nos dijo “qué alternativas hay a eso” le exigimos más control en las aplicaciones y que dicho ministerio saque una guía periurbanas de aplicaciones de pesticidas con indicadores de protección y prevención de la salud (le recordamos que el primer informe que llevó a cabo en 2009 la CNIA en la localidad de la Leonesa-Chaco, sobre recomendaciones de aplicación de los venenos).
6) Se pidió que evalúen prontamente la prohibición de glifosato y sus
formulaciones en general (se le comento las presentaciones que se hicieron en el
SENASA, entre otros lugares. Su respuesta es que eso lo tienen que “negociar”
con el resto de los ministerios.
7) Se solicitó la sistematización de una base de datos -accesible vía
internet- de los intoxicados, (tanto de forma aguda como crónica), por la
exposición a agroquímicos en la provincia de Santa Fe. Se mencionó la
problemática de los registros de intoxicados por pesticidas informados por
nuestra provincia con anterioridad que son la mitad comparados con similares de
otras provincias fumigadas como Cordoba y Bs As. Por ello se planteó que por
falla de la aplicación del formulario C2 de denuncia médica, la provincia en
2012 crea la Sala de Situación de la provincia de Santa Fe (SaSiPro) que hace
que cada médico informe digitalmente desde las 362 localidades santafesinas.
Dicho programa digital se enmarca en el cumplimiento provincial de la resolución
276/2010 del MSN que creo los protocolos médicos. En base a eso pedimos que se
lo financie ya que muchas comunas no tienen ni computadora ni personal para
cargar la ficha completa para enviar a Epidemiologia del Ministerio de Salud
provincial y ahí ser registrado por el MSN para su estadística a nivel país. La
consecuencia de estas carencias es el subregistro de intoxicados.
En las grandes localidades de la nación, los que se encargan de registrar las
estadísticas de intoxicados son los Centros de Investigación y Asesoramientos
Toxicologicos (CIATs) como ejemplo en Rosario tenemos al centro privado de
Toxicología, Asesoramiento y Servicio (TAS). También tenemos los Laboratorios de
Análisis Clínicos toxicológicos (LATs) que comúnmente se encuentran
centralizados en los hospitales públicos que deberían ser controlados por los
ministerios de Salud. El TAS aparece en todos los marbetes de pesticidas como:
“llame al TAS las 24 hs.” Además dicho organismo capacita como especialidad
médica a gran parte de los toxicólogos de nuestro país y el Laboratorio de
Análisis Clínico Toxicológicos (LATs) se centraliza con personal que integran la
misma dirección del TAS en el Hospital Provincial. Al respecto les recordamos
que en Rosario el CIATs de Toxicologia, Asesoramiento y Servicios (TAS) está
financiado por la Cámara de Sanidad vegetal y Fertilizantes
(CaSaFe).
Por lo cual repetimos que no queremos esa perversidad para silenciar las estadística de, por lo menos, la mitad más fumigada que es la zona sur provincial santafesina.
Por lo cual repetimos que no queremos esa perversidad para silenciar las estadística de, por lo menos, la mitad más fumigada que es la zona sur provincial santafesina.
Dejamos saludos al ministro y nuestras direcciones electrónicas.
POR CAMPAÑA PAREN DE FUMIGARNOS DE SANTA FE
Roberto Pozzo - rpozzo@intec.unl.edu.ar -
Teresa Suarez - tsuarez@fibertel.com.ar -
Eduardo Rossi - edumartin74@hotmail.com -
Roberto Pozzo - rpozzo@intec.unl.edu.ar -
Teresa Suarez - tsuarez@fibertel.com.ar -
Eduardo Rossi - edumartin74@hotmail.com -
Carta entregada a la Dra Carbone y por su intermedio, al Ministro de
Salud de la Nación.
Santa Fe, 22 de Junio, de 2015
Dra. Andrea Cecilia CARBONE
Subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación del Ministerio de Salud de la Nación
De nuestra mayor consideración
Nos dirigimos a Ud y por su intermedio al Sr. Ministro de Salud de la Nación Dr Daniel Gollan, a fin de manifestarle nuestra preocupación, por los graves efectos nocivos que sobre la salud y el ambiente de nuestros pueblos, causan las prácticas de producción agroindustrial predominantes en una extensa región de nuestro país que abarca varias provincias: Santa Fe, Córdoba, Entre Rios, Chaco, Buenos Aires, Salta, Santiago del Estero, por solo nombrar algunas.
Dra. Andrea Cecilia CARBONE
Subsecretaria de Relaciones Sanitarias e Investigación del Ministerio de Salud de la Nación
De nuestra mayor consideración
Nos dirigimos a Ud y por su intermedio al Sr. Ministro de Salud de la Nación Dr Daniel Gollan, a fin de manifestarle nuestra preocupación, por los graves efectos nocivos que sobre la salud y el ambiente de nuestros pueblos, causan las prácticas de producción agroindustrial predominantes en una extensa región de nuestro país que abarca varias provincias: Santa Fe, Córdoba, Entre Rios, Chaco, Buenos Aires, Salta, Santiago del Estero, por solo nombrar algunas.
