REITERADO PEDIDO A LAS UFIMAS
Hace pocos días en un programa de televisión
nacional que conduce el periodista Graña (con panelistas PROFESIONALES
destacados), volvió a emerger el tema de verduras y frutas
envenenadas con agrotóxicos que consumimos a diario.
Digo “volvió a emerger”, porque es un viejo
tema que tiene que ver con la normalización del uso clandestino de venenos del
agro en la producción de alimentos que involucra, no solo la conducta
inescrupulosa de los productores, sino la de estructuras superiores.
Lo nuevo del reportaje es que no se utilizaron
eufemismos. Se individualizó a los herbicidas, fungicidas e insecticidas por su
verdadero nombre: “venenos, pesticidas, agrotóxicos”. Como lo hace el Papa
Francisco en su Encíclica Ladato, Sí.
También llamó mi atención que no se utilizaran
muletillas corporativas, como “probables”, “posibles” o “sospechosos”. Tanto la
descripción de estos tóxicos, su irresponsable aplicación (por defecto) y las
consecuencias sobre el consumidor le dieron al espacio televisivo verdadera
dimensión de desastre alimentario.
Tan contundente fueron las afirmaciones de los
expertos que, en simultáneo, los dos icónicos periodistas manifestaran su
voluntad de someterse a análisis de sangre para determinar, en sí mismo, grado
de intoxicación y verdadero alcance de la tragedia.
Pero lo que dejó consternados y sin aliento,
no solo a los responsables del programa sino a la audiencia en general, fue que
los expertos pusieran como ejemplo “dos zanahorias”.
-Pero, si crecen bajo tierra: ¿Cómo llega a
ellas el veneno? –preguntaron al unísono.
La respuesta fue contundente:
¡Porque la tierra ya está envenenada tras
décadas de ser rociada con estos tóxicos!
Entonces: ¿el agua de las inundaciones está
saturada de….?
No puede verse, pero la desaparición por
exterminio químico de lombrices y demás seres que interactúan soterrados,
lo prueba. Por eso la utilización cada vez mayor de fertilizantes como fósforo
y nitrógeno. Por eso la degradación y progresiva desertificación de los suelos
agrícolas. Por eso las inundaciones. Por eso el llorisqueo repugnante de los
sojero inundados.
Dada la inusitada gravedad de lo denunciado en
el programa resulta inaceptable que ningún Organismo Nacional de la Producción
o U.F.I.M.A (UNIDAD FISCAL DE INVESTIGACIÓN SOBRE DELITOS AMBIENTALES) fuese notificado
y compelido a actuar, ni hay evidencia que “actuaran” de Oficio.
Entonces yo los invito, no solo a que reclamen
el tape del programa en cuestión, se instruyan y “actúen”, sino a que ellos
mismos se practiquen los análisis toxicológicos en sangre.
Cuando encuentren veneno en sus tripas, y la
de su esposa e hijos: ¿actuarán sobre la Comercialización integral de alimentos
fuertemente contaminados?; ¿aplicarán el Derecho Ambiental en toda su
extensión: Recurso Precautorio, seguido por el Recurso de Inmediatez que
conlleva la Inversión de la Carga de la Prueba e inmediato cese del daño en
todo el territorio nacional?.
No les pido probidad e idoneidad porque ya he perdido la inocencia. Les
pido compasión con una generación envenenada sin remedio por la codicia y
falta intencional de control que les compete.
Lo hago con sumo respeto pero sin olvidar que, por su calidad de
SERVIDORES PÚBLICOS y ante tanta flagrante omisión, la Justicia reclamará razón
de sus actos porque “pueden pero no quieren”. Algún día será nuestro turno...
Precisamente por eso no quiero que olviden “mi importancia” y la de todo
argentino defraudado.
Atentamente.
ooooooooooooooooo0000000000oooooooooooooooooooo
POR QUÉ NO EMPEZAR POR LOS FUNCIONARIOS?
· Intendente
Municipal,
· Funcionarios
de Salud,
· Funcionarios
de Ambiente,
·
Funcionarios de la Producción,
·
Presidente del HCD.
Posteriormente se harán contramuestras de
seguridad en el Laboratorio de Investigaciones Médicas, Hospital Universitario San Cecilio, Universidad de Granada, España.
¿POR QUÉ?
Varios miembros de BIOS-(WWW.bios.org.ar)
residentes en “la ciudad” de Mar del Plata, hemos analizado nuestra sangre y
hemos hallado en ella, al menos, tres organoclorados:
· Endosulfán
· DDD (diclorodifenildicloroetano)
· Endrín
Y un piretroide:
· Deltametrina
Estos organoclorados y piretroides no debieran estar en nuestra sangre. Algo
está fallando en el sistema agroproductivo.
Alerta
a los vecinos de pueblos fumigados: ¿llegarán primero ellos al
límite por su alto grado de exposición, ya que nosotros que no vivimos en zona
rural tenemos sustancias peligrosas circulando por nuestros organismos?
Comencemos por descubrirlo en nuestro propio organismo.
PRIMER ESTUDIO DE ESTAS CARACTERÍSTICAS QUE SE REALIZA EN ARGENTINA
En el año 2004 WWF convocó a los Ministros de Salud y Ambiente
de los países de la Comunidad Europea al Proyecto “Detox” con el objetivo de
reclamar una legislación más estricta sobre los tóxicos en el ambiente. Se
invitó a los funcionarios a sacarse sangre para analizar qué sustancias tóxicas
portaban en sus cuerpos.
Se hallaron 55 contaminantes
promedio en la sangre de los 14 ministros de Medio Ambiente y Salud de la Unión
Europea.
Se devela así cómo se acumulan en el organismo sustancias químicas
potencialmente peligrosas, básicamente agrotóxicos, en la certeza de que,
algún día, el organismo verá colmada su capacidad de resistencia y dirá basta!
BIOS entregará este lunes una carta en cada despacho, invitándoles a ser
visitados para la extracción en la primera semana de agosto por un
Bioquímico, de modo gratuito y en sus respectivos lugares de trabajo (para
mayor comodidad) al:
1.
Sr
Intendente Municipal Gustavo Pulti
2.
Sr
Secretario de Salud Alejandro Ferro
3.
Sr
Presidente del HCD Ariel Ciano
4.
Sra
Directora de Medio Ambiente Claudia Baltar
5.
Sr
Secretario de la Producción Mariano Pérez Rojas
Victor Krieger Fabbroni
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