lunes, 26 de octubre de 2015

La Agroecología, los agroquímicos y el rol de los jóvenes en la producción agrícola actual

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PABLO TITTONELL: “CUANDO ALGUIEN TE DICE QUE SIN PESTICIDAS NO SE PUEDE PRODUCIR, TE ESTÁ VENDIENDO UN SLOGAN”

|Argentina|
Pablo Tittonell es coordinador del Programa Nacional Recursos Naturales, Gestión Ambiental y Ecorregiones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina. Ingeniero agrónomo, luego de un breve paso por el sector privado, desarrolló tareas de investigación y académicas en instituciones internacionales y de diversos países del mundo. Trabajó los últimos 15 años en Holanda y regresó a nuestro país con el programa de repatriación de científicos Raíces. En entrevista con InterNos habló sobre el programa que dirige, la Agroecología, los agroquímicos y el rol de los jóvenes en la producción agrícola actual.
¿En qué consiste el trabajo que está realizando en el INTA?
Estoy en el INTA como coordinador de un programa nacional de alcance de todo el país de recursos naturales, gestión ambiental y ecorregiones. Estamos abordando el tema del cambio climático, adaptación e investigación del cambio climático de la biodiversidad en relación con la agricultura y la ganadería, cómo por un lado se ve afectada por el avance de la agricultura y cómo actúa sobre la actividad agrícola positiva o negativamente, una mirada bien amplia de lo que es la biodiversidad.  Luego trabajamos el tema de contaminación y gestión ambiental y creo que desde allí hay que mover la aguja para diagnosticar el problema hacia buscar informaciones, hacia la gestión ambiental.
¿Cómo se aborda el tema de la Agroecología en otros lugares del mundo?
En los últimos años estuve como profesor en una cátedra en una universidad de Holanda. Allí trabajamos en Agroecología con un abordaje científico teniendo en cuenta la interacción entre paisajes, actores y sistemas para acompañar los procesos con los productores en el campo.
Es increíble que en situaciones tan disímiles como la de China, la India o la de Europa, las discusiones y las posiciones son similares. Y a veces el problema es que estamos produciendo, viviendo  y consumiendo en un marco cultural y tecnológico que hemos construido nosotros mismos, pero que lleva bastante tiempo por lo que es difícil de cambiar y modificar. Parece que es imposible producir de otra forma, consumir de otra forma.
¿Qué opina sobre el caso cordobés de Barrio Ituzaningó en el que hubo condenados por aplicar agroquímicos y sobre la normativa del país en general?
El problema es que obtener datos duros requiere tiempo, en el caso particular de la investigación agrícola, que está sujeta a la variabilidad climática y biológica, necesitamos por lo menos tres años de datos para poder decir algo más o menos coherente. Ahora conseguimos el financiamiento del Ministerio de Agricultura para un proyecto en cinco provincias para evaluar el tema de las derivas y como disminuir las derivas de toxicidad. ¿Por qué en cinco provincias? Porque no se puede hacer una ley o una normativa sobre la base de información que no es local. Es importante destacar que cuando hablamos de pesticidas hablamos de muchas moléculas que se comportan diferente en el agua, el aire, el suelo; hablamos de diferentes sistemas de aplicación; hablamos de diferentes condiciones climáticas y ambientales, barreras, vientos que hacen que las zonas de no aplicación tengan que ser de 50 metros o de 5 km, estoy exagerando pero es para dar una idea de la variabilidad de los datos. Estos datos los necesitamos para poder tener medidas concretas.
Entonces es necesario investigar antes de pensar en normativas que legislen la aplicación de agroquímicos…
Hay que tener en cuenta que esto es solo un paliativo. Lo ideal sería que no necesitemos pesticidas. El hecho de que necesitemos pesticidas es porque nuestro sistema está en desbalance y creo que ahí es donde la ciencia debe tomar un rol muy importante porque en estas discusiones unos de los problemas es que los argumentos que se usan tienen poco asidero científico. Cuando alguien te dice que sin pesticidas no se puede producir, te está vendiendo un slogan, o que los transgénicos son necesarios para disminuir el hambre, es un discurso construido con intereses. La línea es el rigor científico, todo lo que no cae en el rigor científico, no se debe tomar en serio en relación a las discusiones científicas.
Esto no quiere decir que no debamos tomar en serio las demandas sociales que no necesariamente tendrán sus argumentos científicos, eso es otra cosa. Si una señora, que podría ser mi mamá, vive al lado de un campo y viene a quejarse de que se le están machucando las plantas con la deriva de pesticidas y que le preocupa la salud de sus hijos, yo no necesito científicos para eso, no me importa lo que dice la ley de toxicología, es algo que no puede pasar. Nos podemos agarrar de los renglones, las entrelíneas y las interpretaciones de la ley, pero sabemos que no es correcto. No es correcto porque es un riesgo y porque hay alternativas para no usar esos pesticidas. Haber trabajado en Europa me permitió ver que se pueden producir 10 toneladas de cereales por hectárea sin pesticidas, este discurso de que es imposible también es un discurso construido que no cae dentro del rigor científico.
¿Por qué considera que estas nuevas formas de producir, como la Agroecología, pueden hacer volver a los jóvenes? Esto es una problemática hoy para el sector ya que las nuevas generaciones no continúan con el trabajo en el campo…
Una de las razones es la mala imagen que tiene la agricultura. En muchos países al agricultor se lo ve como a alguien que esta destruyendo el medio ambiente y ¿qué joven quiere asumir ese rol? Por otra parte, hay trabas para la creatividad. Hay poco margen para la creatividad y para el trabajo intelectual. Y la agricultura se ha transformado en una agricultura de paquete, de receta, te vendo la tecnología y todo lo que tenés que aplicar y listo. Prácticamente el mensaje es andate del campo que alguien lo haga todo por vos ¡y listo! No hace falta tu conocimiento, nosotros te proveemos todo el conocimiento. Bueno eso hace que los agricultores no tengan desafíos intelectuales entonces los jóvenes se aburren o pierden motivación o se preguntan ¿para qué estoy en este mundo? Bueno, lo peor que se le puede hacer a un joven es ponerlo a trabajar en algo que no lo desafíe intelectualmente, que lo único que debe hacer es pasar las boletas de los insumos.
Ahora, cuando hablamos de una agricultura que no requiere de insumos sino conocimientos, bueno allí ya estamos poniendo en juego la materia gris del productor. Y eso no solo del punto de vista productivo sino también de la comercialización, de la socialización y de la asociación con otros productores. Por ejemplo, muchos de los agricultores que llamamos neorurales, que están surgiendo en Europa, no tienen el capital para comprarse una máquina pero se juntan entre varios y compran un tractor y lo comparten, allí hay una innovación institucional asociativa que también genera un vínculo cultural, de identificación que vas más allá de ser un productor rural subido a un tractor, te transfromás en un actor social  que está metido en una región y está trabajando con otro.

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