Nuestro deber de ciudadanos comprometidos con el presente y el futuro de
nuestro país nos ha impulsado a manifestarle nuestra inquietud en forma personal
y a hacerle entrega del presente documento, para llamar su atención y la del Sr
Ministro, sobre este grave problema de salud pública cuyas consecuencias padece
todo el país pero en particular, los habitantes de pueblos localizados en las
áreas de producción antes mencionadas. Lo hacemos en la esperanza de que estos
aportes ayuden a que el accionar que esté a vuestro alcance contribuya a que se
tomen las medidas legislativas, ejecutivas y judiciales que sean necesarias para
suministrar un ambiente sano a dichos pobladores, en especial a los niños, que
se ven comprometidos en su desarrollo futuro.
A través del Movimiento “Paren de Fumigarnos”, formamos parte de un amplio
colectivo de personas y organizaciones de la sociedad civil que trabaja y lucha
desde hace diez años por el cuidado del ambiente, del cual formamos parte; ya
que el planeta es “nuestra casa”. Este colectivo se propone un cambio cultural
hacia la sostenibilidad ambiental, social y económica de los procesos
productivos que permitan la satisfacción de las necesidades de las personas de
todos los sectores sociales, tanto en el presente como en el futuro.
En las últimas décadas los sistemas productivos agrícolas han sufrido en el
mundo, y también en nuestro país, un cambio trascendente, persiguiendo el
objetivo primario de aumentar la cantidad de superficie y tonelaje cosechados.
El actual modelo basado en el monocultivo de grano de generación biotecnológica
llamado transgénico u organismos genéticamente manipulados (OGM), conlleva la
utilización de cantidades crecientes de plaguicidas (herbicidas, insecticidas,
fungicidas, etc.), que están afectando seriamente la salud de la población que
convive con estos cultivos. Una vez liberados al ambiente, estos plaguicidas
contaminan los ríos, las capas freáticas, el aire, la tierra, las huertas, los
corrales, deteriorando así por vías diversas la calidad de vida y la salud de
las poblaciones inmersas en el entorno afectado.
Los efectos de los agroquímicos sobre la salud humana pueden ser “Agudos” y/o
“Crónicos”. Los primeros se manifiestan a corto plazo, con efectos neuro
comportamentales, gastrointestinales, respiratorios, musculares y de la piel.
Las intoxicaciones agudas también pueden causar la muerte en el curso de
semanas. Los segundos se hacen evidentes luego de un largo período de tiempo.
Los efectos crónicos provocan problemas de desarrollo y la reproducción,
disrupción endocrina, problemas neurocomportamentales, efectos carcinogénicos e
inmunológicos.
Desde hace varios años se alerta por la presencia inusual de un número
asombrosamente elevado de habitantes que presentan enfermedades malignas,
cánceres principalmente, y también una llamativamente excesiva aparición de
malformaciones congénitas en recién nacidos, abortos espontáneos y trastornos de
la fertilidad.
Dentro de los daños a la salud humana que se evidencian a raíz de la
aplicación de estos productos podemos citar el informe del 1º Encuentro de
Médicos de Pueblos Fumigados de Octubre de 2010 (http://www.reduas.fcm.unc.edu.ar/informeencuentromedicospu…/)
que ratifican con estudios científicos lo anteriormente descripto. Participaron
del encuentro más de 160 investigadores y docentes de seis universidades
nacionales. En dicho encuentro se elaboró un documento en el que puede leerse:
“Afectaciones a la salud por la exposición a agrotóxicos (del documento
“Declaración de Caroya”) tales como:
-reducción de la edad media y talla de crecimiento en pueblos fumigados por
desnutrición y descenso de las defensas naturales,
-malformaciones congénitas,
-mutagénesis,
-pérdidas de embarazo,
-depresión y suicidios,
-afecciones al sistema nervioso central y otras patologías neurológicas,
-invalidez, espina bífida, lupus, leucemia y otros tipos de cáncer,
-cloracné y otras afecciones cutáneas,
-asma, alergias y otras afecciones respiratorias y pulmonares,
-esterilidad e impotencia masculina,
-disrupción hormonal y otros trastornos hormonales,
-disminución del desarrollo en la infancia,
-síndrome febril prolongado sin foco,
-mayor vulnerabilidad infantil a contaminantes,
-anemia, esclerosis múltiple, e isquemia cerebral.”
desnutrición y descenso de las defensas naturales,
-malformaciones congénitas,
-mutagénesis,
-pérdidas de embarazo,
-depresión y suicidios,
-afecciones al sistema nervioso central y otras patologías neurológicas,
-invalidez, espina bífida, lupus, leucemia y otros tipos de cáncer,
-cloracné y otras afecciones cutáneas,
-asma, alergias y otras afecciones respiratorias y pulmonares,
-esterilidad e impotencia masculina,
-disrupción hormonal y otros trastornos hormonales,
-disminución del desarrollo en la infancia,
-síndrome febril prolongado sin foco,
-mayor vulnerabilidad infantil a contaminantes,
-anemia, esclerosis múltiple, e isquemia cerebral.”
