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Cuando sale más caro el collar que el perro
Hoy la industria de Tucumán está causando pérdidas por valor muy superior a su producción. Desde este foro hemos intentado que el tema se comprendiera cuando todavía era facil de revertir, pero las autoridades de nuestra provincia mantuvieron el tema tapado hasta mediados de este año.
La producción que más contamina es la de agro-combustibles (mal llamados "bio") que además tiene la siniestra caracteristica de transformar alimento humano en combustible para vehículos. Lo más ridículo: el estado nacional la promueve con subsidios y excenciones.
A principio del año 2008, desde el foro advertimos lo que pasaría en una serie de artículos, hoy reproducimos uno:
LEY DE PROMOCIÓN DE BIOCOMBUSTIBLES
El Foro Ambientalista Santiago señala defectos en su fundamentación y pide que se la revise antes de proceder a su adhesión por parte de la Provincia.
Roberto Felipe
Gayraud - Roberto Jorge
Rabello
(ingenieros
agrónomos)
En las comisiones internas de
Entre los fundamentos se menciona que esta actividad genera beneficios económicos a las zonas en las cuales se instalen cultivos con tal destino y las plantas de producción de los mismos, pero en los cálculos económicos no se han tomado en cuenta el costo ambiental, el costo social, ni el balance energético.
En nuestra provincia el avance de la producción agropecuaria no se está logrando por aumento de rendimientos, sino arrasando el monte natural para anexar superficie cultivable. El severo daño que se está produciendo al ecosistema expulsa a los campesinos de su medio original y vital, obligándolos a vivir en cordones de miseria que van creciendo alrededor de las ciudades y barrios miserables dentro de las mismas. Ostracismo social que se cumple con un sentimiento generalizado de desaliento y frustración.
El Foro considera que el perjuicio que puede ocasionar a la economía esta alternativa de producción de biocombustibles es mayor al beneficio. Se debe tener presente que economía es la “ciencia de la administración de los recursos escasos”, de modo que aún un alivio o estímulo financiero para el Estado, muchas veces es antieconómico, por lo que resulta opuesto al bienestar general.
Pero la falacia más grande en la fundamentación de esta ley está en sostener que es “un camino tendiente a preservar el medio ambiente”. Si bien es cierto que la combustión de los biocombustibles genera menos gases contaminantes que la de combustibles fósiles, al considerar todo el proceso de su producción, el balance positivo resulta muy pobre o se torna negativo. El desmonte de superficies para dedicarlas a la producción de materia prima con tal destino, significa el exterminio de un auténtico pulmón atmosférico que fija el contaminante anhídrido carbónico y exhala oxígeno que la enriquece; el proceso de producción comienza con el transporte de la semilla al lugar de plantación y termina con la entrega en la planta industrial y todo ello demanda un consumo considerable de combustible y utiliza insumos altamente contaminantes como son los insecticidas, herbicidas, fertilizantes y agroquímicos en general. Por tal motivo es que el Foro decide la presentación de este documento que procura resumir su opinión sobre la materia, fundado en una abundante información que dispone de variados orígenes, desde los del más alto nivel científico a comentarios periodísticos bien fundados.
Ante todo vale la pena señalar que el uso del prefijo “bio” genera una falsa impresión de amigabilidad ambiental; debería denominárselos “AGROCOMBUSTIBLES” pues su origen está en la agricultura.
Un estudio publicado en la revista Science aseguraba que el incremento de la producción de agrocombustibles podría “instalar” en la atmósfera nueve veces más dióxido de carbono (CO2) durante las próximas tres décadas, que los combustibles fósiles. El trabajo ha sido el primero en calcular el impacto de las emisiones de CO2 de los agrocombustibles en todo su ciclo productivo. Asimismo, sus responsables, un grupo de investigadores de
En el caso del bioetanol, cuya producción es la idea puesta en marcha en Frías, un estudio del ecólogo de
Ante estas situaciones nos deberíamos preguntar ¿por qué la insistencia y urgencia de embarcarnos en la aventura de agrocombustibles mientras el mundo entero cada día los cuestiona más? ¿Estará en consideración el hecho de la transitoriedad de la estructura económico-operativa que se genera, por su inevitable reemplazo cuando -como inexorablemente ocurrirá-, se desarrollen fuentes de energía inagotables y limpias, principalmente la solar y la eólica?
