jueves, 17 de diciembre de 2015

Luchas ambientales de todo el planeta confluyeron en Paris -COP21-

La COP21 de París y la propuesta del anexo 0
Joan Martínez Alier*

Faltó en París el empuje y el entusiasmo en la calle del medio millón de manifestantes que podían esperarse, pidiendo justicia climática. La matanza del 13 de noviembre de centenares de personas jóvenes quitó el ánimo de quienes iban a manifestarse, tanto de los parisinos como los que iban a llegar de fuera. Como ocurrió tras el 11 de septiembre 2001, la agenda alternativa de los movimientos socio-ambientales en el Norte y en el Sur, es brutalmente aplazada y desviada por esos atentados masivos y por las realidades de las guerras (aunque sean guerras por petróleo). Los valientes esfuerzos de manifestarse para pedir un clima de paz en las calles de París no pudieron sustituir la masa de gente en la calle que hubiera presionado a los gobernantes mundiales.
Los resultados de la conferencia de cambio climático son presentados como un éxito por unos, y negativamente por otros. La visión negativa está justificada pues no hay compromisos vinculantes de reducción de emisiones, y tampoco en la práctica se ha reconocido la deuda climática que tienen históricamente los países industrializados. Estados Unidos y la Unión Europea boicotean desde hace años el reconocimiento de esta deuda, así se protegen y protegen a sus empresas de juicios por daños causados al clima mundial, como la desaparición de glaciares y la subida del nivel del mar. No hay motivos de celebración porque las emisiones de gases de efecto invernadero continuarán aumentando durante unos años si no las frena una crisis económica que alcance a China e India. La sobre-oferta actual de combustibles fósiles y su precio barato, y también la deforestación, hacen improbable que se limite el aumento de temperatura, contrariamente a lo proclamado en París. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera seguirá aumentando.
Dentro de este panorama, se propone desde los movimientos de justicia ambiental continuar las acciones locales (con repercusión global) para dejar el carbón, el petróleo y el gas en tierra. Esa propuesta de moratoria que Oilwatch propuso ya en 1997 en Kyoto en las reuniones alternativas, está más fuerte que nunca. Es lo que Naomi Klein llama blockadia y Oilwatch llama irónicamente el anexo 0. Desde el tratado de cambio climático de Río de Janeiro de 1992, los países fueron clasificados en los del Anexo 1 (que se comprometían a rebajar emisiones) y los demás, que todavía no se comprometían pero que en los meses anteriores a París han presentado propuestas. En conjunto, las propuestas presentadas en París, que no son obligatorias, no significan una disminución, sino un aumento de las emisiones.
Este fracaso motiva a quienes propugnan el anexo 0 cuyos integrantes son los movimientos locales que consiguen que se dejen combustibles fósiles en el subsuelo. Por ejemplo, los alemanes del movimiento Ende Gelände que paran minas de lignito o los manifestantes que pararon con resistencia no violenta la construcción del oleoducto Keystone XL en Estados Unidos. O los lugareños que en Sompeta en Andhra Pradesh en la India consiguieron parar (a costa de algunos muertos propios) la extracción de carbón y la construcción de una enorme central termoeléctrica que destruiría su ecosistema y modo de vida local. O los indígenas guaraníes de Takovo Mora en Bolivia que rechazan la exploración petrolera en su territorio, y que en agosto del 2015 bloquearon la vía Santa Cruz-Camirí, lo que llevó a la intervención de un contingente policial cuyos excesos de violencia allanando viviendas y gasificando a la comunidad, fueron denunciados localmente. Hay cientos de casos parecidos hoy mismo en el mundo, incluidos bastantes contra elfracking del gas. Esos casos serían los del anexo 0.
Muy visibles en París (aunque alejados de los comunicados oficiales) estuvieron los quechuas de Sarayaku, en la Amazonia de Ecuador, que han conseguido mantener a raya a las empresas petroleras. Fueron integrantes de esa comunidad los que difundieron ya hace años la noción del Sumak Kawsay, el buen vivir. En 2002 la compañía argentina CGC (Compañía General de Combustibles), acompañada por el ejército ecuatoriano, entró ilegalmente en territorio de Sarayaku a producir explosiones en el proceso desísmica, para identificar dónde estaba el petróleo. La comunidad les expulsó. Finalmente el caso fue llevado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, creando un precedente histórico en la defensa de los derechos indígenas. (http://arturohortas.com/documentales/el-caso-sarayaku/). Su portavoz Patricia Gualinga declaró en París que los pueblos indígenas deben ser reconocidos como un actor de primer orden que ya ha mitigado el calentamiento global luchando contra la extracción de petróleo y minerales y con el mantenimiento de las selvas. Ellos son miembros destacados delanexo 0.