Es necesario detenerse en particular en la exposición de los niños. El
Programa de Naciones Unidas para el Ambiente, PNUMA en su informe del año 2004
“Intoxicación por plaguicidas en niños. Información para la gestión y la
acción”, describe que los niños son a menudo más vulnerables que los adultos a
los efectos de los plaguicidas como resultado de varios factores de riesgo. Esto
abarca su tamaño más pequeño; mayor exposición por medio de los alimentos,
suelo, agua y aire; diferente metabolismo, rápido crecimiento y desarrollo de
sus sistemas orgánicos. Debido a que los niños están en mayor riesgo necesitan
más protección. Se necesita estar más alerta acerca de los riesgos,
especialmente con los plaguicidas más tóxicos ya que los efectos adversos en los
niños son completamente prevenibles.
Coinciden con el informe de la PNUMA, las conclusiones del trabajo
“AGROQUIMICOS: IMPACTO DE LA INTOXICACION SUBCLINICA EN PEDIATRIA” de la Medica
Dra Cecilia López Peluso ex Jefa de Residentes del Hospital de Niños “Ricardo
Gutiérrez” realizado en el marco de la Carrera de Especialización de Pediatría
en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en el cual se
detallan los impactos de los agrotóxicos en los niños.
La Dra. López Peluso señala que “definitivamente los niños conforman el grupo
de mayor vulnerabilidad frente a la exposición a los agroquímicos, tanto para
intoxicaciones agudas como subagudas y crónicas. El grupo de mayor riesgo son
los menores de 6 años (57% de las intoxicaciones agudas reportadas en Estados
Unidos), y aquellos con algún tipo de retraso en la maduración. La mayor
vulnerabilidad de los niños está dada por varios factores: El comportamiento y
actividades particulares y únicas de los niños, el mayor contacto con la
naturaleza a través del juego, y la actividad “manoboca repetitiva” sin las
precauciones de lavado de manos rutinario, así como en hábito de pica, los ubica
en una situación de mayor riesgo con respecto a los adultos, con mayor
exposición a los pesticidas presentes en el aire, suelo y agua. Sus órganos
respiratorios están más cerca del suelo, donde los residuos tóxicos suelen
acumularse. Los residuos de pesticidas aerosolizados pueden depositarse sobre
superficies como juguetes y muebles hasta 36 hrs posteriores a la aplicación
original.”
En la provincia de Chaco un informe mostró aspectos reveladores. Cuando se
analizó la incidencia de cánceres infantiles en el pueblo más agredido con
agrotóxicos (La Leonesa), y se lo comparó con pueblos cercanos medianamente
fumigados (Las Palmas), y poco fumigados (Puerto Bermejo), los resultados
reforzaron el vínculo con un mayor grado de exposición a plaguicidas.
En otra provincia argentina, Misiones, el Centro Latinoamericano de Registro
de Malformaciones Congénitas (ECLAM) informa que la Provincia tiene una tasa de
0,1 en 1000 nacidos vivos con defecto de cierre del tubo neural; mientras que el
Dr. Demaio registra en el Hospital Provincial de Pediatría 7,2/1000, (70 veces
más), tasa que aumenta año a año. Su equipo geo referenció el origen de las
familias y todos provienen de zonas fuertemente fumigadas.
En la provincia de Córdoba un estudio realizado por la genetista Gladys Trombotto mostró que los bebés nacidos con malformaciones congénitas severas en la Maternidad Nacional de Córdoba aumentaron entre dos y tres veces entre 1971 y 2003. El incremento se vincularía a la exposición a agroquímicos, ya que el estudio descartó que las malformaciones estuvieran relacionadas con otro tipo de antecedentes biológicos y médicos de las madres. Otro equipo de investigación del Departamento de Ciencias Naturales, de la Universidad Nacional de Rio Cuarto (UNRC) dirigido por la Dra. Delia Aiassa, docente investigadora de dicho Departamento en la Facultad de Ciencias Exactas, Físico–Químicas y Naturales, demostró que las personas que tienen contacto directo con pesticidas tienen un daño aumentado en su material genético, en relación a aquellas personas que tienen otras actividades.
En la provincia de Córdoba un estudio realizado por la genetista Gladys Trombotto mostró que los bebés nacidos con malformaciones congénitas severas en la Maternidad Nacional de Córdoba aumentaron entre dos y tres veces entre 1971 y 2003. El incremento se vincularía a la exposición a agroquímicos, ya que el estudio descartó que las malformaciones estuvieran relacionadas con otro tipo de antecedentes biológicos y médicos de las madres. Otro equipo de investigación del Departamento de Ciencias Naturales, de la Universidad Nacional de Rio Cuarto (UNRC) dirigido por la Dra. Delia Aiassa, docente investigadora de dicho Departamento en la Facultad de Ciencias Exactas, Físico–Químicas y Naturales, demostró que las personas que tienen contacto directo con pesticidas tienen un daño aumentado en su material genético, en relación a aquellas personas que tienen otras actividades.
