Tenemos energía renovable para
alimentar al mundo, ¿qué nos detiene?
AlterNet
Traducido para Rebelión por
Germán Leyens
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El
lado positivo es que no nos está atacando un enemigo desconocido: Nuestra
inclemente quema de combustibles fósiles es lo principal que nos empuja hacia
el abismo. Por lo tanto tendría sentido que fuera obvia una solución que nos
saque de este lío.
Por
eso es tan estupendo que haya gente como Mark Z. Jacobson [5], profesor de
ingeniería civil y medioambiental en la Universidad Stanford. Mientras una cosa
es decir que queremos dejar de quemar combustibles fósiles, Jacobson (y un
equipo de investigadores) nos dicen cómo hacerlo.
Jacobson
participó recientemente en el “David Letterman Show,” donde proclamó que
tenemos suficiente energía eólica y solar para alimentar el mundo.
¿Tiene
razón? ¿Pueden realmente reemplazar las energías renovables a los combustibles
fósiles? Si fuera así, ¿estamos dispuestos a hacer lo necesario para llegar a
ese fin? Consideremos su trabajo y algunas nuevas tendencias.
Un
mundo renovable
En
2009 Jacobson y Mark A. Delucchi [6], un científico investigador en la
Universidad de California, Instituto Davis de Estudios del Transporte,
publicaron un artículo de fondo [7] en Scientific American describiendo
un plan para alimentar 100% de la energía del mundo (para todos los fines)
utilizando tecnologías eólicas, marinas y solares (EMS). Su lista de
tecnologías aceptables incluye diferentes tipos de energía solar, turbinas de
viento en tierra y offshore, geotérmicas, mareomotrices e hidráulicas. Sin
plantas nucleares, sin gas natural, sin etanol – solo las energías
verdaderamente renovables.
“Nuestro
plan incluye millones de turbinas de viento, máquinas de agua e instalaciones
solares”, escribieron. “Las cifras son grandes, pero la escala no es un obstáculo
insuperable; la sociedad ha logrado antes masivas transformaciones”, incluyendo
nuestro masivo sistema de autopistas y nuestro crecimiento industrial durante
la Segunda Guerra Mundial.
Su
plan, que suministraría energía para todo –transporte, calentamiento/enfriamiento,
electricidad, e industria– tendría un 51% de energía proveniente del viento,
específicamente 3,8 millones de turbinas de viento de 5 megavatios. ¿Suena
mucho? “Es interesante señalar que el mundo produce 73 millones de coches y camionetas
cada año”, escriben. También, el tamaño ocupado por éstas sería inferior al
tamaño de Manhattan, y por supuesto no estarían todas acumuladas en la misma
área.
La
siguiente gran fuente de energía es solar –un 40% proveniente de una
combinación de 89.000 fotovoltaicos (como el tipo que se coloca sobre el techo
de una casa o empresa) y plantas solares concentradas, que usualmente utilizan
espejos para concentrar la luz, convertirla en calor, y crear electricidad
mediante turbinas de vapor. Agreguemos 900 instalaciones hidroeléctricas, 70%
de las cuales ya poseemos, y cerca de 4% de energía geotérmica y mareomotriz,
¡y el globo será alimentado por energía renovable!
Ese
es el plan, en todo caso. Si parece demasiado grande para comprenderlo, miremos
al ámbito de un Estado. Jacobson ha trabajado con equipos investigativos para
desarrollar planes para Nueva York y California, y espera elaborar uno para
cada Estado del país.
El
plan para California [8] apunta a “toda nueva energía alimentada por EMS hasta
2020, 80-85% de la energía existente reemplazada hasta 2030 y 100% reemplazada
hasta 2050”.
Establecieron
que “la electrificación, más modestas medidas de eficiencia, reducirían la
demanda de uso final de energía de California un 44% y estabilizarían los precios
de energía ya que los costes de combustible de EMS son cero”. Es un resultado
común de investigadores que se especializan en electrificar sistemas de energía
con renovables – obtenemos sistemas mucho más eficientes, de modo que
necesitamos menos energía.