*ICTA-Universitat Autònoma de Barcelona

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/12/13/opinion/022a1eco#texto

________________________________________________________________




Publicado el Domingo, 13 Diciembre 2015 07:31

Comunicado de Prensa de la Via Campesina, de la Coordinadora Europea Campesina, y de la Confédération Paysanne

(Paris, el 12 de Diciembre de 2015) Luego de dos semanas durante las cuales los jefes de Estado tomaron el centro del escenario para tranquilizar sus conciencias, la COP21 ha presentado un acuerdo que muchos temían por adelantado no ofrecería nada bueno para los pueblos del mundo. Nada de su contenido es vinculante para los estados, las contribuciones nacionales nos llevan hacia un calentamiento global de más de 3°C, y las multinacionales son los principales beneficiarios. Fue esencialmente un circo mediático. Sin embargo, a la hora de firmar acuerdos de libre comercio, ahí sí los Estados saben cómo hacer compromisos vinculantes. Esos acuerdos amenazan el funcionamiento democrático de los países con sólo servir a los intereses de las multinacionales. Una vez más, es evidente que el dinero dicta la ley, incluso con prioridad sobre el futuro de la humanidad.
"A pesar de los múltiples intentos de silenciarnos estas últimas semanas, los movimientos sociales hoy han hecho oír su voz", dijo Antolín Huáscar, dirigente campesino de Perú. "El futuro del planeta está en manos de los pueblos," agregó.
Los campesinos de todo el mundo, de las organizaciones miembros de Vía Campesina, se reunieron para advertir a los demás de que el sector agrícola está siendo severamente afectado. Mientras que ellos son los guardianes de un clima cambiante, ellos subrayan que la agricultura industriallos amenaza de desaparición. Al mismo tiempo, la COP21 está abriendo más la puerta a la especulación financiera sobre la naturaleza, la industrialización de la agricultura, y la aceleración del acaparamiento derecursos.
"Nosotros, los campesinos del mundo, ahora volveremos a nuestros territorios y fincas aún más decididos a seguir nuestra lucha por la soberanía alimentaria por todos los pueblos del mundo", concluyó Huáscar.
La mascarada puede haber terminado, pero la lucha campesina sólo continuará ganando fuerza.

Contactos Prensa:
Elina Bouchet,  (frances) : 00 33 6 95 29 80 78 o ebouchet@confederationpaysanne.fr
Solenne Garin, contacto medios (ingles, español) : 00 33 6 10 04 83 69 o solenne.garin@viacampesina.org


++++
Amigos de la Tierra Internacional:
El acuerdo sobre clima de París es una farsa

París, Francia, 12 de diciembre de 2015. El acuerdo sobre clima que se alcanzará hoy es una farsa, según Amigos de la Tierra Internacional.


“Los países ricos se han alejado tanto de los objetivos iniciales que nos han dejado un acuerdo que es una farsa. Mediante compromisos fragmentarios y tácticas de intimidación, los países ricos han promovido un acuerdo extremadamente negativo”, afirmó Sara Shaw, coordinadora del programa Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional.