Una reciente investigación de campo en la localidad cordobesa de Monte Maíz,
llevada a cabo por un equipo de docentes y estudiantes de la Fac. de Medicina de
la Universidad nacional de Córdoba (UNC) dirigido por el Dr. Medardo Ávila
Vázquez, mostró que enfermedades como cáncer, hipotiroidismo, abortos
espontáneos, malformaciones en nacimientos y varias otras tienen un índice de
ocurrencia varias veces superior comparado con la medias nacionales y con
poblaciones menos expuestas a las fumigaciones. Investigaciones similares
llevadas a cabo por una cátedra de la Fac. de Medicina de la universidad de
Rosario (UNR) dirigido por el Dr. Damián Verzeñasi encontró similares resultados
en varios pueblos cercanos a zonas fumigadas en la Provincia de Santa Fe
También en la Universidad de Córdoba se realizó un estudio de casos controles
en 134 mujeres que fueron sometidas a intervenciones quirúrgicas por lesiones
mamarias en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba. (Angulo Lucena et
al. 2001). El estudio identificó los niveles del pesticida Aldrín en grasa
mamaria como el factor más significativo en lesiones malignas, estableciendo una
relación causal entre este plaguicida y el cáncer de mama. Investigaciones
locales demuestran la vinculación entre las aplicaciones de pequeñas dosis de
herbicidas catalogados como Clase IV (levemente tóxicos), entre ellos el
Glifosato, y la generación de múltiples malformaciones en vertebrados. La
investigación del equipo del Dr. Carrasco del Laboratorio de Embriología
Molecular de la UBA es tan sólo una entre tantas de las que se vienen realizando
en nuestro país y que advierten sobre la particular incidencia de los
agroquímicos sobre toda la vida y, en especial, por analogía, sobre aquellas
especies que son compatibles con la nuestra. (www.pubs.acs.org/doi/abs/10.1021/tx1001749).
No sólo los médicos e investigadores de nuestro País denuncian la alarmante
situación.. Estudios de laboratorio y de campo, realizado por Universidades han
demostrado en todo el mundo el carácter contaminante –en distinto grado de los
agroquímicos. En Francia, en la Universidad de Caen, un equipo encabezado por el
Dr. Gilles Eric Seralini halló que dosis muy bajas (10 y 100 veces más bajas que
las dosis utilizadas por los trabajadores agrícolas de glifosato) resultaban
tóxicas para las células de embriones humanos, al igual que para las células
fetales y placentales. También encontró que la síntesis de las hormonas estaba
perturbada con el Roundup y que esto se amplificaba con la formulación del
producto. “Aun en dosis diluidas mil veces, los herbicidas Roundup estimulan la
muerte de las células de embriones humanos, lo que podría provocar
malformaciones, abortos, problemas hormonales, genitales o de reproducción,
además de distintos tipos de cánceres”, afirmó Seralini.
En 2002, un equipo científico conducido por Roberto Belle del National Center
for Scientific Research (CNRS), estación biológica científica en Roscoff,
Francia, demostró que el Roundup activa una de las etapas clave de la división
celular que potencialmente pueden conducir al cáncer. El equipo demostró en la
revista Toxicological Science (diciembre de 2004) un daño en un 'punto de
control’ del ADN afectado por el Roundup. Bellé afirmó que la aspersión aérea de
este químico es “una locura”..... “El glifosato formulado es el que provoca las
primeras etapas de la canceri-zación.”
Otro estudio, publicado en abril de 2005 por la Universidad de Pittsburgh,
EEUU, sugiere que el Roundup es un peligro para otras formas de vida no
vegetales. El biólogo Rick Relyea encontró que el Roundup es extremadamente
mortal para los anfibios. En lo que se considera uno de los estudios más
completos sobre los efectos de los pesticidas en organismos no vegetales en un
escenario natural, Relyea encontró que el Roundup causó una declinación de 70
por ciento en la biodiversidad anfibia y una caída de 86 por ciento en la masa
total de renacuajos. Los renacuajos de la rana leopardo y los renacuajos grises
de la rana del árbol resultaron casi eliminados. En un análisis de estudios
realizados entre los años 1990 y 2003 efectuado por Sanborn et al. (2004) se
resumen los efectos de los plaguicidas en la salud humana; dichos efectos a la
salud son categorizados en dos grandes grupos: cáncer y no cáncer. Respecto al
grupo cáncer, analizan la presencia de cáncer en cerebro, mamario, colonrectal,
páncreas, riñón, pulmones, próstata, estómago, leucemia, ovarios, testicular,
entre otros, encontrándose una relación entre el uso de plaguicidas y estas
enfermedades. Genotoxicidad, inmunotoxicidad, y susceptibilidad genética fueron
otros de los aspectos considerados en el análisis de Sanborn. De acuerdo con
este análisis, se encontró una asociación positiva entre la exposición a
plaguicidas y aberraciones cromosómicas.
