Resumen Ejecutivo
El debate actual legislativo sobre una eventual ley de hidrocarburos no-convencionales se enfoca principalmente en cuestiones de repartición económica de ganancias y las condiciones de inversión para la explotación de gas y petróleo de esquisto (
shale), como las existentes en Vaca Muerta en la Patagonia, pero deja afuera importantes consideraciones sociales
y ambientales que conlleva la explotación del recurso. Un
abordaje legislativo del tema
no puede dejar afuera el debate sobre los impactos ambientales y sociales del fracking.
Lamentablemente es común que en el afán por realizar inversiones económicas destinadas supuestamente al bien público y para el desarrollo social, no se consideren serias dimensiones ambientales y sociales de la actividad promovida. Esta falta de consideración, con el tiempo, puede generar grandes pasivos ambientales y sociales cuyos costos reducen o eliminan por completo todos los beneficios económicos esperados.
El actual debate al nivel nacional y también al nivel provincial sobre
cómo debemos explotar a Vaca Muerta en Neuquén, y otras reservas de hidrocarburos no-convencionales en el país se enfoca prácticamente en su totalidad sobre cuestiones económicas,
condiciones de inversión, repartición de ganancias y como debe
ser la participación provincial en la inversión.
La vasta experiencia muy real con el FRACKING en los Estados Unidos indica que es fundamental introducir regulaciones y leyes concretas para controlar la actividad, para medir y monitorear su impacto, y en algunos casos,
también es necesario limitar o
prohibir
la actividad porque así lo merita la sensibilidad social o
ambiental del lugar donde se pretende realizar. Varios países se están dando cuenta de estos riesgos, y están introduciendo leyes para evitar daños producidos por la fracturación hidráulica. Esto no es
alarmismo, es realismo porque a pesar de lo que nos dice la
industria petrolera, la fracturación hidráulica para extraer
hidrocarburos no-convencionales es una actividad
altamente
peligrosa. Está en manos de las legislaturas sentar las bases
necesarias para lograr un marco energético racional y
sustentable para la actividad petrolera.
En este documento alertamos sobre
10 dimensiones del fracking
que hoy
no están contempladas en los debates de la ley de
hidrocarburos no-convencionales o que meritan mayor atención,
tanto en las leyes que se promueven desde el gobierno nacional
como en el ámbito provincial. Esperamos que este trabajo ayude a
introducir estos y otros temas en el debate, y que logremos un
marco legal útil y apropiado para este tipo de actividad.
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