Un análisis político detallado del Acuerdo de París estará disponible en: http://www.foei.org/what-we-do/paris

“A pesar de la publicidad positiva, el acuerdo de París no logra colmar las expectativas. Los políticos afirman que es un acuerdo justo y ambicioso, pero es exactamente lo opuesto. Se está engañando a la gente”, afirmó Dipti Bhatnagar, coordinadora del programa Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional.

“Las comunidades afectadas y las más vulnerables merecen algo mejor que este acuerdo insuficiente; son las que sufren los peores impactos de que los políticos no adopten medidas lo suficientemente drásticas”, añadió.

Los países ricos deben reducir rápidamente sus emisiones y proporcionar financiación y ayuda a los países en desarrollo para ayudarlos a adaptarse a los impactos del cambio climático, según Amigos de la Tierra Internacional. Sin embargo, no están reduciendo sus emisiones de carbono y la financiación que han ofrecido es totalmente insuficiente.

En París, los países ricos han desmantelado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para que se adapte a sus propias necesidades. La Convención sobre Cambio Climático establece que los países ricos que son los más responsables de la crisis climática deben contribuir de manera equitativa para combatirlo.

Según Amigos de la Tierra Internacional las negociaciones de París tienen tres problemas fundamentales:

-       El acuerdo de París establece 2°C como el límite de aumento de la temperatura del planeta y que los países deberían esforzarse por limitar el aumento de la temperatura a 1,5°C. Esto es insignificante si no se exige al mismo tiempo que los países ricos reduzcan drásticamente sus emisiones de conformidad con el principio de distribución equitativa. Además, coloca una carga adicional a los países en desarrollo. A fin de evitar un cambio climático descontrolado debemos reducir las emisiones de manera drástica y urgente, en lugar de postergarlo.
-       Sin compensación por el daño irreparable, los países más vulnerables pagarán los platos rotos de una crisis que no provocaron.
-       Si no tienen financiación suficiente, los países pobres tendrán que pagar por un problema que no provocaron. Los fondos existen, falta la voluntad política.
Jagoda Munic, presidenta de Amigos de la Tierra Internacional declaró:
“En lugar de actuar con ambición y urgencia, nuestros gobiernos están actuando a favor de los intereses de los lobbies poderosos y de las empresas, pero la gente está retomando el poder. No se hará historia en el centro de conferencias, sino en las calles de París y en todo el mundo. El movimiento por la justicia climática es imparable y seguirá creciendo en 2016 y después. Unos cuantos políticos no lograrán detener la revolución energética”.

Hoy (sábado, 12 de diciembre) más de 2.000 activistas de Amigos de la Tierra Internacional se sumaron a otros miles en una manifestación pacífica en París para enviar al mundo un mensaje de justicia climática y paz en toda la ciudad. [1]

Amigos de la Tierra Internacional es una de las organizaciones de la sociedad civil que ha utilizado la plataforma El Clima bajo la lupa de los pueblos 2015 para evaluar el acuerdo sobre clima de París.

Las demandas abarcan pilares fundamentales de lo que constituiría un acuerdo justo: el compromiso de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados celsius y dividir el presupuesto de carbono mediante la aplicación del principio de distribución equitativa; financiación y ayuda de conformidad con la deuda climática de los países ricos; un cambio de sistema justo; y justicia para las comunidades, incluida la compensación por el cambio climático irreparable. [2]