Un informe de Stella Benítez Leite et al. (2009), muestra asociación entre la
exposición a plaguicidas y malformaciones congénitas en neonatos nacidos en
Hospital Regional de Encarnación, Paraguay. El dato más relevante fue encontrar
la asociación de vivir cerca y a menos de 1km de los campos fumigados tenían un
mayor riesgo de tener hijos malformados.
En un estudio realizado en Francia por Baldi et al. (2003), se obtuvieron
resultados que sugieren que la exposición a plaguicidas está relacionado con la
presencia de enfermedades neurodegenerativas tales como Alzheimer y la
enfermedad de Parkinson. Si bien no es factible asociar estos problemas a un
determinado tipo de plaguicida, destacan que dada la procedencia de las personas
sometidas al estudio, el uso de fungicidas en zonas agrícolas puede ser una de
las causas de estas enfermedades.
Solo recientemente se han estudiado los efectos de los plaguicidas en las
respuestas inmunes, con lo que ahora se sabe de los cambios importantes que se
pueden presentar en el sistema inmune después de la ingestión de plaguicidas. Se
sabe que muchos plaguicidas químicos causan daño o supresión del sistema inmune,
lo cual ha permitido enfocar estudios hacia la inmunotoxicidad inducida por
plaguicidas (Benerjee 1999). En ese sentido, se ha encontrado que los
plaguicidas suprimen la respuesta inmune mediadora tanto a nivel humoral como
celular. En un reciente informe, la Defensoría del Pueblo de la Nación afirmó
que los agroquímicos tienen directa vinculación con las discapacidades,
aseverando que las malformaciones, los padecimientos neurológicos y otras
dolencias ligadas al uso indebido de estos productos son la vía hacia la
discapacidad de niños, niñas, jóvenes o adultos. Ante esta situación, el
organismo reclama la implementación del Principio Precautorio demandando “una
urgente atención precautoria y preventiva para evitar el riesgo de daño a una
población desfavorecida, o bien para impedir el curso del perjuicio” y a que el
Ministerio de Salud tome medidas preventivas y eficaces.
En el punto nº 21 de la demanda entablada por Ecuador contra Colombia por
causa de las aspersiones realizadas por este último en la frontera común con
formulados de glifosato por ante la Corte Internacional de La Haya (2008) puede
leerse que “algunos estudios toxicológicos recientes también sugieren que el
glifosato presenta riesgos muy reales determinado que produce efectos adversos
en todas las categorías de pruebas toxicológicas estándar. Estas pruebas
incluyen toxicidad a mediano plazo (lesiones en las glándulas salivales),
toxicidad a largo plazo (inflamación de la mucosa gástrica), daños genéticos (en
las células de la sangre humana), efectos sobre la reproducción (reducción en el
conteo de espermatozoides en ratas; mayor frecuencia de esperma anormal en
conejos) y su poder cancerígeno (elevada frecuencia de tumores de hígado en
ratas macho y cáncer a la tiroides en ratas hembra).
Aunque, evidentemente, no se han realizado experimentos en seres humanos, los
estudios realizados a personas expuestas al glifosato (generalmente
agricultores, niños de escuelas rurales, vecinos cercanos a los silos, etc.)
indican una asociación con un mayor riesgo de abortos, nacimientos prematuros y
linfoma no Hodgkin. La toxicidad del glifosato es especialmente grave cuando se
lo inhala, como sería el caso en exposiciones al vapor que provocan las
aspersiones aéreas.” (http://www.serpajamericalatina.org/secretaria…/…/demanda.pdf)
recogiendo conclusiones de la Comisión Científica Ecuatoriana (2007) (http://www.uasb.edu.ec/…/revista…/documentos/aspersiones.pdf)
en la frontera entre ambos países. Nadie se encuentra a salvo toda vez que los
pesticidas sufren un proceso de vaporización que los termina dispersando en el
aire y luego en las nubes, de donde literalmente llueve sobre todas las
personas. Esto ya fue verificado en un estudio de 2007 del U.S. Geological
Survey y reforzado por un estudio del Centro de Investigaciones del Medio
Ambiente (CIMA) de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de
La Plata (UNLP), donde se encontró principalmente glifosato y atrazina.
Un problema creciente en la agricultura implementada en nuestro país –y a
nivel global deviene de la aparición de “plagas” que, como se ha dicho
anteriormente, van adquiriendo las resistencias que se producen debido al uso de
plaguicidas químicos. Esto significa que las mismas cantidades, concentraciones
y formulados van perdiendo eficacia –entendida ésta como la capacidad de
eliminar organismos vivos frente a la supervivencia de ejemplares que cuentan
con mayor capacidad innata de soportar la agresión, requiriendo para su
eliminación el aumento de aquéllas. En el mundo ya se han detectado más de 300
malezas resistentes a herbicidas a productos potenciando el inconveniente. Esto
da como consecuencia que se usen productos cada vez más tóxicos y en dosis
mayores. Así vemos como diariamente se cursan autorizaciones para usar eventos
transgénicos resistentes a glufosinato, 24 D, Triazinas, Isoxaflutole, etc. Sin
mayor esfuerzo se advierte que el incremento en concentraciones y toxicidades,
independientemente del análisis de su viabilidad en el tiempo, va acompañado del
empeoramiento de las condiciones ambientales y sanitarias.