Un
posible escenario que presentaron para California sería como este:
25%
de viento en tierra (22.900 turbinas de viento de 5 MW
10
% de viento offshore (7.233 turbinas de viento de 5 MW)
15%
de plantas solares concentradas (1.080 plantas de 100 MW)
15%
de plantas solares fotovoltaicas (1.820 plantas de 50 MW)
10%
de sistemas solares fotovoltaicos residenciales (16,2 millones de sistemas de 5
Kw)
15%
de sistemas fotovoltaicos comerciales/gubernamentales sobre los techos (1,15
millones de sistemas de 100 Kw)
5%
de plantas geotérmicas (81 plantas de 100-MW)
4%
de plantas de energía hidroeléctrica (11 plantas de 1.300 MW, de las cuales ya
tenemos un 90%)
0,5%
de corrientes marinas (4.360 instalaciones de 0,75 MW)
0,5%
de plantas mareomotrices (2.960 turbinas de 1 MW)
Su
investigación establecería que esto crearía 856.000 puestos de trabajo en la
construcción durante 20 años y 137.000 puestos de trabajo permanentes. Otros
beneficios incluyen la protección del suministro de agua contra derrames
peligrosos, la limpieza de la contaminación del aire (incluyendo la prevención
de miles de muertes prematuras por año), y la reducción de las emisiones de
gases invernadero.
Cuando
se trata de Nueva York, la mayor diferencia con California es un poco menos de
energía solar concentrada y mucho más viento offshore. Su plan para Nueva York
es el siguiente [9]:
10%
de viento en tierra (4020 turbinas de 5 MW)
40%
de viento offshore (12.700 turbinas de 5 MW)
10%
energía solar concentrada (387 plantas de 100 MW)
10%
de plantas solares fotovoltaicas (828 plantas de 50 MW)
6%
de instalaciones FV residenciales en los techos (5 millones de sistemas de 5
Kw)
12%
de instalaciones FV comerciales/gubernamentales (500.000 sistemas de 100-kW)
5%
de instalaciones geotérmicas (36 plantas de 100 MW)
0,5%
de plantas de corrientes marinas (1.910 artefactos de 0,75 MW)
1
% mareomotriz (2.600 turbinas de 1 MW)
5,5%
hidroeléctrica (6,6 plantas de 1.300 MW, de las cuales existe un 89%)
Ahora
que tenemos las cifras, tenemos que preguntar: ¿es esto realmente factible?
Obstáculos
insuperables
Mark
Jacobson y compañía piensan que su trabajo es técnicamente factible, aunque no
sin enfrentar desafíos significativos (más sobre el tema a continuación). Eso
no incluye los obstáculos sociales y políticos que son bastante grandes. Ahora
mismo, parece un salto imposible. Pero eso no descarta la importancia de la
visión de Jacobson. Es posible que no logremos su objetivo, pero nos ha
mostrado la dirección correcta.
Lo
mismo ha hecho Vasilis Fthenakis [10], científico investigador sénior y
profesor adjunto en la Universidad Columbia, quien desarrolló un plan que
emplea energía solar para proveer un 69% de la electricidad del país y un 35%
de todas nuestras necesidades de energía hasta 2050, mientras que un 90% de
toda la energía en EE.UU. sería solar hasta fines del siglo.
“En
contraste con el plan de Jacobson, Fthenakis y sus colegas se concentran en la
construcción de plantas de energía solar fotovoltaicas y termoeléctricas en las
partes más asoleadas de EE.UU. –sobre todo el Sudoeste– y en el uso de
transmisión de corriente directa de alto voltaje para conectar esas fuentes de
energía con el resto del país” explica
[11]
Lakis Polycarpou [12] para el Instituto de la Tierra de la Universidad de
Columbia.