PARA MÁS INFORMACIÓN
Sara Shaw, coordinadora de Justica Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional: + 33 6 71 71 38 31(hasta el 12 de diciembre) o + 44 79 74 00 82 70 o correo electrónico: sara.shaw@foe.co.uk
Lucy Cadena, coordinadora de Justica Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional:+44 7580 270129o +33 6 07103962 (hasta el 12 de diciembre) o correo electrónico: lucy.cadena@foe.co.uk
Dipti Bhatnagar, coordinadora de Justica Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional: +33 6 07 10 17 28 (hasta el 14 de diciembre) o correo electrónico: dipti@foei.org
Asad Rehman, portavoz de Amigos de la Tierra Internacional en la cumbre de París, + 33 753 92 59 04 (hasta el 13 de diciembre), o correo electrónico: asad.rehman@foe.co.uk
Jagoda Munic, presidenta de Amigos de la Tierra Internacional, Tel: +33 (0) 6 07 104 213, correo electrónico: jagoda@zelena-akcija.hr
Línea de prensa de Amigos de la Tierra Internacional: Tel: +31 (0) 6 51 00 56 30 o +33 (0) 6 07 104 509, correo electrónico: media@foei.org
NOTAS:
[1] Miles de personas escribieron “Paz y Justicia Climática” en las calles de París utilizando un programa de geolocalización registrado en Internet aquí: http://www.climatejusticepeace.org/
Tras la manifestación de Amigos de la Tierra Internacional hay una serie de manifestaciones pacíficas planificadas por una amplia coalición de organizaciones como la coalición francesa Climat 21.
Las manifestaciones incluyen la reunión “Estado de Emergencia Climático” en la Torre Eiffel, coorganizada por Amigos de la Tierra Francia, Alternatiba y grupos aliados, y una acción denominada “Red-Lines” organizada por 350.org, ATTAC y otras organizaciones.
[2] Puede visitar el sitio web de El Clima bajo la lupa de los pueblos en el siguiente enalce: http://peoplestestonclimate.org/es


+++
Fundación Rosa Luxemburgo

Domingo, 13 de diciembre 2015

Inhumano, engañoso y esquizofrénico

La Cumbre climática de la ONU en París llegó, efectivamente, a un acuerdo. Pero a la luz de lo que hay que hacer con el fin de evitar un caos climático incontrolable, es demasiado débil.

Dentro de la lógica tortuosa de la diplomacia climática de la ONU, el acuerdo puede parecer como un gran paso adelante. Pero a la luz de los millones de personas que ya son víctimas del cambio climático, sería cínico usar eso como vara para juzgar el resultado de las negociaciones en París. Si utilizamos un criterio como las reducciones de emisiones drásticas que en realidad sería necesario, el acuerdo es en realidad inhumano, engañoso y esquizofrénico.

Es inhumano, ya que simplemente acepta el hecho de que los medios de vida de millones y millones de personas serán destruidos con el fin de mayores ganancias y de mantener el nivel de vida de los ricos. El hecho de que el grado límite de 1,5 aparece en el texto es a lo sumo una victoria hueca, dado que el tratado ni una sola vez menciona el hecho de que con el fin de lograr este objetivo, el 90 por ciento de los combustibles fósiles del mundo tendrían que permanecer en el suelo, y que las emisiones globales tendrían que reducirse hasta en un 95 por ciento en 2050. ¿Cómo es que el acuerdo pretende garantizar este resultado, si la palabra "descarbonización" ni siquiera llegó al texto?

El acuerdo también es inhumano porque otorga nada más que caridad hacia el Sur global, en lugar de consagrar el derecho a ser indemnizados por los suelos degradados, las islas hundiéndose o los glaciares y acuíferos desapareciendo.

El acuerdo es engañoso, ya que pretende que el cambio climático puede ser detenido con cláusulas suaves y no vinculantes en un acuerdo climático, mientras que los gobiernos que lo firmaron continuan empujando rígidos acuerdos comerciales, jurídicamente vinculantes, que profundizan e intensifican el modo destructivo de producción y consumo del Norte, y contribuyen al debilitamiento de la legislación ambiental y climática nacional.

Y el acuerdo, por último, es esquizofrénico, ya que pretende proteger el clima, mientras que el texto, de hecho, hace todo para proteger las ganancias corporativas. La única respuesta posible a esto es la siguiente: los movimientos sociales tendrán que impulsar los cambios necesarios desde abajo.