Por último pero no por ello menos importante, la propia Organización Mundial
de la Salud (OMS) acaba de recategorizar recientemente al Glifosato como
“probablemente cancerígeno”, terminando por dar la razón a insistentes reclamos
y presentaciones científicas y de organizaciones ambientalistas y después de
resistirse por más de 20 años, respondiendo al lobby de Monsanto y otras
multinacionales promotoras y beneficiarias del modelo agroindustrial basado en
los OGM.
El discurso que defiende el monocultivo extensivo con el uso de pesticidas
ignora y oculta entre muchas otras cosas que:
• La soja y otros transgénicos compiten destructivamente con otros cultivos; desplazan, entre otras, a la actividad tambera, las pasturas y los cultivos de algodón, con sus respectivas cadenas de valor.
• Se destruye la capacidad de producir alimentos sanos y diversos en el campo argentino. Los cultivos transgénicos en superficies que ocupan hasta el borde mismo de las poblaciones donde vive la gente, impiden que en esos territorios se cultive para abastecer a esas mismas poblaciones, con alimentos sanos y de precios más accesibles.
• Privilegia la demanda del mercado internacional, dificultando la satisfacción de la demanda del mercado interno, con la consiguiente presión sobre los precios internos de los alimentos.
• Se destruye la autonomía de los productores agrarios, haciéndolos dependientes de un sistema que los degrada a ellos y a su ambiente.
• Los agroquímicos aplicados generan enfermedades que incluso causan la muerte entre los trabajadores rurales, la población del campo, de los pueblos y de las ciudades afectadas por las aplicaciones.
• Los riesgos y los daños que producen los agroquímicos que este sistema productivo necesariamente debe utilizar en forma masiva, que serán cada vez mayores ya que las resistencias generadas por las plagas requieren del uso de productos cada vez más tóxicos y los nuevos eventos transgénicos resistentes también a ellos; como es el caso del herbicida 2, 4, D.
• Las alteraciones y riesgos de daños irreversibles de los cultivos transgénicos en la biodiversidad y la evolución biológica.
• Los daños y riesgos de los alimentos que contengan insumos provenientes de cultivos transgénicos, y la falta de información al consumidor de los riesgos asociados.
• La destrucción de nuestros ecosistemas y la erosión de la biodiversidad, afectando los procesos ecológicos esenciales, el ciclo del agua, de los nutrientes, del dióxido de carbono, el flujo energético y las cadenas tróficas, sin los cuales no es posible la vida que conocemos y su evolución.
• Al igual que en otros países, el monocultivo genera un sistema ineficiente y/o corrupto en los organismos de control y certificación de agroquímicos y de agroalimentos, aprobando productos que no deberían ser permitidos y envían al mercado alimentos que no son sanos, presionados precisamente por el sistema empresario que los produce.
• Pretenden reemplazar el equilibrio biológico que limita naturalmente las plagas animales y vegetales con pesticidas. Esto genera la aparición de plagas resistentes a esos pesticidas, obligando a la aplicación de cada vez mayor cantidad de productos cada vez más tóxicos.
• El sistema de producción agrícola dominante y su cadena de valor es el principal generador de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, el principal responsable del cambio climático de origen antrópico; genera entre el 44 y el 57 % de las emisiones globales de estos gases.
• La soja y otros transgénicos compiten destructivamente con otros cultivos; desplazan, entre otras, a la actividad tambera, las pasturas y los cultivos de algodón, con sus respectivas cadenas de valor.
• Se destruye la capacidad de producir alimentos sanos y diversos en el campo argentino. Los cultivos transgénicos en superficies que ocupan hasta el borde mismo de las poblaciones donde vive la gente, impiden que en esos territorios se cultive para abastecer a esas mismas poblaciones, con alimentos sanos y de precios más accesibles.
• Privilegia la demanda del mercado internacional, dificultando la satisfacción de la demanda del mercado interno, con la consiguiente presión sobre los precios internos de los alimentos.
• Se destruye la autonomía de los productores agrarios, haciéndolos dependientes de un sistema que los degrada a ellos y a su ambiente.
• Los agroquímicos aplicados generan enfermedades que incluso causan la muerte entre los trabajadores rurales, la población del campo, de los pueblos y de las ciudades afectadas por las aplicaciones.
• Los riesgos y los daños que producen los agroquímicos que este sistema productivo necesariamente debe utilizar en forma masiva, que serán cada vez mayores ya que las resistencias generadas por las plagas requieren del uso de productos cada vez más tóxicos y los nuevos eventos transgénicos resistentes también a ellos; como es el caso del herbicida 2, 4, D.
• Las alteraciones y riesgos de daños irreversibles de los cultivos transgénicos en la biodiversidad y la evolución biológica.
• Los daños y riesgos de los alimentos que contengan insumos provenientes de cultivos transgénicos, y la falta de información al consumidor de los riesgos asociados.
• La destrucción de nuestros ecosistemas y la erosión de la biodiversidad, afectando los procesos ecológicos esenciales, el ciclo del agua, de los nutrientes, del dióxido de carbono, el flujo energético y las cadenas tróficas, sin los cuales no es posible la vida que conocemos y su evolución.
• Al igual que en otros países, el monocultivo genera un sistema ineficiente y/o corrupto en los organismos de control y certificación de agroquímicos y de agroalimentos, aprobando productos que no deberían ser permitidos y envían al mercado alimentos que no son sanos, presionados precisamente por el sistema empresario que los produce.
• Pretenden reemplazar el equilibrio biológico que limita naturalmente las plagas animales y vegetales con pesticidas. Esto genera la aparición de plagas resistentes a esos pesticidas, obligando a la aplicación de cada vez mayor cantidad de productos cada vez más tóxicos.
• El sistema de producción agrícola dominante y su cadena de valor es el principal generador de gases de efecto invernadero y, consecuentemente, el principal responsable del cambio climático de origen antrópico; genera entre el 44 y el 57 % de las emisiones globales de estos gases.
El sistema transgénico de producción agrícola no tiene en cuenta la
sostenibilidad ambiental y social; es decir, el ambiente y la gente es algo que
no le incumbe, salvo que los empresarios se vean forzados a ello. Creen que los
impactos negativos de la tecnología serán resueltos con nueva tecnología, que
generará nuevos problemas ambientales supuestamente resueltos con más
tecnología, y así al infinito.
Por otra parte, el llamado “capitalismo salvaje” no hace sino volver más
fuertes a los fuertes, más débiles a los débiles y más excluidos a los
excluidos. Es en el actual sistema de producción agroindustrial intensivo donde
más se nota:
• Se concentra el ingreso en poquísimas personas, dejando a muchos en la
pobreza y en la indigencia, con la sola alternativa de recibir un subsidio
estatal.
• El desplazamiento de las personas desde el campo y las pequeñas poblaciones
hacia los asentamientos marginales de las grandes ciudades, degradando su
calidad de vida y agravando los desequilibrios poblacionales y ambientales.
El argumento de las empresas que venden estos productos es que sin ellos no
sería posible realizar la producción agrícola en la escala necesaria para paliar
el hambre del mundo. Esta afirmación es discutible, pero resulta una vileza
sugerir que hay que elegir entre sufrir los efectos en la salud y el ambiente de
las sustancias tóxicas o padecer hambrunas.
Del mismo modo, el argumento que el monocultivo con semillas transgénicas,
(en particular la soja) es funcional a la economía del país por los recursos en
divisas que estas “commodities” proporcionan, es igualmente, al menos,
cuestionable ya que no se contabilizan en el “debe” los cuantiosos recursos que
deben destinarse a salud pública por el incremento de enfermedades producidas
por la exposición a agrotóxicos; y a atender necesidades primarias de las
poblaciones marginales que rodean a las grandes ciudades, producto de décadas de
olas migratorias generadas por el desplazamiento de las poblaciones campesinas,
prescindibles en el modelo agropecuario extensivo vigente. Tampoco se tienen en
cuenta las divisas que salen del país por la compra de ingentes cantidades de
agroquímicos y/o fertilizantes de manufactura o de insumos extranjeros, amén del
alto consumo de combustibles fósiles empleados en la producción de dichos
cultivos.
El sistema transgénico no alimenta a los que tienen hambre en el mundo,
tampoco a nuestro pueblo. Alimenta al ganado chino y europeo para satisfacer las
demandas de carne de sus clases medias y altas y en los últimos años algunos
motores a combustión interna, principalmente de automóviles de transporte
particular.
Nosotros creemos que existen soluciones dentro del ámbito de la Agroecología
que pueden extenderse hasta cubrir las necesidades humanas. Una de las técnicas
agroecológicas más estudiadas, pero no la única, es la agricultura biointensiva,
que puede producir el alimento para una dieta vegetariana para una persona
durante todo el año en menos de 400 m2. Lo que implica que en las casi 20
millones de hectáreas de soja transgénica se podría producir para alimentar a
500 millones de personas; con alimentación sana, sin transgénicos ni
agroquímicos, cuidando la sostenibilidad ambiental y la salud de la población
asociada y la de los trabajadores, con autonomía tecnológica de los productores,
y sobre todo preservando la soberanía alimentaria del pueblo argentino. Con el
agregado de que la demanda internacional y el valor agregado de esos alimentos
es mucho mayor que la de la producción transgénica.