También nos preguntamos ¿por qué aún no hay legislación que prohíba la minería a cielo abierto, que está ocasionando tanto daño en otras provincias? O ¿porqué no se respeta
Esta antítesis entre producción sustentable en el discurso y aceleración especulativa alocada en los hechos, está deteriorando la calidad de vida de santiagueños y argentinos. Recordemos que días atrás fue echado el embajador Raúl Estrada Oyuela, quien era representante para asuntos ambientales internacionales de
Y no debemos soslayar el problema ético de utilizar tierras agrícolas para ·”fabricar” combustible en lugar de comida. Hay resoluciones de
Corresponde, asimismo examinar
Principales situaciones
que se deben considerar
PROBLEMAS DE PRODUCCION que
tienen que ver con la demanda de fertilidad de suelo y el agua que puedan
requerir los cultivos a implantar (para nuestra provincia, ambos recursos son escasos
o con una pobre infraestructura para su aprovechamiento eficiente), y limitados
conocimientos de los productores para su uso racional.
PROBLEMAS SOCIALES que pueden
generarse por la expulsión de población campesina que a cualquier título son
ocupantes ancestrales de tierras posibles de ser reclamadas por el
programa de producción de agrocombustibles, lo que agregaría un elemento más a
los problemas de tenencia de la tierra actualmente existentes.
PROBLEMAS ÉTICOS generados
por la ocupación de tierras de “pan llevar” actualmente utilizadas para ese
fin, lo que puede determinar escasez de
alimentos y consecuentes aumentos en sus precios.
PROBLEMAS ECOLÓGICOS derivados
del deterioro de la capacidad productiva de los suelos por la posible
predominancia de monocultivos anuales, acrecentamiento de la presión de
fertilizantes, pesticidas y herbicidas (altamente
contaminantes), y desmontes.
PROBLEMAS DE DESCONOCIMIENTO (o
en discusión), entre ellos y quizás el más importante, el balance energético
(energía demandada para producir versus energía generada). De no existir un
claro saldo energético favorable de la especie vegetal que se pretende
utilizar, su uso sería un desatino. Precisamente dos de los cultivos más
mencionados como de posible utilización para la elaboración
de agrocombustibles son la soja y el maíz con sus respectivos balances
energéticos muy discutidos, y en el caso de la soja como contribuyente al
deterioro de la capacidad productiva de los suelos y requeridora de suelos con
buena fertilidad y humedad.
EXPORTACIÓN tema que no está
incluido en la ley nacional. En forma alguna debe permitirse la exportación de
agrocombustibles hasta tanto haya sido superado nuestro déficit en la materia,
así como también materia prima con tal finalidad (situación que hoy se está
dando en nuestro país).
A partir de esta
fundamentación o presentación, el Foro Ambientalista Santiago opina y aconseja
que en los estudios u opiniones previas se incluya:
La identificación
de las especies vegetales que se piensan promocionar, con la cita de su balance
energético y su demanda en materia de fertilidad de suelos y agua.
El análisis y
dictamen sobre las modalidades de cultivo (anuales, plurianuales o
permanentes), mono-cultivos y rotaciones.
El destino de las
producciones primarias. Las plantas industriales: localización y capacidad
operativa, y demanda de materia prima.
El destino del
biocombustible y aprovechamiento de los desechos o residuos de cultivos e
industrialización (biocombustibles de 2º generación).
La formulación de
una nueva matriz energética donde intervengan, en reemplazo de los combustibles
fósiles, otras alternativas renovables, inagotables y limpias.
Establecimiento de
políticas de exportación de la materia prima y del producto final.
Programas de ahorro
de energía particularmente en relación con el transporte de cargas y pasajeros
a larga distancia. Rehabilitación del servicio ferroviario.
La participación de
las organizaciones de los productores.
El abastecimiento
local tanto para asegurar la satisfacción de la demanda o necesidades de
los procesos productivos e industriales
(elaboración del agrocombustible) como la generación de energía eléctrica.
La no autorización
de desmontes de bosques nativos con la finalidad de instalar cultivos que
tengan por destino la producción de agrocombustibles.
Sin dejar de
reconocer la importancia que tienen los controles de calidad tanto del producto
primario como de las mezclas, que son los aspectos que principalmente trata la
ley nacional cuya adhesión está en estudio, el Foro Ambientalista Santiago
estima que es mucho más importante la atención de los aspectos atinentes a la
producción de la materia prima y que en un listado no exhaustivo se mencionan
más arriba.
Por último,
estimamos como una premisa insoslayable que la total población del país se
informe lo mejor posible sobre la cuestión aquí tratada, como parte de la
instalación de una política ambiental que apunte a la protección de los
recursos naturales y su mejoramiento en un marco de su aprovechamiento
racional. La sociedad debe exigir que las promociones de cualquier tipo de
actividad, tengan como base principal su sustentabilidad.
Es su derecho, y
debe asumir estas cuestiones como propias.
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