Jacobson
se apoya más en el viento, mientras Fthenakis prefiere la energía solar. Pero
ambos necesitarán materias primas para construir, y eso podría ser
problemático. Todas esas turbinas eólicas y paneles solares usan materiales que
tendrán que ser extraídos en el patio trasero de alguien. Podríamos estar
transfiriendo nuestra dependencia del petróleo de Medio Oriente por metales de
tierras raras de China, litio de Bolivia, o cobre del Congo.
“La
humanidad enfrenta un círculo vicioso: un cambio a la energía renovable
reemplazará una fuente no renovable (combustibles fósiles) por otra (metales y
minerales), escribieron [13] los investigadores Olivier Vida, Bruno Goffe, y
Nicholas Arndt en Nature GeoScience.
“La
futura escasez potencial no se limita a los escasos metales de alta tecnología
que han recibido mucha atención. La demanda de metales básicos como hierro,
cobre y aluminio, así como de minerales industriales, también aumentará
vertiginosamente.”
Esto
no significa, escriben, que la busca de energías renovables debe ser
abandonada; simplemente que necesitamos una estrategia exhaustiva en nuestro
camino adelante.
Una
cosa buena en una inversión en infraestructura renovable es que aunque puede
necesitará muchos años (y muchos materiales) para ser construida, también
durará décadas. No tenemos que suministrar acero a una turbina de viento que ya
existe y funciona, a diferencia de las bestias hambrientas de combustibles
fósiles, que devoran interminablemente carbón, petróleo y gas.
Suponiendo
que pasemos el primer obstáculo de materiales, ¿cuáles son algunos de los otros
desafíos que enfrentan las energías renovables? El más mencionado es la
intermitencia – el sol no brilla o el viento no sopla cuando se necesita más
energía. ¿Qué pasa entonces?
“Mediante
la combinación de la eólica y la solar y el uso de la hidroeléctrica para
colmar las brechas”, puede lograrse, dijo Jacobson a AlterNet.
“Establecimos que en el caso de California se puede lograr de un modo bastante
fácil, la energía eólica y solar son muy complementarias: si el viento no sopla
durante el día, el sol brilla a menudo, y viceversa. Si hay bastante energía
hidroeléctrica en la red, como es el caso en la Costa Oeste, se puede colmar
las brechas. También se puede utilizar energía solar concentrada.”
Y
luego existe el problema de la ubicación; qué pasa si el viento sopla y el sol
brilla más en sitios en los que se necesita menos energía. “La transmisión no
es una barrera técnica en absoluto”, dijo Jacobson. “Tal vez hay que modificar
algunas zonas, en general a la gente no le gusta agregar líneas de transmisión.
Pero se pueden aprovechar muchas líneas existentes, aumentar su capacidad, eso
reduciría el problema de tener que instalar nuevas líneas.”
Esto
ya se está realizando en parte. Un proyecto que instala 5.800 kilómetros de
nuevas líneas de transmisión [14] está casi terminado en Texas que conectaría
la ventosa región occidental del Estado con centros de mucha población en el
resto del Estado. Sustainable Business informó [15] que
aumentaría en un 50% la capacidad de energía eólica del Estado.
Otro
proyecto [16] cuya construcción se propone para el próximo año podría enviar
energía del ventoso Wyoming, a 1.200 kilómetros de distancia a Las Vegas, Nevada.
Para
obtener la máxima eficiencia del proceso de transmisión, se puede utilizar HDVC
[17], corriente eléctrica de alto voltaje, una parte importante de los planes
solares de
Fthenakis.
A diferencia de la corriente alterna que usamos actualmente, HDVC transmite
electricidad con menos pérdida a largas distancias.
El
otro masivo problema es el coste. Si se consideran históricamente todos los
combustibles fósiles, suben y suben permanentemente de precio”, dijo Jacobson.
“Mientras los costes de la energía eólica y solar bajan, en la mayor parte. Por
ejemplo, en los últimos cuatro años, los costes de instalar la energía eólica
han bajado un 50%. Los precios de la energía solar bajaron solo entre 6 y 14%;
han estado bajando gradualmente.”
Los
combustibles fósiles, sin embargo, pueden seguir aumentando. Estamos perforando
a miles de metros de profundidad. Estamos perforando kilómetros verticalmente y
luego horizontalmente en busca de gas y petróleo. Si se considera la tecnología
que es utilizada actualmente para fracturación horizontal de gran volumen para
gas de esquisto y petróleo de esquisto, es un asunto bastante complicado. Ya no
estamos introduciendo una paja en el suelo. Mientras más difícil es conseguir
este asunto, más energía utilizamos para lograrlo. No solo es más costoso;
también estamos usando más energía para la extracción que en décadas pasadas.
Y
luego tenemos el punto obvio que parece que no estamos dispuestos a encarar. La
quema de combustibles fósiles es lo que está impulsando el cambio climático –
pero damos a la industria un pase libre respecto a los efectos colaterales. Un
artículo en Nature fija el precio de solo los impactos de la
liberación de metano del derretimiento del Ártico en 60 billones [millones de
millones] de dólares [18]. Es solo la punta del iceberg. Desastres naturales en
EE.UU. solo en el año pasado costaron un total de 110.000 millones de dólares
[19]. Si la frecuencia y la severidad extremas del clima siguen aumentando como
se ha predicho, esa cantidad podría subir considerablemente.
Buenas
noticias para las energías renovables
A
pesar de planes específicos presentados por investigadores, hay motivos para
ser optimistas respecto al futuro de las energías renovables.
En
agosto el Departamento de Energía anunció [20] que en 2012, el viento fue la
principal fuente de nueva electricidad en el país y fue el doble de la cantidad
de energía eólica del año anterior. “La capacidad cumulativa instalada de
energía eólica se multiplicó por más de 22 desde 2000”, declaró el
departamento. Y no es solo energía, es también puestos de trabajo – casi tres
cuartos de todo el equipamiento de turbinas en el país fueron producidos en el
interior.
Esto
no es todo. “El precio de viento bajo contratos de compra de energía a largo
plazo firmados en 2011 y 2012, promedió 4 centavos por kilowatt hora – haciendo
que el viento sea competitivo con una serie de precios de electricidad al por
mayor vistos en 2012,” informa el Departamento de Energía [20].
El
potencial para energía eólica offshore en EE.UU. es inmenso, pero aún no se ha
convertido en realidad. Eso podría cambiar pronto ya que ahora hay 11 proyectos
[21] en etapas avanzadas – uno en los Grandes Lagos, dos frente a la costa del
Golfo de Texas, y el resto en el Atlántico desde el norte de Virginia hasta
Massachusetts.
Desafortunadamente,
los inmensos progresos de la energía eólica podrían ser desalentados el próximo
año si se permite que expire [22] a fines de diciembre el crédito impositivo a
la producción que ayuda al desarrollo de la energía eólica. De la misma manera,
la industria solar enfrenta el fin de un crédito impositivo federal a fines de
2016, que podría limitar el inmenso crecimiento en esa área. Ahora mismo, la
energía solar es un éxito. La Asociación de la Industria de Energías Solares informa
[23] que un nuevo sistema solar es instalado en EE.UU. cada cuatro minutos y el
precio de un sistema fotovoltaico ha bajado un 50% desde 2010. Aunque la
cantidad de energía proveniente del sol utilizada por plantas eléctricas es de
solo 1%, es algo que probablemente cambiará cuando plantas de mayor tamaño
comiencen a producir en los próximos años.
La
mayoría de la gente en la industria de renovables considera que esos créditos
impositivos ayudan a establecer condiciones de igualdad con los combustibles
fósiles que, a pesar de ser una de las industrias más rentables del mundo,
siguen recibiendo enormes subsidios. Un informe [24] publicado este año por el
Fondo Monetario Internacional señala que los subsidios antes de impuestos para
la industria de combustibles fósiles llegaron a 480.000 millones de dólares en
2011 (los subsidios después de impuestos son de casi 2 billones de dólares).
Una
evaluación optimista del futuro de la energía solar por Deutsche Bank [25]
predice que globalmente el mercado solar será totalmente sustentable, y no
necesitará subsidios, en solo dos años. País por país, las cosas serán
obviamente diferentes.
El
mayor obstáculo
Jacobson
dijo recientemente en “David Letterman Show [26],” “No hay limitaciones
tecnológicas o económicas para solucionar estos problemas; es primordialmente
un problema social y político”.
No
son pequeños problemas. Tenemos un Congreso que ni siquiera se puede poner de
acuerdo sobre cómo atar los cordones de sus zapatos, ni hablar de solucionar la
mayor amenaza que enfrenta la humanidad. Los conservadores han librado una
guerra contra las energías renovables [27], tratando de aumentar los
requerimientos estatales para energías renovables, pero su éxito ha sido
limitado. A medida que más Estados conservadores como Texas se benefician de la
energía eólica, podría ser una estrategia perdedora para ellos (como lo fue
para el archi-negador del cambio climático Ken Cuccinelli quien acaba de perder
la contienda para ser el próximo gobernador de Virginia).
El Washington
Post publicó los resultados de un nuevo sondeo Pew [28] que estableció
que solo partidarios del Tea Party se siguen aferrando a puntos de vista
anti-científicos sobre el cambio climático; un 25% de los republicanos del Tea
Party creen en el cambio climático, en comparación con un 61% de republicanos
que no son del Tea Party y un 84% de los demócratas.
A
pesar de un sector conservador marginal [pero ruidoso], nos dirigimos
lentamente en la dirección correcta. El tiempo es esencial. ¿Puede ser
suficientemente rápido el cambio?
“Pienso
que algunos sectores se desarrollarán naturalmente muy rápido, tal como los
coches eléctricos porque son tan eficientes”, dijo Jacobson. “En otros
sectores, si no presionamos más rápido, van a cambiar solo de un modo realmente
modesto o no suficientemente rápido. Soy bastante optimista de que una vez que
la gente comprenda lo que sucede con los problemas relacionados con el clima,
la contaminación, la seguridad energética, y una vez que comprenda que existen
soluciones técnicas y una solución económica, se unirá alrededor de esas
soluciones”.
Todos
los señalamientos acusatorios no se pueden dirigir solo a nuestros funcionarios
elegidos – tiene que haber un amplio apoyo público. Los proyectos renovables
todavía deberían ser sometidos a un estudio ecológico, pero exceptuando eso, ya
no es aceptable decir que las turbinas de viento o los paneles solares son
demasiado feos, especialmente que lo diga gente que obtiene electricidad de
carbón, petróleo y gas pero no comparte ninguna parte del peso de su extracción
o combustión.
Cuando
hablamos de alimentar nuestro futuro con energía renovable tenemos que
comprender que todavía estamos hablando de impactos – pero tenemos que
sopesarlos con los impactos de seguir alimentando nuestro mundo con los métodos
aún más extremos de extracción de combustibles fósiles.
No
se trata simplemente un asunto de cambiar la forma cómo obtenemos energía.
Significa cambiar la dinámica del poder en este país (y en todo el mundo), y de
volver a colocar literalmente el poder en manos de los individuos y las
comunidades.
En
este punto, el objetivo optimista de Mark Jacobson de tener un 100% de energías
renovables hasta 2030 o incluso 2050 parece estar fuera de nuestro alcance.
¿Pero si apuntáramos a un 50% para comenzar, y concentráramos nuestra economía
en la resiliencia en lugar de un crecimiento sin fin? La derecha podrá patear y
chillar, pero dudo que el mundo se acabe. Si seguimos quemando combustibles
fósiles, sin embargo, es probable que nuestra suerte no sea muy agradable.
Enlaces :
Tara
Lohan, editora sénior de AlterNet, acaba de lanzar el nuevo proyecto Hitting
Home, una crónica de extracción extrema de energía. Es editora de dos
libros sobre la crisis global del agua, incluyendo más recientemente,Water
Matters: Why We Need to Act Now to Save Our Most Critical Resource. Está en Twitter
@TaraLohan
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