Con una “externalidad” positiva muy valiosa de los sistemas agroecológicos de
producción de alimentos, su desarrollo generalizado podría participar en la
limitación del efecto invernadero a través de la fijación de hasta las 2/3
partes del exceso de dióxido de carbono en la atmósfera, a través de los
procesos que incrementan la materia orgánica en los suelos cultivados.
Muchas familias eligen la agricultura familiar como forma de vida; su
principal impedimento es hoy el sistema transgénico de producción,
principalmente sojero; no son limitaciones tecnológicas ni de mercado, aunque
todavía es necesario mejorar el acceso de estos productores a una
comercialización justa. A pesar de esas limitaciones, son las granjas y huertas
familiares las que continúan produciendo, al menos por ahora, hasta el 70% de
los alimentos que llegan a la mesa de los argentinos, según informes
oficiales.
Esos sistemas productivos privilegian la sostenibilidad de la capacidad
productiva de los ecosistemas en general y del suelo en particular, así como
también la sostenibilidad de la sociedad donde están insertos, porque forma
parte y depende de ellos. Son sistemas productivos a los que les interesa la
gente y el ambiente, mucho más que la rentabilidad del capital. Todas las
ventajas que tienen para la sostenibilidad social y ambiental, son desventajas
para el capital dominante; por eso son mucho más compatibles con organizaciones
sociales que distribuyen el poder y el ingreso. Y requieren de todo nuestro
apoyo y nuestra promoción.
Podríamos agregar varias páginas en cada ítem, sin embargo, creemos que lo
aquí expuesto es más que suficiente para solicitar que el accionar de ese
Ministerio marque el inicio de un camino en una política que debería ser de
Estado, para proteger nuestra salud, no se generen desigualdades y se consiga
llevar alimentos a todo el que lo necesite.
QUÉ SOLICITAMOS:
En función de los considerandos precedentes, es que nos permitimos solicitar
a este Ministerio lo siguiente:
1) La sistematización de una base de datos que sea accesible vía internet de
los casos de enfermedades sospechadas de estar causadas por la exposición a
agroquímicos, en particular de cáncer y anomalías congénitas, registrados en
todos los hospitales y servicios públicos de salud del País.
2) Listado y actuaciones de todas las denuncias llevadas a cabo hasta la
actualidad, y que por protocolo tiene la CNIA (Comisión Nacional de
Investigación de Agroquimicos)
3) Acciones de apoyo activo por parte de ese Ministerio, a la presentación
por vía administrativa ante el SENASA de Diferentes ONGs y cátedras de
Universidades de distintas provincias, conforme lo establece el Punto 3 del
Capítulo 18 de la resolución SENASA 350/1999, solicitando disponga el
procedimiento de Análisis de Riesgo de todos los registros con el principio
activo” Glifosato” junto con el pedido de una medida cautelar administrativa en
la que se dispongan restricciones en el uso y aplicación del glifosato, en los
siguientes términos:
1) La prohibición de las aplicaciones aéreas de todos los registros que lleven como principio activo el glifosato.
2) La prohibición de las aplicaciones terrestres de todos los registros que lleven el principio activo del glifosato a una distancia inferior a los 5000 mts de las zonas urbanas de los municipios, asentamientos poblaciones, escuelas rurales, huertas, centros apícolas, ríos, arroyos, lagunas, cursos y espejos de agua, como así de pozos de extracción de agua para consumo humano. (Se acompaña copia de dicha presentación).
1) La prohibición de las aplicaciones aéreas de todos los registros que lleven como principio activo el glifosato.
2) La prohibición de las aplicaciones terrestres de todos los registros que lleven el principio activo del glifosato a una distancia inferior a los 5000 mts de las zonas urbanas de los municipios, asentamientos poblaciones, escuelas rurales, huertas, centros apícolas, ríos, arroyos, lagunas, cursos y espejos de agua, como así de pozos de extracción de agua para consumo humano. (Se acompaña copia de dicha presentación).
4) Que se promuevan desde este MInisterio la legislación y/o las normativas
conducentes a poner en práctica un adecuado y claro etiquetado de los alimentos
elaborados con ingredientes provenientes de Organismos Genéticamente Modificados
(OGM) a fin de que la población pueda elegir y decidir su formas de
alimentarse
Sin más saludamos cordialmente a Ud. y por su intermedio al S . Ministro
Gollán quedando a vuestra disposición y apostando a que éste sea el comienzo de
un diálogo fecundo, aportando nuestra colaboración en todo lo que redunde en
favor de la salud y de un ambiente cada vez más libre de contaminantes para
todos los habitantes del País.
POR CAMPAÑA PAREN DE FUMIGARNOS DE SANTA FE
Roberto Pozzo rpozzo@intec.unl.edu.ar
Teresa Suarez tsuarez@fibertel.com.ar
Eduardo Rossi edumartin74@hotmail.com
Roberto Pozzo rpozzo@intec.unl.edu.ar
Teresa Suarez tsuarez@fibertel.com.ar
Eduardo Rossi edumartin74@hotmail.com