+++
Una nota de la última Asamblea de Justicia Climática, en París, 12/12/15

Aunque los grandes nombres / grandes contaminadores habían marchado de la sala para ir a felicitarse a sí mismos en hoteles de 5 estrellas, los grupos de la sociedad civil se quedaron para dar sus discursos después de la adopción del acuerdo de París. He aquí lo que dijo Aneesa:

La autocomplacencia en esta sala es palpable. Hemos escuchado que este momento es "un punto de inflexión para la humanidad y un mensaje de la luz." Son palabras bonitas, con la sola intención de proporcionarnos un escape de la realidad.

La negación en esta sala es palpable. Nadie quiere oír la verdad incómoda, que ya no es el cambio climático en sí, sino más bien el hecho de que la Gran Evasión del mundo desarrollado se produce a expensas de vidas reales, cuerpos reales, en el Sur.

La falta de ambición en esta sala es palpable.
Ustedes no "lograron" nada. Lo único que lograron fue silenciar las voces que se interponían en su camino, permitiendo al poder seguir su curso. Lograron "business as usual".

Estamos en camino de tres grados de calentamiento, con mera palabrería respecto a una distribución justa (de responsabilidades/acciones), sin nueva o adicional financiamiento y una cláusula de exclusión paralizante en el mecanismo de pérdida y daños. Han fallado la prueba de los Pueblos sobre el clima.

Pero queridos delegados y dirigentes políticos:

La indignación en esta sala también es palpable. Aunque el Acuerdo es débil, el movimiento de justicia climática es fuerte. Hoy, el movimiento por la justicia climática llegó a mayoría de edad. Ahora sabemos que nuestra dirigencia política no entregará lo que se necesita, no importa cuántas vidas están en juego. De aquí en más avanzamos unidos.

Vamos a entregar una revolución energética que sirve a las personas y no a las corporaciones. Vamos a construir la justicia que el Acuerdo de París no entregó. Somos semillas, y como ustedes nos han enterrado hoy, así vamos a crecer para recuperar nuestro poder.
Recibido por la lista de Justicia climática en Paris:

Aunque los grandes nombres / grandes contaminadores habían marchado de la sala para ir a felicitarse a sí mismos en hoteles de 5 estrellas, los grupos de la sociedad civil se quedaron para dar sus discursos después de la adopción del acuerdo de París. He aquí lo que dijo Aneesa:

La autocomplacencia en esta sala es palpable. Hemos escuchado que este momento es "un punto de inflexión para la humanidad y un mensaje de la luz." Son palabras bonitas, con la sola intención de proporcionarnos un escape de la realidad.

La negación en esta sala es palpable. Nadie quiere oír la verdad incómoda, que ya no es el cambio climático en sí, sino más bien el hecho de que la Gran Evasión del mundo desarrollado se produce a expensas de vidas reales, cuerpos reales, en el Sur.

La falta de ambición en esta sala es palpable.
Ustedes no "lograron" nada. Lo único que lograron fue silenciar las voces que se interponían en su camino, permitiendo al poder seguir su curso. Lograron "business as usual".

Estamos en camino de tres grados de calentamiento, con mera palabrería respecto a una distribución justa (de responsabilidades/acciones), sin nueva o adicional financiamiento y una cláusula de exclusión paralizante en el mecanismo de pérdida y daños. Han fallado la prueba de los Pueblos sobre el clima.

Pero queridos delegados y dirigentes políticos:

La indignación en esta sala también es palpable. Aunque el Acuerdo es débil, el movimiento de justicia climática es fuerte. Hoy, el movimiento por la justicia climática llegó a mayoría de edad. Ahora sabemos que nuestra dirigencia política no entregará lo que se necesita, no importa cuántas vidas están en juego. De aquí en más avanzamos unidos.


Vamos a entregar una revolución energética que sirve a las personas y no a las corporaciones. Vamos a construir la justicia que el Acuerdo de París no entregó. Somos semillas, y como ustedes nos han enterrado hoy, así vamos a crecer para recuperar nuestro poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario